La psicóloga Júlia Pascual confirma que nos comemos mucho el coco. / / COTTOMBRO EN PEXELS

ENTREVISTA

Júlia Pascual, psicóloga: «Pensar es un superpoder, pero sobrepensar es una maldición y si nos comemos mucho la cabeza, se nos escapa el presente»

Júlia Pascual propone en su libro 10 psicosoluciones con sus frases-antídoto para escapar de las trampas de la mente.

El título del libro de Júlia Pascual lo dice todo. Y actúa ya a modo de consejo: No te comas el coco (Vergara). Porque, en efecto, nos lo comemos, y mucho. « Sobrepensar afecta a un alto porcentaje de la población y es una de las principales causas de malestar psicológico y emocional», nos explica esta psicóloga e hipnoterapeuta.

Se topa con ello continuamente en consulta. Así que ha optado por elaborar una guía muy práctica que contiene nada menos que 10 psicosoluciones para salir de las trampas de la mente y relajarla. No es una idea caída del cielo, sino muy pegada a la tierra. El resultado de veinte años resolviendo problemas con sus pacientes.

Dichas psicosoluciones vienen acompañadas de 10 frases-antídoto que funcionan «como una terapia de transformación». Al finalizar hay una llave de oro. Suena a reclamo, pero es psicoterapia pura y dura, basada en el lenguaje paradójico. Más concretamente, terapia breve estratégica (TBE), que aprendió con el psicoterapeuta italiano Giorgio Nardone. Pascual sostiene que «pensar es un superpoder, pero conlleva una gran responsabilidad».

El problema que tenemos, así en general, es que «estamos demasiado en el futuro o demasiado en el pasado, y se nos escapa el presente», apunta la psicóloga catalana. Nuestra mente es una fábrica que no para. En realidad, «tenemos entre 60.000 y 80.000 pensamientos al día. Unos van hacia atrás para no volver a cometer errores, integrar y asumir experiencias que nos han sido dolorosas o frustrantes. Y otros hacia adelante para prevenir, planificar, anticipar. Lo malo es el exceso porque ahí es cuando te haces daño», nos detalla.

Una de las cosas que pasan mucho ahora, advierte, es «el runrún de la comparación», nacido de estar todo el día haciendo scroll, lo que «nos lleva a caer en el sobrepensamiento». Según Júlia, «utilizamos las redes sociales como un ansiolítico, ya que nos calman al momento. Pero a la larga nos empeoran porque aumentan los pensamientos obsesivos».

Júlia Pascual acaba de publicar No te comas el coco. / / CRISTINA CABRÉ

Cuatro psicomitos a desterrar

La autora se afana también por derribar algunos «psicomitos» que están instalados en nuestro imaginario colectivo y no nos ayudan a salir del bucle mental. A su juicio:

1. Racionalizar o comprender la causa no garantiza la solución. Lo que importa no es el porqué sino el cómo.

2. El vacío mental es imposible: «El objetivo más saludable no es eliminar los pensamientos, sino desarrollar habilidades para gestionar y regular su impacto en nuestra vida emocional y conductual».

3. El pensamiento positivo puede tener efectos muy negativos: «En caso de trastornos obsesivos o rumiaciones profundas, no funciona en una primera maniobra, sino que puede resultar contraproducente». El pensamiento paradójico es «más afín a nuestra sabiduría innata».

4. Hablar no lo cura todo: «Suele pensarse que  hablar de los pensamientos obsesivos puede ser terapéutico». Sin embargo, esta práctica puede reforzarlos involuntariamente. Es esencial aprender el valor del silencio. Hay que hablar «donde y con quien corresponde».

Seis psicosoluciones y seis frases-antídoto

Júlia Pascual aporta una decena de psicosoluciones «para destruir la voracidad de cualquier tipo de obsesión que amenace con comernos el coco y consumirnos por dentro». Con ellas, diez frases-antídoto que «actúan como recordatorios de lo que es realmente necesario para tu salud mental», asegura. Hemos seleccionados seis:

1. Identifica y deja pasar por tu mente las preguntas, las imágenes y los pensamientos trampa y ánclate en las acciones del presente. Frase-antídoto: «Cuando pienso demasiado, me hago daño».

2. Si no puedes dejar pasar el pensamiento trampa, utiliza la paradoja de acelerarlo para así ralentizarlo. Frase-antídoto: «Si pienso en no pensar, ya estoy pensando».

3. Somos lo que hacemos con lo que pensamos y sentimos. Frase-antídoto: «No soy lo que pienso ni lo que siento».

4. Reconquistar todo aquello que los miedos nos quitan. Frase-antídoto: «Miedo evitado, miedo incrementado. Miedo afrontado, miedo superado».

5. Las profecías catastróficas corren el riesgo de convertirse en profecías autocumplidas si nos rendimos ante ellas. Frase-antídoto: «La confianza es mi escudo protector».

6. Sudar los pensamientos obsesivos. Frase-antídoto: « Muevo mi cuerpo para frenar mi coco».

Júlia Pascual da las pautas para acabar con las trampas de la mente. / / COTTOMBRO EN PEXELS

Cómo salir del juego de sobrepensar

Júlia Pascual tira mucho de poetas y filósofos. De Descartes cita: «Mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales jamás sucedieron». Más adelante abundará en el clásico «Pienso luego existo» para recrearlo en un clínico «Pienso luego sufro». Por eso el libro está dedicado «a todas esas personas a las que sufrir les hace daño».

Al hilo de todas estas reflexiones, la psicoterapeuta traza un esquema general para salir del juego del comecocos. Se trata de «vencer sin combatir». Apunta:

Deja pasar los pensamientos, las imágenes o las dudas traicioneras sin contestarlos ni darles vueltas.

● Escribe lo que piensas hasta llevarlo a la saturación. Si no puedes dejarlo pasar y necesitas pensar en eso que te destruye, hazlo usando la escritura terapéutica. «Escribir es una acción diferente de pensar. Nos ayuda a ordenar ideas y a distanciarnos emocionalmente», nos cuenta la psicóloga.

● Practica el arte de cerrar el pico. O lo que es lo mismo, «silénciate para acabar con el ruido mental».

● Actúa como si no tuvieras ese problema: «Concentra tu atención consciente en las experiencias que estás realizando en tu presente». Dale importancia a la acción sobre los pensamientos y las emociones.

● Ten como faro tus valores: «Es cierto que la única certeza es que no existen certezas y que debes aprender a abrazar la incertidumbre en esta vida porque si intentas controlar lo incontrolable, siempre te descontrolarás».

Júlia Pascual insiste en que hay que prestar atención al momento en que estamos para que cese el sobrepensamiento. Esto nos lleva a una estrategia llamada «surcar el mar sin que el cielo lo sepa». Así de poética es la TBE. También recurre a la metáfora de los dos lobos, el blanco y el negro, y la del nadador. La idea que sustenta No te comas el coco es, en resumidas cuentas, «convertir los círculos viciosos en virtuosos».