Cómo motivar a mi hijo adolescente para que haga algo durante el verano

El verano se nos ha echado encima y llega la pregunta de todos los años... ¿ qué hacemos con los niños ? Campamentos, colonias urbanas, la inestimable ayuda de los sufridos abuelos... lo que antes eran unos meses de disfrute, se convierten con el tiempo y las responsabilidades en un sudoku difícil de resolver.

Cuando los hijos van cumpliendo años y llega la adolescencia no hace tanta falta tener a alguien que se haga cargo de ellos. Son lo suficientemente mayores para quedarse solos en casa pero sigue existiendo cierta problemática y es que, si les dejas, se pasarían el día en la cama o viendo el móvil o la televisión.

Son tres meses por delante con mucho tiempo libre, sin apenas obligaciones y sin horarios establecidos, por lo que corren el peligro de acostarse muy tarde perdiendo el tiempo con tonterías y despertarse a la hora de comer con poco o nada que hacer.

Con el paso de las semanas, esta desregulación genera una apatía debido a la fase de desarrollo en la que se encuentra su cerebro. Y es que todos los cambios que viven durante esta etapa les hace consumir una gran cantidad de energía y su cuerpo tiende a una inactividad interna.

Sí, aprender a aburrirse es sano y, según afirman los expertos, es la antesala del pensamiento divergente y la creatividad. Pero el exceso de aburrimiento puede llevar a los adolescentes a la desidia y la pereza, emociones a evitar en cualquier momento de la vida, pero más en esta etapa.

Naty Rodado Hernandez, neuropedagoga especializada en neurodesarrollo aconseja tomar ciertas medidas basadas siempre en los gustos de tu hijo, proponiéndoles actividades y consensuando con ellos las cosas, no imponiéndoselo. Estas son sus recomendaciones generales:

1. Elaborad un horario: es importante que sera flexible y que sea decidido entre todos. Ellos distribuirán su tiempo en función de ciertas responsabilidades de las que deben hacerse cargo, decidiendo en consenso cuánto tiempo libre tienen al día y cómo emplearlo.

2. Responsabilidades domésticas: se aconseja pautar una colaboración en las tareas domésticas, al menos en sus cosas personales, como por ejemplo recoger su habitación y ser responsables de su ropa y calzado. Pero también sería deseable que fuesen responsable de algo que no sea únicamente para ellos, como poner y quitar la mesa.

3. Ofrecer opciones y actividades: un ejemplo que nos da la pedagoga Naty Rodado es realizar un voluntariado para que tengan la opción a conocer otras realidades distintas a la suya. Eso sí, deberían ser ellos quienes lo elijan y decidir cuánto y cuándo hacerlo.

4. Restringir el uso de dispositivos móviles: generalmente, si depende de los adolescentes, estarían todo el día con los diferentes dispositivos. Lo ideal es restringir su uso y animarles a realizar otras actividades como ir a la playa o a la piscina con los amigos.