La culpa, que sentimiento más desagradable. Lo sientes cuando has hecho algo mal y precisa una reparación, o lo que es lo mismo, pedir disculpas. Es una emoción que, aunque no te guste sentirla, te lleva a evolucionar y a mantener la paz dentro de la sociedad en la que vivimos.
Pero también puedes sentir culpa cuando no hay razón para ello. Cuando no dedicas tiempo a tus hijos, no hablas con tu madre lo suficiente, no te quedas trabajando hasta que se termina el proyecto o no mantienes una conversación con tu pareja a la luz de las velas con una copa de vino.
Te sientes culpable por no dedicar tiempo a los demás , por lo que sacrificas el poco tiempo que tienes para ti para acallar ese sentimiento de culpa que te carcome. «En esta dicotomía en la que vivimos entendemos que si nos damos, somos buenos, y si no, somos egoístas», indica Patricia Ramírez, en su libro Cómo tener tiempo para todo.
Poner límites a los demás para dedicarte tiempo a ti misma, cuesta, sobre todo cuando aparece la culpa. Son muchos los expertos que tratan de razonar contigo dándote argumentos por los que no deberías sentirla. Y tiene razón, por supuesto, pero eso tú ya lo sabes.
«Trabajar la culpa no es razonar contigo mismo la idea de que tienes derecho a disponer de tiempo para ti. Te sabes todos estos argumentos. La culpa se trabaja cuando se aprende a convivir con ese sentimiento. Porque hasta ahora razonarlo no ha generado que seas capaz de decir no«, indica la conocida en redes como Patri Psicóloga.
Si razonar contigo misma no funciona, igual lo que puede funcionar es aprender a vivir con ese sentimiento de culpa. «Que ya te anticipo que te irás acostumbrando a él y que llegará el día en el que ni siquiera lo sientas», te anima la experta. Eso sí, para llegar a ello tendrás que sentirte mal durante un tiempo.
La psicóloga te invita a exponerte a la culpa, no evitarla para dejar se sentirla. «Las conductas de evitación son cortoplacistas. Producen bienestar emocional a corto plazo, pero a medio y largo plazo no solucionan el problema; en este caso, el de tu gestión del tiempo».
¿Y cómo hacerlo? «Si te sientes culpable descansando 15 minutos, siéntate en el sillón con tu culpa a no hacer nada«, propone. Porque si cada vez que te sientas a descansar, una vocecita te obliga a levantarte para hacer algo productivo y de este modo te sientes aliviada porque acallas la culpa, no sentirás remordimiento jamás. Pero tampoco descansarás jamás. Y eso, a la larga, dañará tu salud mental.
«Las terapias de exposición que utilizamos para vencer los miedos y las fobias también son adecuadas para vencer el remordimiento y, poco a poco, ir sensibilizándote con esta emoción. Te darás cuenta rápidamente de que no se cae el mundo, de que no muere nadie, de que tu vida tampoco cambia tanto«, asegura Patri Psicóloga en su libro Cómo tener tiempo para todo.
23 de octubre-21 de noviembre
Como signo de Agua, los Escorpio son controladores, creativos, apasionados en todo lo que hacen y muy expansivos. La lealtad es esencial en su vida, pero también los secretos y los misterios. Ten cuidado porque, si te enfadas con ellos, puede que el rencor les dure eternamente. Ver más
¿Qué me deparan los astros?