Cómo empoderarte puede mejorar la vida de las mujeres. /
El termino empoderamiento se ha puesto tan de moda que son muchos los que lo denostan pero lo cierto es que puede tener muchos beneficios para tu salud mental, mejorando tu autoestima y enriqueciendo tu relación con los demás.
El concepto empoderamiento nace a raíz de los movimientos feministas que luchaban para alcanzar la equidad entre géneros. Tiene que ver con recuperar independencia y dirigir tu propia vida, evitando que sean otros quienes marquen lo que puedes o no puedes hacer.
El papel tradicional de la mujer la coloca en el rol de cuidadora, generando en ella una necesidad de ser complaciente y estar disponible para los demás tanto en la vida personal como profesional, dejando de lado sus propios intereses y necesidades. De ahí que el empoderamiento femenino adquiera una importancia tan desmedida
Empoderarnos como mujeres significa recuperar nuestro poder como personas y emanciparnos en todos los ámbitos de nuestra vida. Es la fuerza interior que nos impulsa a alcanzar nuestra propia independencia y autonomía, sin hacer caso de los juicios externos que nos llevan a seguir unos roles preestablecidos para el género femenino.
Gracias a este empoderamiento, la confianza en nuestras propias capacidades se va desarrollando, impactando positivamente en nuestra configuración como personas. Y este pequeño gesto que puedes pensar que sólo te afecta a nivel personal también tiene un impacto a nivel social, empezando por nuestro entorno más cercano.
Sentir que no tienes ni voz ni voto en tu propia vida acaba manifestándose en sufrimiento, infelicidad e insatisfacción personal. Empoderarte tiene un impacto positivo tanto en tu salud mental como en tu bienestar emocional, reduciendo el estrés y la ansiedad, limitando la autocrítica y autoexigencia y mirando la relación contigo misma, tu autoestima y seguridad en tus capacidades. Para lograrlo, debes atender a ciertos factores:
1. Cambia tu diálogo interno: el primer paso para lograrlo es atender a tu propia voz interior, que no debe ser crítica sino positiva. Hablarte desde la comprensión y la amabilidad te impulsará a darte permiso para hacer lo que realmente quieres hacer, identificando las conductas en las que experimentas cierto malestar.
Los factores a tener en cuenta para recuperar tu fuerza interior y empoderarte como mujer. /
2. Autoafirmate: esto supone detectar y potenciar los elementos positivos de tu personalidad, lo que te ayudará a recordar lo valiosa que eres y tomar conciencia de lo que mereces. Comparte con confianza y sin miedo a ser juzgada esas partes positivas de tu ser.
3. Identifica tus valores y prioridades: identificar tus valores y prioridades hará que vivas una vida en consonancia, donde tus decisiones estarán alineadas con quien eres realmente y no con lo que los demás esperan que seas. A la larga, esta práctica te generará una gran sensación de bienestar.
4. Reconoce tu propia vulnerabilidad: el rol sumiso y de cuidados que han adoptado las mujeres durante generaciones hace que se olviden de sus propias necesidades y de que a veces necesitan ayuda. El apoyo de tus personas de confianza puede ayudarte a lo largo de este recorrido.
5. Establece unos límites claros: pueden ser unos límites físicos que impliquen una necesidad de espacio y control sobre tu cuerpo. Pero también podemos hablar de límites emocionales, que implican asumir responsabilidad sobre tus propios sentimientos y ponerlos en valor.
6. Ten tiempo para ti misma: esto es un pilar fundamental del autocuidado, tan importante para el bienestar físico y psicológico. Reservar un tiempo para ti misma potencia la idea de que eres importante y que tus propias necesidades tienen el mismo valor que las de los demás.
7. Reconciliate con tu cuerpo: los mensajes que transmite la sociedad siguen generando un impacto muy negativo en la forma en la que las mujeres se ven a sí mismas. Pesar más kilos de lo que marca el estándar, envejecer, ser demasiado alta o demasiado baja... Es importante retablecer la relación con tu propio cuerpo ya que a través de él puedes relacionarte con el mundo y vivir lo que quieras sentir.
8. Libérate de creencias limitantes: los tenemos tan interiorizados que muchas veces nos lo autoimponemos, lo que puede dañar tu autoestima. «No valgo para esto», «No soy capaz de hacerlo», «No tengo las habilidades suficientes»... el género femenino ha estado tan oprimido a lo largo de la historia que tienden a autolimitarse con más frecuencia.