LONGEVIDAD El motivo por el que las mujeres españolas viven tantos años, según el psiquiatra Luis Rojas Marcos

La esperanza de vida ha aumentado muchísimo en los últimos años. Según asegura el psiquiatra español Luis Rojas Marcos, se ha duplicado en el último siglo y, en el caso de las mujeres españolas, esa esperanza de vida ha llegado a los 86,5 años, sólo por detrás de la de las mujeres japonesas. Y esto, ¿por qué ha ocurrido?

«La respuesta es compleja pero la mujer española vive mucho porque habla mucho. No es un chiste, es que está demostrado que la persona extrovertida, la que es habladora, la que tiende a comunicar y a relacionarse, vive mas», asegura en una charla sobre el poder de la mente en el envejecimiento para la Fundación Mapfre.

El envejecimiento de calidad ha centrado numerosos estudios y sobre este tema ha reflexionado Rojas Marcos, psiquiatra español que reside en Nueva York desde 1968 y que ha dirigido el extenso sistema de salud mental de esta ciudad entre 1995 y 2002. Pero no ha sido el único científico versado en el estudio de los factores sociales que nos hacen sentir bien.

La prestigiosa Universidad de Harvard ha elaborado un estudio a lo largo de más de 80 años para identificar las causas que nos llevan a ser más felices. Esta curiosa investigación ha llegado a una conclusión aplastante, y es que unas relaciones sociales de calidad hacen que envejezcamos mejor y que vivamos más, al desarrollar menos enfermedades asociadas con la edad.

El experto señala que deberíamos hablar y hablar mucho, sobre todo durante la vejez «aunque sea con el perro o con el pájaro. Yo vivo acompañado, pero también tengo unos canarios y les hablo mucho», confiesa en su charla Rojas Marcos. Y esa es la clave por la que las mujeres españolas han aumentado su longevidad.

Pero existe un tema olvidado y es el del diálogo interior. «De pequeños, incluso lo expresamos en alto», asegura el psiquiátra en un momento de la mencionada charla. Pero lo que nunca le dijeron a Luis, ni a ninguno de nosotros, es que nos hablásemos bien a nosotros mismos. «Hablate a ti mismo como te gustaría que te hablasen los demás», aconseja.

Para el psiquiatra, la forma en la que nos hablamos, y a través de la cual interpretamos la vida influye mucho en nuestra salud mental y en la forma en la que envejeceremos, por lo que si tenemos una mentalidad negativa debemos esforzarnos por cambiarla para también cambiar la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos.

Sobre el diálogo interior tuvimos una charla muy interesante con la psicóloga Beatriz Galván . Y es que, según nos aseguró, tener conversaciones con nosotros mismos es una función natural de la mente humana. «Este diálogo interno nos ayuda a procesar información, tomar decisiones, reflexionar sobre nuestras experiencias y regular nuestras emociones», nos dijo.

Y es que hablarnos mal puede tener serias consecuencias para nuestra salud mental, socavando nuestra autoestima y haciendo que magnifiquemos las dificultades del día a día. En cambio, un diálogo interno positivo nos ayuda a cambiar la perspectiva, puesto que nos enfocamos en nuestros propios recursos y en las posibles soluciones.

¿Puede cambiarse la forma en la que nos hablamos? Según Beatriz Galván sí, pero requiere práctica y conciencia. Nos aportó ciertas estrategias para lograrlo:

1. Autoconciencia: Presta atención a tus pensamientos y palabras internas para reconocer cuando tu diálogo interno se vuelve negativo o autocrítico.

2. Cuestiona tus pensamientos: Tras identificar esos pensamientos negativos, cuestionalos porque ten en cuenta que pensar algo no significa que sea cierto.

3. Háblate de forma amable: Piensa en cómo le hablarías a alguien a quien aprecias y emplea el mismo tono contigo mismo. Sé cercano y amable.

4. Redirige tu pensamiento a cogniciones positivas: No te centres en lo que no puedes hacer o lo que no sabes e intenta darte palabras de ánimo como «Yo valgo», «Yo puedo», «Soy capaz»...

5. Realiza actividades agradables: Cuídate mediante el ejercicio físico y practica actividades con las que disfrutes.

6. Apóyate en los demás: Trata de rodearte de personas con las que te sientas bien.