Finanzas personales

7 errores de dinero que puedes estar haciendo (y que no puedes permitirte)

Gestionar tu dinero y mantener tus finanzas personales en buena forma no es siempre es fácil. De hecho, pequeños errores cotidianos pueden frustrar nuestros planes de ahorro o convertirse en un problema más grande y difícil de resolver. Lo primero es identificarlos.

Piggy bank in a trapped position with a hand saw. Could illustrate volatile and risky savings and investments or a market that's about to collapse shown in a conceptual way

Si estás exprimiendo a tope el Black Friday , pero sin caer en las compras compulsivas ni el estrés pre-navideño, enhorabuena. Porque encontrar ese equilibrio en la gran fiesta del consumismo no es nada fácil. Como tampoco lo es la gestión cotidiana de nuestro dinero y todo lo que implica: controlar los gastos , conseguir ahorrar un poquito cada mes, pensar en la jubilación , invertir estratégicamente...

Si llevar un control eficaz de tus finanzas personales te generan ansiedad o, directamente, se te hace bola es porque, probablemente, están cometiendo algunos errores de manual . ¿La buena noticia? Tienen solución. Lo primero de todo es identificarlos.

1. Vives al día

Como filosofía de vida puede sonar genial, pero gastarte hasta el último euro que ganas nunca es una buena idea. Piensa que si no ahorras , estás contribuyendo a tus deudas del futuro. No gastes sin un plan y pon en orden tus prioridades si, por ejemplo, quieres comprarte un piso o irte de vacaciones el año que viene. Hacer un presupuesto mensual no es más que abrir un hoja de Excel y computar ingresos y gastos. Si te da vértigo, piensa que es la manera más rápida de empodérarte y tomar el control de tu dinero. Y otra cosa más: aunque te parezca que la jubilación está a años luz, nunca está de más empezar a darle una vuelta...

2. No tienes un colchón de seguridad

Un imprevisto, como un par de visitas al dentista o una reparación costosa en el coche, puede poner en riesgo tus bienestar financiero si no has conseguido construir un pequeño colchón. Piensa que tener que pedir un crédito es mucho peor que tratar de ahorrar, aunque solo sea 100 euros al mes. Un pequeño fondo de 3.000 euros puede ahorrarte más de un disgusto.

3. No controlas tus cuentas

Dedicar cinco minutos al día (o, al menos, un rato cada semana) a vigilar los gastos de las tarjetas y el estado de la cuenta corriente es vital para tomar el control de tu dinero . También puedes utilizar las 'apps' para controlar gastos, aunque obsesionarse con el balance de tus cuentas es tan perjudicial como no controlarlas en absoluto. Y otro error de manual : no gestiones tu dinero solo cuando hay un problema o tienes que hacer frente a un imprevisto estresante.

4. Gastas demasiado en alquiler o hipoteca

Todo un clásico que, sin embargo, no siempre es fácil de evitar. Sobre todo si vives en una gran ciudad y ya no quieres compartir piso. Los expertos recomiendan que el gasto en alquiler o hipoteca no debe superar nunca el 30% de los ingresos brutos mensuales de la unidad familiar.

5. Gestionas mal tus deudas

Si debes dinero al banco o a alguna entidad crediticia, debes seguir una estrategia inteligente para saldar tus deudas. Si tienes varios préstamos, para pagar el coche, una reforma o la hipoteca, lo mejor es saldar primero aquella cuyos intereses sean más altos . Haz una lista (sí, nos encantan las listas porque sirven para todo) e identifica qué crédito te está saliendo más caro y priorízalo.

6. Ganas más, gastas más

Error. Y de los gordos. Si acabas de conseguir un aumento de sueldo o un ascenso a un puesto mejor remunerado, es fácil subir un escalón (o varios) en los gastos mensuales y empezar a vivir por encima de tus posibilidades. Gastar más solo porque ganas más es un bucle peligroso .

7. No sabes disfrutar del dinero

Con todo lo que cuesta ganarlo (y gestionarlo) disfrutar de tus ingresos también es importante para tener una relación sana con tus fianzas personales . En la medida de tus posibilidades, utilízalo para hacer aquellas cosas (pequeñas o grandes) que más te gusten. A ser posible, sin dilapidar tus esfuerzos ahorradores. Asígnate un presupuesto (por pequeño que sea) y date una alegría de vez en cuando.