DUBAI, UNITED ARAB EMIRATES - JANUARY 21: Beyoncé performs on stage headlining the Grand Reveal of Dubais newest luxury hotel, Atlantis The Royal on January 21, 2023 in Dubai, United Arab Emirates. (Photo by Kevin Mazur/Getty Images for Atlantis The Royal)
Hace cuatro años, Beyoncé actuó en Sudáfrica en un concierto benéfico contra la pobreza. Desde entonces no ha ofrecido más actuaciones. Hasta el pasado fin de semana, cuando cobró 24 millones de dólares por cantar 19 canciones en la inauguración del hotel Atlantis The Royal, ubicado en las lujosas islas artificiales en forma de palmera de Dubái. El motivo de su millonario contrato, que superó en mucho a los cinco millones por concierto que cobró en 2021 (junto a su marido Jay-Z) en su gira 'On the run II' es que era un evento privado para 15.000 invitados.
La cantante es una de las artistas que más rendimientos obtiene en el lucrativo mercado de los conciertos por encargo. Simplemente con este show ha ganado la mitad de todo lo que ingresó en 2021. Pero el rendimiento económico tiene una contrapartida negativa para su imagen pública. Colectivos LGTBI (para los que la cantante es un referente, sobre todo tras la publicación de su disco 'Renaissance') han criticado que haya actuado en Dubái, un país donde la homosexualidad es perseguida. Una polémica que recuerda el boicot que otros artistas apoyaron al negarse a actuar durante la ceremonia de inauguración del Mundial de Fútbol de Qatar (y la censura a los que sí lo hicieron, incluido Morgan Freeman).
Pero no es la primera vez que un concierto privado genera críticas entre sus seguidores. La actuación de Beyoncé (y la de Nelly Furtado) ante el general libio Muamar el Gadafi ya causó un escándalo. Como consecuencia, donó lo que había ganado a organizaciones benéficas. De momento, no ha comunicado que vaya a hacer lo mismo en esta ocasión.
¿Cuánto cobran las estrellas de la música?
La actuación de Beyoncé es un ejemplo (el de importe más elevado hasta la fecha, que se conozca) de cómo los eventos privados se han convertido en las últimas dos décadas en una de las fuentes más lucrativas de ingresos para los artistas musicales. Aunque suelen incluir acuerdos de confidencialidad, que estipulan que no realicen grabaciones ni fotos de las actuaciones, han salido a la luz las facturas cobradas por estrellas como Celine Dion, que suele realizar dos o tres eventos cada año por 8,5 millones de dólares cada uno.
Cuando el millonario ruso Andrei Melnichenko se casó en el sur de Francia en 2005, la revista People publicó que la actuación de Christina Aguilera tras la ceremonia costó seis millones de dólares. El mismo millonario contrató a Jennifer Lopez para su fiesta de cumpleaños en 2007 por 2,8 millones de dólares y se gastó más de un millón más en los vuelos y el hotel. En 2014, el precio de que la artista actuara en el cumpleaños de un millonario chino fue de 1,25 millones de dólares, más medio millón en vuelos y hotel de todo el equipo, según la revista Rolling Stone. Además, construyó un restaurante y un club dentro de un hotel Grand Hyatt exclusivamente para la celebración, a la que asistieron 20 personas.
Muchos más artistas han caído en esta tentación. Excepto, quizás, Rihanna, cuya fortuna de 1.400 millones de dólares duplica (y casi triplica) la de Taylor Swift o Beyoncé. Los acuerdos publicitarios de la cantante (por los que ganó 75 millones) y los beneficios de su firma de lencería y cosmética Fenty le han permitido no publicar discos ni dar conciertos durante años.