Una historia real

Julia Haart: la CEO que escapó de una comunidad judía ultraortodoxa y ahora es estrella de un 'reality' en Netflix

Su increíble historia personal merece una película, pero, de momento, Julia Haart, CEO de Elite World Group, es la protagonista de 'Una vida nada ortodoxa', el nuevo reality de Netflix. Llamada a convertirse en la próxima Kris Jenner, su discurso contra el fundamentalismo religioso está despertando conciencias en Estados Unidos.

Ixone Díaz

A Julia Haart le encanta hablar de sexo y de vibradores. Lo hace con sus hijos y delante de las cámaras de su reality 'Una vida nada ortodoxa' , de Netflix . Forma parte del espectáculo, pero también del carácter de una mujer que hasta los 42 años vivió en una comunidad judía ultraortodoxa en la que, entre la interminable lista de restricciones que marcaban su vida y la de todas las mujeres de su entorno, no podía vestir pantalones, conducir o trabajar . Obviamente, los juguetes sexuales también estaban lejos de su alcance. Haart, que es ahora CEO de la agencia de modelos Elite World Group , escapó de la comunidad y de su marido en 2013 y, poco a poco, consiguió rescatar del fundamentalismo religioso a tres de sus cuatros hijos . El pequeño todavía vive en Monsey, una localidad de mayoría ultraortodoxa próxima a Nueva York. La plataforma de streaming, que últimamente está apostando por contenidos de alto voltaje erótico , pero también por series y películas románticas de la vieja escuela , ha descubierto a un personaje tan único como extravagante que es capaz de eclipsar a la mismísima Kris Jenner.

Haart, que nació en Rusia, pero emigró con sus padres a Estados Unidos con tres años, creció en una comunidad ultraortodoxa Haredi. Allí se casó con 19 años. Aunque tuvo cuatro hijos con su marido, su incomodidad con las tradiciones ultraortodoxas terminó haciendo su vida insoportable. De hecho, ha contado que llegó a contemplar el suicidio antes de decidir, en 2013, que tenía que abandonar la comunidad para que ella misma y sus cuatro hijos pudieran vivir en libertad.

No fue una transición sencilla. Sin educación ni experiencia profesional (aunque había vendido seguros de vida a espaldas de su marido ) decidió hacer realidad una ambición con la que siempre había fantaseado en silencio. En 2013, Haart, que sentía fascinación por la moda desde que era una niña , fundó una empresa especializada en zapatos de tacón. Se asoció con un ingeniero especializado en el diseño de botas de esquí y con una compañía alemana que produce un gel utilizado por la NASA para añadir comodidad a los vertiginosos diseños. La idea fue un éxito y sus zapatos empezaron a venderse en 17 países .

Y entonces, Haart empezó a colaborar con La Perla en una de sus colecciones de accesorios. Así conoció también a Silvio Scaglia , el empresario italiano propietario de la famosa casa de lencería. En 2019, se casaron . Desde entonces, viven en un impresionante loft en Nueva York y Haart, que primero se convirtió en directora creativa de La Perla y en 2017 creó el vestido que Kendall Jenner lució en la gala del MET, es ahora CEO de Elite World Group, el famoso conglomerado de agencias de modelos . También es la directora creativa de e1972 , una línea de ropa de lujo cuya primera colección fue recibida con elogios por la crítica especializada.

El reality que protagoniza en Netflix también cuenta el periplo de sus cuatro hijos: Batsheva, Shlomo, Miriam y Aron y su transición desde la cultura ultraortodoxa a un estilo de vida de altos vuelos que se desarrolla entre ostentosos apartamentos del Upper East Side y la mansión familiar de los Hamptons . Pero aunque el reality se asemeja al formato sublimado por las Kardashian (familia de multimillonarios con problemas de multimillonarios) el mensaje contra el fundamentalismo religioso y a favor de la emancipación femenina que Haart desarrolla a lo largo de los capítulos está ayudando a despertar conciencias en la comunidad ultraortodoxa norteamericana. Está claro que ha nacido una estrella .