Está en la punta de lanza del activismo 2.0 que se ha activado a propósito de la crisis climática . Aunque seguimos viendo acciones de protesta que buscan la viralidad , como el tartazo que se estrelló contra el cristal que protege a la Mona Lisa en el Louvre , la nueva inteligencia contra el calentamiento global persigue los mismos fines con otros medios. Menos espectaculares, es verdad, pero mucho más eficaces. Ahora mismo, más de 60 demandas relativas al cambio climático siguen su curso en tribunales que van de Pakistán a Australia. Las impulsa un pequeño ejército de abogados que sigue el ejemplo de Marjan Minnesmam , la abogada de Países Bajos que acaba de ganar el Premio Medioambiental Goldman por derrotar a su gobierno en el estrado. Es una versión más fuerte, más sabia y más sonriente de Greta Thunberg .
Como abogada especializada en Derecho Internacional del Cambio Climático , Marjan Minnesmam interpuso en 2012 una demanda contra el gobierno de Países Bajos por su pasividad a la hora de proteger a sus ciudadanos contra la crisis del clima. Además, solicitó legalmente que el gobierno ordenara disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25 y un 40% con respecto a 2019 y para el final de 2020. Minnesmam interpuso su demanda a través de Urgenda, la organización sin ánimo de lucro que ella misma cofundó para organizar la compra colectiva de paneles solares y el impulso a los coches eléctricos . Urgenda ganó, pero el gobierno apeló. Volvió a ganar y, en 2018, el gobierno apeló de nuevo. El caso terminó en la Corte Suprema que, en 2019, volvió a darle la razón a Minnesmam.
«No pedimos nada fuera de lo común», declaró en aquel momento Marjan Minnesmam. «El gobierno firmó unos acuerdos en los que se comprometía a disminuir las emisiones y solo le exigimos que cumpla lo que prometió . Este caso, el primero en el que los ciudadanos logran que un gobierno rinda cuentas por desprotección climática, ha inspirado a decenas de activistas en todo el mundo para interponer demandas contra sus gobiernos en los tribunales. La resistencia del gobierno holandés a cumplir su palabra tuvo consecuencias para los ciudadanos: no quiso desembolsar 4.000 millones de euros para reducir las emisiones en el plazo acordado, con lo que finalmente terminó gastándose 45.000 millones de euros«.
Finalmente, Países Bajos ha implementado 30 de las 54 soluciones propuestas por Urgenda y otros grupos para luchar contra el desastre del clima: desde impulsar los paneles solares hasta reducir las emisiones de metano. Se cerró una central eléctrica a carbón y una nueva ley limita la cantidad que se puede usar de otras. «Así que terminaron haciendo bastante. Demasiado tarde, por supuesto, pero lo hicieron», explica Marjan Minnesma, quien ya ha anunciado que dedicará los 200.000 dólares del premio Goldman a la lucha por la protección del medio ambiente . Hace un año, Urgenda volvió a los tribunales para que el gigante anglo-holandés de petróleo y gas Shell mejorara su objetivo de emisiones para 2030, en otro caso calificado como histórico. Shell apeló el pasado marzo.