Miren Arzalluz será la nueva directora del museo Guggenheim a partir del 1 de abril.
Su nombre sonaba con fuerza desde que, el pasado mes de mayo, Juan Ignacio Vidarte anunció que abandonaba la dirección del Museo Guggenheim de Bilbao después de 32 años en el cargo. Pero hasta hoy no ha sido oficial que Miren Arzalluz, historiadora del arte e hija del expresidente del PNV, será la nueva directora de la institución a partir del próximo 1 de abril.
El Patronato del Museo Guggenheim, que encabeza el lehendakari Imanol Pradales , ha anunciado su nombramiento tras un largo proceso de selección en el que, una consultora independiente, ha estudiado los perfiles de 79 candidatos. El de Arzalluz habría destacado por varias razones.
Para empezar, por un impresionante currículum profesional. Licenciada en Historia por la Universidad de Deusto, con un máster en Política Comparada y otro en Historia del Arte, Arzalluz dirigió el Instituto Etxepare, dedicado a divulgar la cultura y la lengua vasca, antes de recalar en el Museo Balenciaga de Getaria como comisaria jefa de exposiciones.
De allí, dio el saltó a París, donde en 2018 asumió la dirección del Palais Galliera, el Museo de la Moda de la capital francesa, convirtiéndose en la primera extranjera en dirigir una institución cultural pública francesa.
Fascinaba por la obra y la vida del gran diseñador guipuzcoano, Arzalluz, que es autora del libro 'Cristóbal Balenciaga: la forja del Maestro (1895-1936)', es probablemente la mayor experta del mundo en el modisto nacido en Getaria, al que le dedicó la tesis que sirvió para finalizar sus estudios de postgrado en el Courtauld Institute of Art de Londres
Aunque siempre pensó que se dedicaría a las relaciones internacionales, se interesó por la moda por primera vez mientras estudiaba un máster en la London School of Economics y empezó a profundizar en su dimensión histórica.
Su amor por la historia era algo que compartía con su padre, el expresidente del PNV Xabier Arzalluz, fallecido en 2019. Un dato biográfico que es imposible ignorar a la hora de analizar su nombramiento. Entre otras muchas cosas, los aspirantes al puesto debían acreditar «conocimiento de la realidad institucional y del contexto socio-cultural del museo», algo que a Arzalluz se le supone después de haber crecido junto al dirigente vasco más influyente de su generación.
Otro punto a su favor han sido, sin duda, los idiomas: la que será nueva directora del Guggenheim domina cuatro: euskera, castellano, inglés (los tres idiomas oficiales del museo) y francés. También puede presumir de un expediente repleto de méritos: ha sido reconocida como Chevalière de l'Ordre des Arts et des Lettres por el Ministerio de Cultura de Francia y es parte de jurados tan prestigiosos como el National Design Awards del Smithsonian Design Museum de Nueva York.
Arzalluz vuelve a Bilbao en un momento estratégico para la institución que planea abrir un nuevo museo en Urdaibai, un proyecto que ha despertado un gran polémica por su impacto medioambiental en la zona, que es reserva de la Biosfera. Antes de tomar posesión, el próximo 1 de abril, Arzalluz compartirá un periodo de transición de un mes con el actual director y llevará a cabo un proceso de inmersión tanto en el museo de Bilbao como del de Nueva York. A partir de entonces, la institución, que recibió 1,3 millones de visitantes el año pasado, estará en sus manos.