Ella Emhoff, hijastra de Kamala Harris, en la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago.
En la recta final de la campaña, Kamala Harris va a necesitar toda la ayuda disponible si quiere derrotar a Donald Trump en las urnas el próximo 5 de noviembre. Y eso incluye, por supuesto, a su familia, desde su marido Doug a su hermana Maya , pero también a su hijastros y, muy especialmente, a Ella Emhoff, la hija pequeña de su marido, convertida en una transgresora modelo, pero también en un imán estratégico para atraer el voto joven.
Emhoff llamó la atención de los medios por primera vez cuando Harris se convirtió en vicepresidenta en 2021 y ella asistió a la toma de posesión en Washington con un abrigo de Miu Miu que dejó claro desde el principio que, en cuestión de estilo, no le importaba arriesgarse.
Desde entonces, tiene un contrato en vigor con la agencia IMG Models, ha desfilado en pasarelas como Nueva York , colaborado con marcas como Adidas, Stella McCartney o Coach, protagonizado editoriales en las principales revistas de moda y pisado la alfombra de la MET Gala . Así hasta convertirse, a sus 25 años, en un icono outsider de la generación Z. Y ahí reside, precisamente, su valor estratégico en esta campaña.
«Ser modelo ya no se trata solo de ser desfilar o posar, sino de crear un espacio para las personas que hacen otras cosas, ya sea arte, activismo, escribir o cualquier otro tipo de creación. Me encanta trabajar con marcas que me permiten no sólo ser modelo, sino también compartir mis propias ideas y hablar de sostenibilidad o activismo en general», ha explicado sobre cómo entiende ella la profesión.
La hijastra de Kamala Harris en una imagen de sus redes sociales. /
Hija del abogado Doug Emhoff y de la productora de cine Kerstin Emhoff (que le pusieron su nombre como homenaje a Ella Fitzgerald) su padres se divorciaron cuando ella tenía nueve años, pero siempre han mantenido una relación estrecha y amistosa. Por eso, cuando Kamala Harris entró en escena y empezó a salir con su padre no hubo dramas ni reproches. Más bien todo lo contrario.
«Kamala entró en mi vida cuando yo tenía 14 años, una época famosa por ser muy fácil para un adolescente… No siempre entendía lo que sentía, pero pasara lo que pasara, Kamala siempre estaba ahí para mí. Era paciente, cariñosa y siempre me tomó en serio», compartió Emhoff de la candidata sobre el escenario de la Convención Nacional Demócrata, celebrada en agosto. Ella y su hermano Cole son los artífices de Momala, el apodo cariñoso que utilizan para llamar a su madrastra y que la propia Harris ha popularizado en sus redes sociales.
Pero Emhoff, que vive en Brooklyn y sale desde hace dos años con el periodista especializado en moda Sam Hine, es, además de modelo, diseñadora. De hecho, empezó a tejer con solo seis años. Después de graduarse en la prestigiosa Parsons School of Design de Nueva York, en 2021 lanzó una colección limitada de prendas de punto, que vende en su página web y que han tenido su propio rincón pop-up en la Semana de la Moda de Nueva York.
Además de haber convertido sus gafas XXL en la parte más reconocible de su look, parte de su carisma como it girl reside en un estilo que reivindica, sobre todo, su belleza natural: Emhoff ha explicado que no le gusta retocarse las cejas ni depilarse las axilas y exhibe todos sus tatuajes (que son al menos 18) cada vez que se sube a una pasarela o protagoniza una sesión de fotos.
Muy implicada en la campaña de Harris , asistió y habló durante la Convención Nacional Demócrata (y volvió a llamar la atención de todo el mundo con su vestido de Joe Ando y sus bailarinas con calcetines) y utiliza sus redes sociales, donde tiene más de medio millón de seguidores, para apoyar a su madrastra siempre que puede. Lo hace, por supuesto, a su manera. Defendiéndola de los ataques más virulentos con sentido del humor («¿cómo pueden decir que no tiene hijos cuando tienen dos críos tan monos como Cole y yo?»), compartiendo memes virales o tejiendo una bandera de Estados Unidos con mensaje («Yo he votado») para animar al registro de los nuevos votantes. Está claro que Ella Emhoff no da puntada sin hilo.