Laura Ruiz de Galarreta, directora de comunicación de IKEA: «Nuestra misión es que todas las personas tengan ganas de llegar a casa por la noche»

«En este trabajo no hay un día igual que otro», cuenta Laura Ruiz de Galarreta sobre un día a día marcado por los viajes por todo el mundo, las reuniones con equipos y departamentos de toda clase y muchas, muchísimas, llamadas de teléfono. «El móvil explota prácticamente a diario», dice riendo. Es lo que tiene trabajar en una multinacional como IKEA (216.000 empleados, 45.100 millones de dólares de facturación en 2024) y hacerlo, además, en un puesto con tanta responsabilidad como el suyo. Desde 2022, Galarreta es la directora de Comunicación, Asuntos Públicos y Relaciones Institucionales de IKEA en España.

«Tenemos una visión de 360 grados de la compañía. Estamos en todo», cuenta sobre lo que implica dirigir la estrategia de comunicación de una compañía de esa envergadura. «Más allá de vender muebles, la misión de la compañía consiste en crear un mejor día a día para la mayoría de las personas, que es el propósito de Ikea desde su fundación. Nosotros queremos que todas las personas tengan ganas de llegar a casa por la noche, que más que una casa sea un hogar», ilustra la ejecutiva.

Licenciada en Comunicación, su vocación fue tan temprana como firme. «Cuando les dije a mis padres que quería estudiar Periodismo, hubo mucho debate en casa. Siempre había sido una niña con unos resultados académicos muy buenos y les parecía que podía optar a otro tipo de carrera. Pero yo tenía clarísimo que mi vocación era la comunicación y, al final, me apoyaron», recuerda. Estudió en la Universidad de Navarra, donde obtuvo el Premio Nacional de Licenciatura al mejor expediente académico otorgado por el Ministerio de Educación, y poco después de licenciarse, empezó a trabajar como directora de comunicación en el Ayuntamiento de Vitoria.

«Aunque siempre me había interesado la política, nunca me había planteado algo así y fue una escuela muy interesante para mí. Me marcó a la hora de valorar los proyectos en los que me involucraba. Para mí siempre ha pesado mucho todo lo que puedo aprender y aportar en un puesto. Soy una persona de lanzarme, pero no de lanzarme a lo loco», confiesa.

Después, trabajó en el Ministerio de Cultura y más tarde, en la Comunidad de Madrid, donde fue directora general de Voluntariado y Promoción Social y, posteriormente, directora general de la Mujer. «Siempre he creído que el camino entre la empresa privada y el gobierno se puede recorrer con naturalidad», argumenta sobre una trayectoria que, a continuación, le llevó hasta la empresa privada. «Mi primer trabajo habían sido unas prácticas en El Correo de Álava y me pareció un paso natural para mí volver a Vocento. Fue una etapa apasionante, que me abrió muchas oportunidades y en la que conocí a gente maravillosa». En el grupo de comunicación fue primero directora de Relaciones Institucionales y Proyectos Corporativos y, más tarde, directora general de Revistas y Suplementos.

Y hace tres años, recibió la llamada de IKEA. Allí, la ejecutiva dirige las relaciones institucionales, la comunicación interna y la externa de la compañía en España. Desde que llegó, ha interiorizado la «manera sueca» de comunicar. «Estamos muy orgullosos de nuestra herencia. No solo lo que ofrecemos, sino cómo lo comunicamos. Hay algo que nos caracteriza y es el tono de voz de Ikea: que es amable, pero divertido, un puntito transgresor, pero sin ofender, abierto y transparente. Hay muchas compañías que están apostando por este tipo de valores, pero nosotros llevamos haciéndolo 80 años. Es parte de nuestro carácter sueco», argumenta.

En sus tres años en la multinacional, Galarreta también ha desarrollado una nueva forma de liderar equipos. «IKEA es una compañía preciosa por dentro y por fuera, donde las personas importan muchísimo, y no solo los clientes, sino también los empleados. Nos ayudan y nos enseñan a poner en práctica un liderazgo humanista. Así es como he aprendido que, en este momento de mi carrera, mi posición consiste en estar detrás de mi equipo: es su momento de brillar y yo estoy ahí para ayudarles a tomar las decisiones y ponerles a ellos al frente de los proyectos», dice la directiva.

Eso es algo que, a su vez, ella aprendió de sus mejores jefas. «Siempre digo que Pilar del Castillo, que fue ministra de Cultura, fue una jefa estupenda para mí: me sabía dar libertad y carrete y era exigente, pero también sabía divertirse y disfrutar con el equipo. Eso me marcó. Pero también Belén Frau, directora de comunicación global de IKEA , que me enseña todos los días, o mi propio equipo, del que aprendo un montón».

Más allá de su brillante trayectoria tanto en el sector público como en el privado, Galarreta lleva tres décadas volcada en el trabajo de voluntariado y fue durante años presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer de Madrid. «En la universidad me fui de cooperante a Kenia y ahí descubrí el camino del voluntariado. Se suele decir que los voluntarios reciben mucho más de lo que dan y es totalmente cierto. Es una parte muy importante de mi vida», explica la ejecutiva, que también es miembro de los patronatos de la Fundación Mapfre y la Fundación Lescer dedicada al daño cerebral.

¿Echa de menos el pulso de la actualidad que marca el ritmo de trabajo dentro de un grupo de comunicación? «Para nada, porque sigo súper conectada. Todas mis mañanas empiezan con mis fuentes de información, nacionales e internacionales. Además, no me vale con leerlo, tengo que comentarlo: con mi marido, con mi equipo, con amigos periodistas, en comidas, viajes de trabajo, en el chat de mi familia… Me sirve mucho ver lo que piensan otras personas de la misma noticia que he leído yo. En mi casa, la actualidad, la política, la lectura del periódico era algo importante y creo que de ahí vino mi vocación», confiesa.

La última pregunta también es obligada. ¿Cuál es su producto favorito de IKEA ? «Es fácil: la estantería Billy . Se vende una cada cinco segundos, ¡es impresionante! La elijo porque representa todo lo que es Ikea: sostenible, asequible, funcional, amoldable a tus espacios… Y luego también tiene ese punto simple y escandinavo. Se amolda a lo que tú quieres y eres en cada momento».