A estas alturas de su carrera, con cinco películas, de AzulOscuroCasiNegro (2006) a Diecisiete (2019), se nos olvida a menudo que Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) empezó en televisión. Fue su hermano, cinéfilo empedernido, quien le dijo que se lanzara a escribir viendo que los estudios de Empresariales no eran lo que esperaba.
Escribió un capítulo de Farmacia de guardia en el que el personaje de Quique tenía fimosis; a Antonio Mercero le gustó, se lo encargó y le contrató. Siguió más de una década escribiendo tramas para otras series conocidas (Hermanas, Hospital Central…) hasta que, paso por Nueva York mediante, dio el salto al cine, primero como cortometrajista, formato que nunca ha abandonado, y después al largo.
Ahora, casi tres décadas después vuelve al medio que le convirtió en contador de historias, retratista de personajes y explorador de intimidades. Las de la última fila (Netflix) es la primera serie que escribe y dirige. Protagonizada por cinco amigas de toda la vida (Itsaso Arana, María Rodríguez Soto, Mariona Terés, Mónica Miranda y Godeliv Van den Brandt) emprenden un viaje juntas antes del primer ciclo de quimio de una de ellas. Una semana en Cádiz, un reto al día y muchas conversaciones.
Mujerhoy. Quitando su novela La isla de Alice, todos sus protagonistas hasta ahora habían sido hombres.
Daniel Sánchez Arévalo. Tenía una especie de espinita clavada, sentía una cuenta pendiente conmigo mismo y me apetecía hacer esa inmersión también en pantalla. Para mí ha sido súper bonito explorar terrenos que no son tan familiares, en los que no te sientes tan cómodos así de partida.
Mujerhoy. ¿Cuál fue ese punto de partida?
El concepto del viaje de las cinco amigas justo antes del primer ciclo de quimio de una de ellas y esta especie de ritual con los retos, raparse la cabeza y no hablar del cáncer es una idea que tengo desde hace seis o siete años. Cuando terminé Diecisiete estaba dándole vueltas a otra peli y recuerdo que un día le conté esta idea a mi chica y vi cómo le cambió la cara y me dijo: «Quiero ver esa serie». Ella ha sido mi gran asesora, me ha dejado colarme en la vida de sus amigas, cotillear, explorar, escuchar... Aunque es una ficción, quería que te creyeras a ese grupo de cinco chicas, que fueran auténticas.
Mujerhoy. Habla de salir de su zona de confort, pero se reconoce su estilo. Los creadores pasan la vida buscándolo, usted lo encontró pronto.
Me hace ilusión que lo digas, lo primero porque esa voz de la que hablas yo no la reconozco, pero me gusta que la gente la reconozca incluso en esta historia, que se sale de mi universo más habitual. Siempre intento apartarme de mí mismo y más en este caso, pero al final supongo que la cabra tira al monte. [Risas]
Mujerhoy. ¿Qué hay de usted en las protagonistas?
No es tanto la personalidad, sino las cosas que les pasan o cómo reaccionan. Todos hemos estado metidos en alguna relación tóxica de la que no sabes salir. Como Sara (Itsaso Arana), a veces tengo esa necesidad de hacer las cosas correctas, de mantener siempre un equilibrio en mi vida entre familia, amigos... También he tenido etapas en las que he estado más encerrado en mí mismo, más solo, como el personaje de Olga (Godeliv Van den Brandt). En todas hay cosas que me gustan y me enganchan.
Mujerhoy. Ha sido padre a la vez que trabajaba en la serie. ¿Cómo afectó al proceso creativo?
En que no tenía tiempo. Lo bueno es que tengo mucha capacidad de escribir rodeado de ruido. Pensé que antes de que naciera mi hija tendría una primera versión de los seis capítulos. No fui tan rápido, ella se adelantó tres semanas y me quedaban dos capítulos por escribir. Tenía al bebé cogido y estaba tomando notas. Estuve dos o tres meses sin hacer nada hasta que empecé a escribir, aprovechando las horas que dormía.
Y en el rodaje, igual. Yo salía corriendo para llegar al baño, la cena y dormirla, eso era obligatorio. En los parones iba a casa aunque fuera media hora porque tenía una sensación constante de que mi hija se iba a olvidar de mí, un sentimiento de culpa muy grande. Con la postproducción igual, he acabado montando la serie en casa. Y no creo que con más tiempo la serie habría sido mejor.
Mujerhoy. ¿Veremos otra serie de Sánchez Arévalo?
Ahora lo que quiero es volver al cine, ya, es urgente, es una necesidad vital. Lo que me lleva a contar historias es estar en una sala de cine, viendo películas y sentir esa magia. Hay una sensación agónica. Ves las taquillas de hace cuatro años y parecen una utopía. Tenemos que pelear y es mi intención.
Mujerhoy. ¿Hay algún personaje de su filmografía al que le gustaría volver?
Lo que más me tienta es Primos 2, pero siento que es muy fácil cagarla. Hubo cierta magia con el espectador y si vuelves a esos personajes tras 10 o 15 años hay muchas opciones de fracasar. Fue una creación conjunta con los actores, en un momento muy concreto… Es lo más cercano a lo que me podría provocar curiosidad. Al resto, no, no quiero volver a verlos. [Risas]