Anne Perry, en su casa de Escocia en 1994. /
Anne Perry no es el primer autor de novelas de misterio que posee un oscuro pasado. Chester Himes comenzó a escribir en la cárcel cuando cumplía condena por robo a mano armada. Y James Ellroy robaba en casas para comprar drogas y alcohol hasta que cumplió 30 años y volcó su rabia vital en la escritura. En el caso de Juliet Marion Hulme (el verdadero nombre de Anne Perry), nacida en Blackheath, cerca de Londres, en 1938, ya era una autora reconocida (publicó su primer libro en 1979) cuando su pasado la alcanzó en 1994.
El culpable fue Peter Jackson, el director de El señor de los anillos. Decidió hacer una película sobre un crimen que había sucedido en Nueva Zelanda en 1954 protagonizado por dos adolescentes enamoradas que mataron a golpes a la madre de una de ellas. La película, titulada Criaturas celestiales, y protagonizada por Kate Winslet y Melanie Kynskey, ganó el León de Plata en el Festival de Cine de Venecia en 1994. E hizo saltar por los aires la imagen que los lectores de Anne Perry tenían de su autora favorita.
Melanie Kynske y Kate Wisnlet, en Criaturas celestiales, de Peter Jackson. /
La relación entre Juliet-Anne y Pauline comenzó cuando los padres de Anne Perry (un físico nuclear y una consejera matrimonial) se trasladaron a Christchurch (Nueva Zelanda) cuando ella tenía 13 años porque le habían ofrecido el cargo de rector de Canterbury University College. Ambas chicas se hicieron inseparables. Compartían el interés por los libros, querían ser escritoras e inventaron un mundo imaginario de reminiscencias medievales en el que el cantante Mario Lanza era santificado.
Cuando los padres de la escritora decidieron divorciarse (lo que implicaría que Anne abandonaría Nueva Zelanda), las chicas idearon un plan para no separarse. Con el sentimiento trágico ante cualquier adversidad y la inconsciencia sobre las consecuencias de los propios actos que caracterizan a la adolescencia, asesinaron a la madre de Pauline golpeándola en un parque con un ladrillo envuelto en una media.
Pauline, de 16 años, y Juliet, de 15, fueron juzgadas, encontradas culpables de asesinato y enviadas a la cárcel. Tras cinco años encerradas fueron puestas en libertad con la condición de no volver a verse. Años después, Anne Perry declaró al periódico The New Zealand Herald que la relación entre ambas nunca fue sexual, pero sí reconoció que fue bastante obsesiva. Nunca ha negado su culpabilidad, pero se excusó en el temor de que su amiga suicidara si no la apoyaba en el plan.
De vuelta en Inglaterra, y con el apellido que tomó de su padrastro, Anne Perry trabajó como vendedora, asistente de vuelo, redactora de pólizas de seguros y en una empresa de limusinas antes de publicar su primer libro, Los crímenes de Cater Street, en 1979. Fue el primero protagonizado por un policía victoriano, el inspector Pitt, y su esposa, la poco convencional aristócrata Charlotte, y el inicio de una exitosa carrera durante la que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo.
Tanto esta serie, que terminó en 2016 con Asesinatos en Kensington Gardens (Ediciones B, 2019), como las protagonizadas por el comandante William Monk, son novelas de investigación de un crimen en la época victoriana. Aúnan romance, misterio y una leve crítica social. Aunque es un hombre el que da nombre a la serie, sus esposas tienen el mismo protagonismo en la trama e intervienen en las investigaciones.
Mareas de sangre, de Anne Perry, el último libro publicado en España. /
En los últimos años inició una nueva serie de novelas de intriga y espionaje, ambientada en los años 30, con la fotógrafa y agente secreto Elena Standish como protagonista. Además, publicó novelas de ambientación navideña, en la Primera Guerra Mundial, y juveniles de fantasía. Mareas de sangre (la última de la serie de William Monk) (Ediciones B, 2022) es el último libro que publicó antes de sufrir un infarto el pasado diciembre, que empeoró su salud gravemente.
Anne Perry está incluida en el listado de los 100 mejores escritores de misterio del siglo XX (junto a Agatha Christie, Raymond Chandler, Dashiel Hammet o Arthur Conan Doyle) que publicó en 1998 el periódico The Times. Como escritora, le interesaba menos el proceso de investigación que los efectos de esta en las personas involucradas. ¿Conozco bien a los demás? era la pregunta que intentaba responder en sus novelas. Pero sus lectores nunca obtuvieron respuesta a si conocían bien a Anne Perry.