
Gilian Anderson
Gilian Anderson
Reconozco que entrevistar a Gillian Anderson (Chicago, 1968) impone. Una mujer que ha estado presente en nuestras pantallas desde hace más de 30 años. Un ídolo que ha traspasado generaciones (llegando incluso a estar muy valorada por la generación Z gracias a Sex Education ), que a día de hoy está más de actualidad que nunca. Bien sea por sus proyectos audiovisuales o por su libro «Quiero», la actriz ha demostrado que, aunque pasen los años, ella sabe adaptarse, convenciendo a su público, además de captando nuevos adeptos, más allá de los fans de Scully, que fue uno de los grandes iconos del feminismo de los 90. Una personalidad arrolladora que, incluso, a través de una pantalla, es magnética, viéndose una actitud fuerte, en la que responde con pasión a todas las causas que a ella le importan.
La actriz americana se acaba de unir a la familia de portavoces de L'Oréal Paris y afirma sobre ello «me siento muy honrada. Hay mujeres extraordinarias que son embajadoras y han estado allí durante mucho tiempo». Helen Mirren, Andie MacDowell , Viola Davis o Eva Longoria son algunos de los rostros que la acompañarán en el viaje con la marca parisina y considera que son «mujeres que respeto enormemente y es algo que me encanta». Sobre la firma de belleza parisina destaca que «es una marca icónica de la que me encanta su mensaje para las mujeres. Por ello, estoy muy contenta de unirme al equipo».
Son muchos los grandes papeles que ha interpretado Gillian Anderson. Desde su rol inolvidable en los 90 como la agente Scully en Expediente X, hasta la icónica Jean Milburn en Sex Education, la americana ha reconocido que sufrió pánico a la hora de interpretar a Emily Maittlis en Scoop. Pero ¿cuál ha sido el papel de su vida? «En 2016 participé en la obra «Un tranvía llamado deseo» y este era un papel que llevaba 30 años queriendo hacer, desde la escuela secundaria. Por este motivo, Blanche Dubois era definitivamente un sueño hecho realidad para mí».
La carrera de Anderson ha sido muy prolífica con el paso de los años y, aunque en la actualidad, nos encontramos en un momento en el que las actrices mayores de 50 años tienen cabida en el mundo del cine, esto no siempre ha sido así. Ella ha sido una de las mujeres que ha plantado cara al edadismo y al preguntarle si este es el mejor momento de su carrera afirma «sí, probablemente podría decirlo, no puedo discutir sobre esto».
Al hilo de esto, le preguntamos si al envejecer nos volvemos más poderosas y cuáles son las armas de las que disponemos con la madurez de las que carecíamos en nuestra juventud. Para Anderson esto es «una gran pregunta» y matiza que «la vida nos da experiencia y sabiduría». Puntos que se pueden vincular con su carrera profesional y de los que destaca que «algo de lo que podemos aprender es de la experiencia y experimentando, quizás, espero que otras mujeres puedan hacer lo mismo».
Una experiencia que veremos en sus próximos proyectos en la gran pantalla que son las películas «The Salt Path», «Tron: Ares» y «The Abandons». Además, la veremos en la serie británica «Trespasses», que está ambientada en la década de los 70 en Irlanda del Norte, durante el conflicto norilandés.
Gillian Anderson /
Más allá de su participación en Sex Education, el sexo está muy presente en el día a día de Anderson ya que desde hace años colecciona fotografías de objetos cotidianos con forma de objetos sexuales. Una materia en la que ha ido más allá con la publicación de su libro «Quiero», una recopilación de testimonios de mujeres de todo el mundo, en el que ellas narran sus fantasías sexuales más íntimas.
La gran cuestión es, ¿por qué nos avergonzamos de algo que disfrutamos tanto? Gillian Anderson cree «dada la popularidad de la industria del porno y el hecho de que tanta gente gasta dinero y tiempo en ver sexo o en pensar en sexo, uno pensaría que es algo mucho más aceptado, parte de un instinto natural y un aspecto de nuestras vidas». La actriz y escritora se queda pensativa y duda «sinceramente no lo sé. No sé si es culpa, vergüenza, miedo... Definitivamente todavía hay mucha vergüenza en torno a ello y, que por supuesto, crea el tabú».
Sobre esta vergüenza es de la que nace el libro, del que la Anderson pretendía «ejemplificar para las mujeres de todo el mundo que no están solas en sus fantasías y pensamientos, en un esfuerzo que, con suerte, en algún momento eliminará un poco esa vergüenza».
Un libro para el que recibió 1.800 testimonios, un total de 800.000 palabras en el que la actriz no se sintió incómoda en ningún momento. Eso sí, hubo momentos en la lectura en los que «sentía que estaba leyendo sobre el mismo tema una y otra vez, llegando a tener la mente en blanco en algunos momentos». No obstante, «una parte preciosa del proceso fue el momento en el que conseguimos reducir todos esos testimonios a los mejores ejemplos de historias y fantasías, convirtiéndose en la parte más interesante del proceso».
Dicho esto, vemos que Gillian en su día a día, al igual que en la entrevista, habla sobre deseo, feminidad, placer y amor, pero también de dolor, miedo, infidelidad y consentimiento. ¿Dónde deberíamos de poner el límite? «En la sexualidad, en las relaciones debe de trazarse una línea en el momento en el que nos sintamos incómodas, que no queramos seguir, independientemente de que sea nuestra pareja, un amante o un rollo de una noche. Da igual quien sea. Creo que es importante que la persona del otro lado escuche y pare».
Gillian Anderson /
Incluso a través de la pantalla puedes ver que Gillian Anderson tiene una gran fuerza, una autoestima que te llega y un magnetismo en el que notas que ella está muy segura en su piel. ¿Ha sido esto siempre así? Dentro de las lecciones que ella ha aprendido respecto a su yo de los 20 años le diría «disfruta de la vida al máximo y no dejes que el miedo se interponga en tu vida».
Algo que va de la mano con su visión sobre el feminismo que es «denunciar sin pudor donde siguen existiendo desigualdades», considerando «vital que las mujeres se apoyen unas a las otras». Por ello, «escuchar las historias de otras mujeres hacen que nos sintamos escuchadas, conectadas y menos solas».
Centrándonos en la belleza y en su rol como nueva portavoz de L'Oréal Paris, queremos saber qué papel juega el cuidado personal en su rutina. «Estaba en un segundo plano hasta hace poco, he estado intentando dedicarme más tiempo a mí misma». Profundizando en ello, reconoce Anderson «siempre he sido muy perezosa sobre mis rutinas de belleza. Lo que he aprendido es que utilizar los productos adecuados de cuidado de la piel , realmente puede marcar la diferencia».
Y es que la actriz comenzó a introducirse en el cuidado de la piel muy tarde, primando ahora «la limpieza y la hidratación que antes no me hacía». Nos despedimos con un truco que haya aprendido de su contacto con los maquilladores profesionales a lo largo de su carrera: «una piel luminosa es tan atractiva como un maquillaje completo».