La vida de excesos de John Galliano: su extraña salida de Maison Margiela, sus demonios internos y un león en el ascensor

El popular diseñador John Galliano ha revelado en un post de Instagram que deja la firma de moda belga Maison Margiela después de una década llevando sus riendas creativas. El modisto, nacido en Gibraltar hace 64 años, se ha extendido a lo largo de dos páginas en un post en el que insinúa que las razones de su marcha se aclararán con el tiempo y no desvela cuál será su siguiente paso.

Parte del mensaje reza así: «Hoy es el día en que digo adiós a Maison Margiela. Mi corazón rebosa de gratitud y mi alma sonríe. Hoy cumplo 14 años, 14 años sobrio. Viviendo una vida mejor de lo que jamás soñé, y esto es gracias a dos personas, dos personas verdaderamente hermosas a las que amo y aprecio. Ellos, sin embargo, son demasiado humildes para permitirme mencionar sus nombres aquí. Sabemos quiénes son, y les estaré eternamente en deuda, eternamente agradecido. Los rumores... todo el mundo quiere saber, y todo el mundo quiere soñar. Cuando llegue el momento, todo se sabrá«.

Margiela nombró a Galliano director creativo en 2014. Su fichaje se produjo tras su salida de Dior en 2011, plagada de escándalos, cuando fue apartado de la maison francesa por lanzar insultos antisemitas a un grupo de mujeres judías en un bar de París. El prestigioso diseñador ha cosechado numerosos éxitos profesionales a lo largo de su carrera, pero también ha luchado contra la adicción a las drogas y el alcoholismo.

Su trabajo en Maison Margiela ha sido muy elogiado, sobre todo por el presidente de la marca, Renzo Rosso, que emitió un comunicado tras la marcha de Galliano. «Trabajar con John fue una de las experiencias más significativas e impactantes de mi vida. Fue mi mentor y me mostró su visión, enriqueciéndome culturalmente y permitiéndome llevar parte de esa visión y cultura al resto del grupo», ha asegurado. Bajo la dirección creativa de Galliano, las ventas de Margiela crecieron un 23% en 2023, tras aumentar un 24% en el periodo 2021-2022.

Este éxito no sorprenderá a quienes conozcan el trabajo de Galliano: desde el look de Rihanna para la Gala MET inspirado en el Papa hasta el vestido de novia de Kate Moss, algunos de los momentos más icónicos de la moda del siglo XXI han salido de su brillante mente.

Criado en el sur de Londres como hijo de un fontanero, Galliano dice que se inspiró en su madre española, que les vestía a él y a sus hermanas con ropa inmaculadamente planchada y almidonada cada vez que salían de casa. A los 16 años dejó la escuela para estudiar diseño textil en el East London College, antes de matricularse en la prestigiosa St Martin's School of Art en 1980. Tras iniciar una línea homónima en los años 80, Galliano fue nombrado diseñador de Givenchy en 1996.

Pronto dio el salto a Dior, antes de ser despedido tras ser filmado expresando admiración por Hitler y diciendo a una mujer, que él creía judía, que sus padres deberían haber sido gaseados. En estado de embriaguez, supuestamente despotricó también contra un asiático que estaba sentado con ella.

Durante el juicio celebrado en 2011, Galliano admitió haber hecho comentarios antisemitas y racistas en dos ocasiones y se le impusieron dos multas con suspensión de la pena, por un total de 6.000 euros. En su defensa, su abogado citó sus luchas con las drogas y el alcohol y su gran carga de trabajo, señalando que diseñaba hasta 32 colecciones cada año.

Aquello fue tan solo la punta del iceberg de Galliano, que ya había cometido varias indiscreciones en estado de embriaguez. Años antes, tras una Semana de la Moda parisina, el modisto se desnudó y pasó cuatro horas en un ascensor del hotel Ritz, diciendo a los huéspedes que intentaban entrar que era un león, mientras les gruñía.

En un documental estrenado este año sobre él, Galliano practicó una especia de exorcismo, asegurando a cámara que iba «a contarlo todo», desde la reacción horrorizada de sus devotos padres católicos ante su homosexualidad hasta su abuso de Valium, anfetaminas y somníferos.

«Me estaba suicidando lentamente», aseguró en esta producción, en la que también reveló sus problemas con el trabajo y la depresión tras la muerte de su padre y de grandes amigos como Steven Robinson y Alexander McQueen . A pesar de sus disculpas, las consecuencias de los exabruptos de Galliano se tradujeron en su cese fulminante como director creativo de Dior, donde ganaba 4,5 millones de euros al año.

El diseñador fue exiliado de la moda, aunque solo temporalmente, ya que diseñó el vestido de novia de Kate Moss ese mismo año, llamando al proyecto su «rehabilitación creativa». Ahora, a la espera de conocer sus nuevos pasos, el presidente de Maison Margiela asegura que le desea «lo mejor a mi querido amigo John, y sé que habrá otros proyectos en los que podamos colaborar en el futuro«. Sin remordimientos. Y hasta la próxima.