Solo tenía 17 años cuando Luz Gabás (Monzón, 1968) aterrizó en el aeropuerto de Fresno (Califonia). Gracias al esfuerzo de sus padres y con una beca, iba a estudiar COU en Estados Unidos. «El primer mes allí no hice más que llorar», recuerda la escritora, unos días después de haber ganado el Premio Planeta 2022 con su novela 'Lejos de Luisiana'.
Apenas hablaba inglés y no había salido antes de casa, pero su amor propio hizo que aguantase. También que descubriera, por mediación de una exigente y severa profesora, Mrs. Poe, la historia de un país que desde entonces la atrapó. Allí supo que los fresnos, los mismos que pueblan el valle de Benasque en el que vive, crecen en las situaciones más adversas –«hasta en una explanada de cemento», asegura– y que en inglés les llaman ashtree, árbol de la ceniza, símbolo de renacimiento y reencarnación.
Cuando tuvo que elegir un seudónimo con el que presentar el manuscrito de Lejos de Luisiana, la historia de amor entre un nativo americano y una criolla francesa en los EE. UU. de finales del siglo XVIII, Gabás no lo dudó: sería Hoja de fresno.
Mujerhoy. Usted ha tenido ya varias vidas: profesora, alcaldesa, escritora...
Luz Gabás. Y con cada novela que escribo siento que me reencarno de nuevo en otra persona. Vives otras vidas, que como decía Walt Whitman: «Yo contengo multitudes». Somos muchos en uno.</P>
MH. El ganador del año pasado del Planeta, Carmen Mola, era exactamente tres en una. ¿Sacó alguna conclusión de aquella polémica?
No sé pensar en términos de masculino o femenino. Pienso en las personas. Aquello, desde luego, me pareció sorprendente. Y eso es fantástico. Hay que pensar en lo que representaba esa novela en el panorama cultural. Todas las novelas están en un diálogo permanente con su contexto y aquella era un potente thriller en la línea de las anteriores.
MH. Pero lo que se comentó fue que tres hombres se hubieran hecho pasar por una mujer.
Aquello me resultó ingenioso, si me permites la palabra. Hasta el nombre Carmen, que es muy español, y Mola, porque me mola Carmen Mola. A mí me pareció una jugada inteligente dentro del contexto actual.
MH. No es la primera vez que alguien que ha pasado por la política gana el Planeta. Sin ir muy atrás en el tiempo, la ex ministra Ángeles González Sinde lo obtuvo en 2013. ¿Ha recibido más felicitaciones por este premio o cuando fue elegida alcaldesa de Benasque en 2011?
No tengo la sensación de haber estado en política. Yo he sido alcaldesa de un pueblo. Para mí, estar en política es otra cosa. Lo que hice fue gestionar un presupuesto municipal, haciendo que funcionase lo común y llegase el dinero.
MH. ¿La verdadera política no se hace desde los ayuntamientos?
Eso era antes. La verdadera política se practica desde más arriba, desde las ejecutivas de los partidos, y yo no estuve ahí.
MH. ¿Qué fue lo más duro de aquella etapa?
Me tocó una riada que destrozó el municipio. No quedó nada, ni depósito de agua. Fue horroroso, horroroso. Pasamos mucho miedo. Lo resolvimos muy bien, porque todo el mundo se volcó.
MH. Además, publicó su primera novela, Palmeras en la nieve, siendo alcaldesa. ¿De dónde sacaba tiempo para todo?
Fue una casualidad. Lo logré porque tengo un marido que se encargó de la casa y los hijos, cubría la logística del día a día. Sin él, habría sido imposible.
MH. Un premio tan bien remunerado como el Planeta, ¿hace que ya no tenga que pensar en otra cosa que no sea escribir?
Por un lado es un prestigio ya de por vida, pero sobre todo me da tranquilidad para el siguiente libro. Desde luego, no da para retirarse.
MH. Al menos ahora podrá dedicarse en exclusiva a lo que le gusta.
Siempre he escrito de lo que me gustaba. Otra cosa es que sufra haciéndolo, porque soy una escritora que sufre con cada palabra, no lo puedo evitar. Me cuesta muchísimo sacar lo que llevo dentro. Hasta que tengo el primer manuscrito escrito lo paso mal, luego voy mejorando.
MH. ¿Recuerda la lectura apasionada de algún otro libro ganador del Planeta?
Sí, perfectamente. Melocotones helados, de Espido Freire. Lo recuerdo como si fuera hoy, y la ilusión de ver a alguien tan joven llevandose el premio. Aquello me encantó. Luego tuve la oportunidad de conocer a Espido y, de alguna manera, se abrió un círculo que con este premio se ha cerrado y ha hecho que se abra uno nuevo.
MH. Vuelve al romance histórico entre colonos y colonizados que tanto éxito le aportó con Palmeras en la nieve. ¿El amor en tiempos revueltos da más juego?
¡Por supuesto! Ahí es donde está el jugo. En mi entorno, dramas lo que se dice dramas no hay, así que tengo que buscarlos, porque donde hay drama, hay novela. En este caso fue una leyenda de Kaskaskia que me sirvió de inspiración, en la que una mujer blanca se enamoró del hijo del jefe de una tribu. Sobre todo, solía ser al revés, blancos que se casaban con nativas; pero en zonas como la del río Illinois, a muchos indios los habían educado jesuítas, hablaban francés y conocían la fe católica, por lo que tampoco sería inverosímil.
MH. 'Lejos de Luisiana' es muy cinematográfica, tiene aires de superproducción, como lo era 'Palmeras en la nieve'. ¿Quedó satisfecha con la película?
Tenía la esencia y se complementó muy bien con la novela. Ahora solo imagino a los personajes con la cara de esos actores y actrices.
MH. Seguramente el cheque aún no se lo hayan ingresado, pero ¿se ha dado ya algún capricho?
Soy poco caprichosa, soy más bien una mujer práctica. Me acabas de dar la idea, porque he pensado en todo menos en darme algún capricho, así que gracias por recordármelo. Una vez descontados impuestos, hipóteca, gastos de los hijos... ¿ quizás un viaje?
Asistente de fotografía: RUS MORENO. Maquillae y peluquería: ALBA NAVA (ANA PRADO) para Ringana y Rodolphe&Co. Agradecimientos: ONLY YOU HOTEL ATOCHA, Madrid (onlyyouhotels.com).