La vida personal de Miquel Roca, abogado de la infanta Cristina: cuatro hijos, un accidente grave y el gran amor de su vida

La noticia del acuerdo de divorcio de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin ha vuelto a poner en el primer plano al abogado de la hermana del rey , Miquel Roca, quien ha llevado el caso con la discreción necesaria. No solo por la confidencialidad debida a su cliente, sino porque el letrado no suele prodigarse en declaraciones públicas.

De hecho, Roca siempre ha sido muy cauteloso con la información que daba de su clienta mientras que, Mario Pascual Vives, letrado de Urdangarin ha sido más locuaz con los medios. En cualquier caso, tenemos que recordar que en esta ocasión no ha sido Vives quien se ha ocupado personalmente del divorcio del ex duque de Palma.

Miquel Roca Junyent fue fundador de Convergencia Democrática de Cataluña, diputado entre los años 1977 y 1995 y uno de los padres de la Constitución del 78. Se ha caracterizado por tener una vida personal muy discreta y por su enorme capacidad de trabajo. A sus 83 años, en su labor de presidente y abogado en ejercicio, sigue siendo una pieza clave de su despacho RocaJunyent. El bufete está considerado como uno de los siete mejores para trabajar en España, según la consultora Grace Place To Work.

Hace tres años Miquel Roca celebró una cifra muy redonda, los 80, en la estricta intimidad, y con las dificultades que entrañaba la pandemia del coronavirus. Los esfuerzos que se hicieron para que trascendiera algún detalle de esta fecha tan importante fueron en vano. Lo más probable es que lo celebrara con su mujer, Anna María Sagarra Trias, pero no parece factible que pudiera reunirse con sus cuatro hijos por las circunstancias que entonces vivíamos.

Joan Roca, el mayor de sus hijos, es presidente ejecutivo y socio del bufete. Por su parte, Berta y Agnès son socias en la empresa de interiorismo Amsa, un estudio que echó a andar en 1976 con una premisa muy clara, como dejan de manifiesto en su página web: «El diseño de interiores como la proyección y distribución del espacio de manera práctica y funcional ha ido marcando cada uno de los proyectos». Entre sus trabajos recientes destaca la reforma que han hecho en las oficinas del bufete familiar. Agnès, que estudió en la prestigiosa Parsons School of Design de Nueva York durante un año, es la CEO del estudio.

La menor de los cuatro hijos del matrimonio Roca-Sagarra es Helena, que lleva vinculada contractualmente a la Fundación Gran Teatro del Liceo desde los años 90, en los que participó activamente en la recuperación del templo de la lírica barcelonés después del incendio en 1994. En la actualidad es directora de Patrocinio, Mecenazgo y Eventos de la fundación.

«Uno de los objetivos más importantes que tenemos como sociedad es entender que debemos identificarnos, vincularnos e implicarnos en un proyecto para colaborar en su viabilidad y sostenibilidad, sin esperar nada a cambio, más allá de de la satisfacción de formar parte de él y hacerlo posible», manifiesta en su perfil de Linkedin. Helena es diplomada como secretaria de dirección en Institución Cultural del CIC y con estudios en Salisbury Commerce School.

Miquel Roca aseguró en una entrevista en El País que en sus años como diputado sus hijos habían crecido sin él por la gran implicación que conllevaba, pero han sido sus nietos quienes le han dado una segunda oportunidad de disfrutar de este tiempo afectivo tan preciado. También el de su mujer, Ana María Sagarra Trías, su amor de juventud, a quien conoció en unas vacaciones en El Port de la Selva, en la Costa Brava.

Nacido en Burdeos en 1940, porque su padre, Joan Baptista Roca Cabell, abogado y político como él, se exilió durante la guerra civil, Miquel llevaba en los genes su vocación. Su progenitor fundó el partido democristiano Unió Democrática y fue directivo del Fútbol Club Barcelona durante la República.

La familia pudo regresar a la Ciudad Condal en 1941 y Roca estudió en Escola Virtèlia, donde coincidió con Jordi Pujol, el célebre arquitecto Ricardo Bofill (padre del que fuera marido de Chábeli Iglesias y pareja de Paulina Rubio ), Federico Mayor Zaragoza y Pasqual Maragall (apartado de la vida pública a consecuencia del Alzheimer). Todos ellos proceden de familias de la burguesía catalana. La lucha antifranquista fue el denominador común de muchos de los amigos que surgieron en esa época en este centro educativo privado creado en 1939 de orientación cristiana y catalanista.

Uno de los mayores sustos de su vida se produjo en julio de 1998 cuando sufrió un accidente de tráfico en Ibiza. Miquel Roca y Ana María Sagarra iban acompañados en el vehículo por el empresario Enrique Puig, miembro de la familia fundadora de la gran empresa de perfumería y cosmética, y su mujer, Eulàlia Alzina. La mujer del abogado requirió ser hospitalizada e intervenida quirúrgicamente. Afortunadamente, tanto ella como los Puig, que también tuvieron que ingresar en el centro médico, se recuperaron satisfactoriamente.