Clara McGregor, protagonista de la portada de abril de Mujerhoy. /
Este sábado 23 de marzo, Clara McGregor es la gran protagonista de un número en el que reflexionamos sobre la fama y la pasión heredada. La guionista, productora y actriz habla en exclusiva para Mujerhoy de Bleeding Love, la película en la que comparte pantalla con su padre, el intérprete Ewan McGregor. «Ha sido una experiencia preciosa por varias razones. Como adulta, pasar un tiempo prolongado con tu padre es algo poco frecuente; aunque suene raro, cada vez es menos fácil disfrutar de la experiencia de estar juntos. Así que ha sido increíble tener esta oportunidad. Es algo que siempre había deseado: poder fijarme en su trabajo, en cómo se prepara y hace cada escena. Aprecio mucho lo que ha hecho en este proyecto, pero también todo lo que he podido aprender con él. Ha sido un lujo«.
«Tuve mucha suerte de crecer rodeada de cine: mi padre es actor y mi madre, productora. Pude sumergirme en el cine desde muy pequeña y eso me hizo enamorarme de esta profesión», explica sobre una pasión que ha aflorado realmente ahora que ha cumplido 28 años. «Actúe cuando era niña, en el colegio. Pero mudarme a Los Ángeles con mi familia, siendo una adolescente, me generó un rechazo a todo lo que tenía que ver con la actuación. Pensé en dedicarme a otra cosa, en estar detrás de las cámaras, en ser fotógrafa... Y fui a la Universidad con eso en mente, pero empecé a dar clases de interpretación durante mi primer año y entendí que amaba interpretar, que lo que realmente quería era dedicarme a esto».
Chino Darín también ha tenido que gestionar el peso de un apellido que le antecede. Ha ayudado que le gusta el riesgo y no siente vértigo, requisitos fundamentales para subirse a una grúa del puerto de Barcelona en Mano de hierro, la serie que el actor argentino acaba de estrenar en Netflix. También para hablar con perspectiva de la fama, su familia, la pareja que forma con Úrsula Corberó y los golpes que ha decidido coleccionar. «Las escenas de acción son duras, especialmente cuando no quieres usar dobles», cuenta en su encuentro con Mujerhoy.
En un momento crucial de una carrera que ha desarrollado a caballo entre Argentina y España, el actor de 35 años asegura que todavía sigue preguntándose si realmente vale para esto. «Todo el tiempo. Siempre, siempre, desde que soy muy chico, pero es parte del desafío. Cada vez que termino un rodaje me pasa eso. Es una constante. Hay gente que se nutre de cierta autoestima o idea de con fianza. Para mí la duda es nutritiva. A veces leo guiones o propuestas que me digo: «Sé que podría hacerlo bien». Pero no suele ser lo que me interesa. Eso me lleva a asumir riesgos, no aceptar sólo aquello para lo que sé que estoy preparado«.
La última vez que Lyubov Sobol (Lobnya, 1982) vio a Alexéi Navalni en persona fue sólo unos días antes de que el opositor ruso fuera envenenado mientras viajaba en avión desde Siberia a Moscú, en agosto de 2020. Pero durante los cuatro años siguientes mantuvieron una correspondencia constante, a veces diaria. La última comunicación entre ellos sucedió una semana antes de que el Gobierno ruso anunciara la muerte del disidente en la cárcel de Siberia en la que cumplía condena. Tres semanas después, cuando Mujerhoy entrevista a Sobol, reconoce que todavía está en shock.
Durante años, la abogada fue la colaboradora más estrecha de Navalni , investigando las corruptelas de los empresarios y burócratas más próximos a Putin y denunciándolo en su canal de YouTube. Después de varias detenciones, huelgas de hambre e intentos frustrados de presentarse a las elecciones, en 2021 se exilió a Estonia para evitar la cárcel; ahora, vive en Estados Unidos. En Rusia todavía hay cinco causas penales y una orden de busca y captura abiertas contra ella. « Se me considera enemiga pública de Rusia. Estoy en la lista de terroristas y extremistas, en la de agentes extranjeros… La pasada primavera, estando en Berlín, intentaron envenenarme, algo por lo que sigo en observación médica. Incluso estando fuera del país, nunca me siento totalmente segura. Las manos de Vládimir Putin llegan literalmente a todas partes».
De la estirpe de los nepo babies a la amenaza global que podrían suponer los kleptobrats. Son la descendencia de dictadores y oligarcas. También los herederos de las fortunas tecnológicas. Presumen de privilegios, mientras hacen del nepotismo su barrera protectora. Conoces sus apellidos, pero ¿tendrías que temer sus intenciones?
Tenía 18 años cuando entró en política, la edad necesaria para fundar Nuevas Generaciones en su pueblo. Sin embargo, el nombre y el rostro de Carmen Fúnez (Almodóvar del Campo, Ciudad Real, 1975) siguen pasando desapercibidos para la mayoría. Quizá porque, asegura, no le gusta dar titulares exagerados y huye del insulto y la bronca. Dialogante y con mano izquierda, la vicesecretaria de Organización del PP, la mujer que controla el partido, es una figura por descubrir. «A veces hay demasiado ruido en torno a la política. Los políticos tenemos que hablar cuando vamos a contar algo que puede ser interesante para los ciudadanos. Creo que faltan hechos y sobran a veces demasiadas palabras, que no explicaciones».
Entre los cientos de libros que la novelista Lauren Groff (Cooperstown, Nueva York, 1978) atesora en la biblioteca de su casa, una parte bastante respetable de su colección está compuesta por manuales de supervivencia. «Ya era un poco paranoica incluso antes de la pandemia y tengo muchos libros que te enseñan cosas como cinco maneras de hacer un fuego. Pero en caso de desastre, estaría tan indefensa como cualquiera. Lo único que podría hacer es volver a leerlos», reconoce desde su casa en Florida. Pero la inversión no ha sido del todo en balde.
Después de escribir novelas tan celebradas como Arcadia, En manos de las furias o Matrix, y convertida en una de las escritoras contemporáneas más reverenciadas por la crítica, Groff acaba de publicar La tierra más salvaje (Lumen), una novela de supervivencia que arranca cuando su protagonista, una joven sirvienta de un asentamiento inglés del siglo XVII, escapa para adentrarse sola en el salvaje territorio norteamericano. Para su autora, este libro es prácticamente un autorretrato. «Aunque nunca he estado sola y muerta de hambre en un bosque, el viaje espiritual de la protagonista es algo que siento muy próximo a mí».
Con 83 años y retirada de la música, la última heroína de la canción protesta hace balance de una vida plagada de hitos, afronta su secreto más doloroso y asegura que hoy prefiere pintar cuadros de antiguos amantes… y escuchar a los Gipsy Kings. «Cuando me casé, quería ser la esposa ideal y la madre perfecta», reflexiona Joan Baez en la conversación que mantuvo con Mujerhoy. «Quería tener un montón de hijos. Así me veía yo a mí misma, cocinando sopa o encendiendo el fuego. No sé en qué estaría pensando, pero era todo una fantasía, porque mi dificultad con la intimidad lo hizo imposible. Ahora, después de años de trabajo de terapia y de haber dado con mi lugar, creo que el siguiente paso es encontrar a un compañero, pero me siento feliz tal y como estoy».
Además, en las páginas de estilo, la modelo Lucía Rivera saca a pasear todas las tendencias de pantalones que vas a lucir esta primavera. En crochet, ultracorto, pitillo. pata de elefante, con brillos… será el protagonista a todas horas. También toman la pista, como ruedas que giran a toda velocidad o motores revolucionados al máximo, los looks más rebeldes y todoterreno de la temporada.
«A veces diseño objetos para que se hable de ellos, para que nos vuelen la cabeza», afirma Marcel Wanders. Holístico, humanista, romántico, provocador, sorprendente. Son las palabras que mejor definen al diseñador que cambió los paradigmas de su profesión en 1995 con su silla Knotted. Esa mezcla de tecnología, audacia, belleza y artesanía conforman el ADN de su trabajo. Wanders sigue creando con la misma curiosidad y fuerza desde su estudio y a través de su firma Moooi.
Y por último, conocemos los nuevos imprescindibles de la capital francesa cuando se prepara para la gran fiesta de los Juegos Olímpicos en nuestra Lista M, y la bailarina, coreógrafa y ahora también actriz La Ribot nos cuenta la importancia de tener siempre unas tijeras a manos en su historia con final feliz.