Siempre con la puerta cerrada. Generalmente, en el despacho del jefe. Y con un poco de suerte, manteniendo la dignidad, los buenos modales y la compostura hasta el final. Así es como se producían las dimisiones y los despidos en las oficinas de todo el planeta antes de que el WorkTok –la tendencia que ha convertido a TikTok en el afterwork de las generaciones millennial y Z– pusiera todo patas arriba. Ahora lo que se lleva es dimitir en TikTok. O peor aún: ser despedido en riguroso directo.
Lo primero ya tiene cierto recorrido. Al menos, para los estándares de las redes sociales: QuitTok nació a finales de 2021, al calor de la gran dimisión post pandémica en Estados Unidos, y despegó definitivamente hace un año, pero sigue siendo una tendencia omnipresente y una fábrica constante de titulares, como esta misma semana demostraba el Financial Times, la biblia de los negocios.
Consiste, como su propio nombre indica, en dimitir y, acto seguido, compartir por qué has decidido hacerlo en TikTok . Y, de paso, denunciar a un jefe tóxico o la política corporativa de la empresa. Si además eres capaz de hacerlo con un poco de gracia puede que consigas, incluso, protagonizar tus cinco minutos de fama.
Hablamos de un hashtag que acumula más de 600 millones de visualizaciones y que es una expresión más (y la última de una larguísima lista de tendencias) de cómo las generaciones profesionales jóvenes están impugnando muchas prácticas corporativas y poniendo la salud mental por delante del éxito profesional. De ahí que también sea una práctica temida por los departamentos de recursos humanos de las empresas.
Pero en las últimas semanas, a esta tendencia se ha sumado una nueva: la de quienes graban sus despidos para después compartirlos en TikTok. Muchas veces dejando en evidencia a un superior déspota o un departamento de recursos humanos con poco tacto y menos argumentos. Ocurre, habitualmente, con trabajadores en remoto y, a menudo, sirve como terapia on-line para quienes acaban de perder su empleo.
La británica Brittany Pietsch, una ex ejecutiva tecnológica de la compañía estadounidense Cloudflare, lo hizo a principios de enero y su vídeo de nueve minutos en TikTok se hizo viral inmediatamente bajo el título «Cuando sabes que te van a despedir y decides grabarlo».
Lejos de agachar la cabeza y resignarse, Pietsch rebatía los argumentos de los representantes de la compañía, exigía explicaciones y defendía su trabajo. Su reivindicativo despido encendió la mecha en X y TikTok, donde vídeos similares, muchos de ellos relacionados con los despidos masivos que en los últimos meses han sacudido el sector tecnológico y la apabullante mayoría protagonizados por mujeres, se han multiplicado en las últimas semanas alimentando otros contenidos relacionados, como los consejos virales para afrontar este tipo de situaciones. Así hasta que el hashtag #layoffs (despidos en inglés) ha conseguido acumular más de 366 millones visualizaciones.
Pero aunque en apariencia puede parecer un fenómeno empoderador para toda una nueva generación de profesionales jóvenes (los más expuestos a este tipo de despidos on-line que ocurren a través de una llamada por Zoom y duran menos de 10 minutos) los expertos desaconsejan la práctica. Puede interpretarse, advierten, con una falta de profesionalidad, suponer un obstáculo serio a la hora de conseguir el siguiente trabajo o, incluso, tener serias consecuencias legales.
La propia Pietsch, precursora de la tendencia, ha sido duramente criticada en X –donde han llegado a tacharla de «joven y estúpida»- pese a que el vídeo forzó al CEO de Cloudflare a reconocer (y disculparse) por la mala gestión de sus ejecutivos. El fenómeno también deja en evidencia que el control que las compañías empezaron a ejercer sobre sus empleados durante la pandemia (monitorizando su actividad a través del ratón, el teclado, la webcam o supervisando en contenido de emails y mensajes) está empezando a darse la vuelta: el foco está ahora en la gestión de las empresas. Y de eso depende su reputación.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?