Misión Artemis II De la Antártida a la Luna: quién es la intrépida Christina Koch, la primera mujer que viajará al satélite

Cinco décadas después de las históricas misiones Apolo, la NASA volverá a la Luna y una mujer viajará por primera vez al satélite. La elegida es la astronauta Christina Koch, que en 2020 pasó 328 días en la Estación Espacial Internacional y antes vivió tres años en la Antártida.

La astronauta de la NASA Christina Koch. / nasa

Ixone Díaz Landaluce
Ixone Díaz Landaluce

Como si del trailer de una película de acción se tratara, la NASA anunció ayer los nombres de los cuatro astronautas que participarán en la misión Artemis II que el año que viene viajará a la Luna. La ingeniera norteamericana Christina Koch se convertirá en la primera mujer de la historia en viajar al satélite. Le acompañarán el piloto Victor Glover, primer afroamericano en viajar a la Luna, el canadiense Jeremy Hansen y el veterano comandante de la misión Gregor R. Wiseman.

«¿Estoy emocionada? Absolutamente. Pero mi verdadera pregunta es: ¿Estáis emocionados vosotros? Y lo pregunto porque me emociona llevar vuestro entusiasmo, aspiraciones y sueños con nosotros en esta misión Artemis II, vuestra misión», explicó Koch, de 44 años, durante la rueda de prensa celebrada en el Johnson Space Center de Houston. La misión Artemis II durará 10 días, orbitará la Luna gracias al cohete más potente del mundo, el Space Launch System, y se considera el paso previo al regreso a la superficie del satélite previsto para 2025 y al establecimiento posterior de la primera colonia lunar, pero también de una futura misión tripulada a Marte.

«No recuerdo ningún momento en el que no quisiera ser astronauta (...) Me encantaban las cosas que me hacían sentir pequeña, las que me hacían reflexionar sobre el tamaño del universo, mi lugar en él y todo lo que había por explorar ahí fuera», ha explicado. Y porque siempre lo tuvo claro, diseñó una carrera a la medida de su sueño.

Koch junto a los otros miembros de la misión Artemis II: Victor Glover, Jeremy Hansen y Gregor R. Wiseman. / nasa

Christina Koch, la niña que soñaba con ser astronauta

Licenciada en Física, pero también en Ingeniería Eléctrica, Koch empezó a trabajar como ingeniera en el Goddard Space Flight Center de la NASA antes de convertirse en investigadora del Programa de Estados Unidos en Groenlandia y la Antártida. Durante tres años, trabajó en las regiones polares a temperaturas de hasta -79 grados centígrados y vivió durante un año en la base Amundsen-Scott del Polo Sur.

Fue una experiencia extrema, tanto física como mentalmente, que le preparó para los desafíos que representa cualquier misión espacial. «Significa pasar meses sin ver el sol, con la misma tripulación y sin correo ni alimentos frescos. El aislamiento, la ausencia de familia y amigos, y la falta de nuevos estímulos sensoriales son condiciones en las que debes encontrar una estrategia para prosperar», ha explicado.

A su regreso, volvió al laboratorio para trabajar como investigadora desarrollando instrumental científico para las misiones espaciales en la prestigiosa Johns Hopkins University. Pero cuando completó el proyecto, decidió embarcarse en una nueva aventura. Esta vez, de la mano de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, que le llevó a dirigir proyectos científicos en Alaska y Samoa.

Retrato oficial de la NASA de Christina Koch. / nasa

Los 328 días en el espacio de Christina Koch

Su impresionante hoja de servicio le permitió cumplir su sueño en 2013, cuando fue escogida en la nueva promoción de astronautas de la NASA. Completó su entrenamiento en 2015, aunque no protagonizó su primera misión hasta 2019. Durante sus 328 días en la Estación Espacial Internacional, Koch batió el récord de la estancia más prolongada de una mujer en el espacio, una experiencia que ha servido para estudiar los efectos físicos, biológicos y psicológicos de los viajes espaciales prolongados en las mujeres.

Pero Koch, que durante aquella misión participó en seis paseos espaciales de más de 42 horas de duración, también pasará a la historia por haber protagonizado, junto a la astronauta Jessica Mier, el primer paseo espacial de dos mujeres. «Cuando salí con Jessica Meir nos miramos a los ojos y comprendimos que era la primera vez que había mujeres caminando juntas en el espacio», explicó en una entrevista a Mujerhoy en 2020.

Ahora se prepara para una misión histórica que le llevará a orbitar la Luna el año que viene y que permitirá volver a pisar el satélite un año más tarde. De espíritu intrépido y aventurero, de su vida privada no se sabe prácticamente nada, excepto que está casada y que no tiene hijos. Según su perfil oficial de la NASA practica todo tipo de deportes de aventura: es escaladora y navegante, le gusta hacer surf y yoga y dedica su tiempo libre a realizar rutas de montaña, pero también al trabajo comunitario. Y, por supuesto, le encanta viajar. Allí donde casi nadie ha llegado jamás.