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El fenómeno Claudia Sheinbaum: la física y científica medioambiental que arrasa en México y podría ser la primera mujer presidenta del país

México elegirá a un nuevo presidente en 2024 y una mujer aspira a ser la primera en el cargo. Y, de momento, es la favorita. Así es como Claudia Sheinbaum ha conseguido convertirse en un fenómeno al otro lado del Atlántico.

Claudia Sheinbaum es la candidata mejor situada para convertirse en presidenta de México en 2024. / instragram claudia sheinbaum

Ixone Díaz Landaluce
Ixone Díaz Landaluce

Participa en una media de tres mítines diarios y su agenda tiene previstos más de 200 eventos por toda la geografía mexicana para los próximos meses. Pasearse entre multitudes, a las que abraza y con las que posa para los pertinentes selfies, se ha convertido en algo cotidiano para Claudia Sheinbaum, la candidata mejor posicionada para convertirse en la próxima presidenta de México en unos comicios que se celebrarán en junio de 2024. Es ya, por derecho propio, una de las mujeres más poderosas del país , pero de conseguir la victoria, se convertiría en la primera mujer en ocupar el cargo.

Antes, tendrá que superar a los otros candidatos de su partido por la nominación, pero no solo parte con ventaja en las encuestas sino con el apoyo (más o menos explícito) del presidente López Obrador, que no puede aspirar a la reelección, pero mantiene unos altos índices de popularidad en México y que en 2021 la señaló como su heredera. Es por eso que los analistas vaticinan que quien gane las primarias del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tendrá el camino hacia el gobierno despejado.

«Se perfila como la sucesora de Obrador para llevar a cabo la llamada cuarta transformación de México», explica Frederic Mertens, experto en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad Europea. «Sin embargo, sus expectativas están sometidas a la sombra de la oposición que está creciendo y que también tiene un elemento femenino con la candidata conservadora Xóchitl Gálvez. Por primera vez, dos mujeres se perfilan como las candidatas más probables a la elecciones presidenciales en México. Y parece que por primera vez México será probablemente gobernado por una mujer», vatizina el profesor.

Hija de un químico y de una bióloga que participaron en el movimiento estudiantil de 1968, Sheinbaum heredó de ellos tanto la pasión por la ciencia como las convicciones políticas. Su currículum académico es la expresión de la excelencia académica e investigadora: licenciada en Física, máster en Ingeniería Energética y doctora en Ingeniería de la Energía, pasó cuatro años trabajando en la universidad de Berkeley y ha sido asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía e investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

Física, ingeniera y premio Nobel

De hecho, Sheinbaum puede presumir, incluso, de haber contribuido al premio Nobel de la Paz del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, un organismo que en 2007 fue distinguido por la academia sueca y al que Sheinbaum se incorporó ese mismo año.

Aunque de fuertes convicciones ideológicas, la investigadora no tuvo un papel activo en política hasta el año 2000, cuando fue nombrada Secretaria de Medio Ambiente de la capital mexicana consiguiendo, entre otras cosas, reducir los altos índices de contaminación atmosférica de la capital.

Sheinbaum es licenciada en Física y ha la primera alcaldesa de Mexico DF. / instagram claudia sheinbaum

Pero su gran momento llegó en 2018, cuando se convirtió en la primera alcaldesa de México DF, puesto que ocupó hasta el pasado mes de junio cuando confirmó su candidatura a liderar el partido Morena. Su gestión de una urbe con más de 9 millones de residentes (25 si se toma en consideración su área metropolitana) ha recibido buenas críticas por su medidas para mejorar la movilidad urbana, con la construcción de 200 kilómetros de carriles bici, y su compromiso para combatir la violencia contra las mujeres, que durante su mandato se consiguió reducir en un 22%.

« Se presenta como la heredera, tiene la experiencia de la gestión de una ciudad inmensa, su manera de actuar inspira cierta estabilidad y proximidad con el pueblo, pero su capital de base viene de su predecesor y, por ejemplo, no va a lugares donde el apoyo hacia ella no es tan importante», explica Mertens sobre su popularidad.

Pese a todo, no está siendo una campaña exenta de polémicas para ella. Sus detractores han utilizado sus orígenes familiares (sus abuelos emigraron a México desde Lituania y Bulgaria) para deslizar que Sheinbaum podría no haber nacido en el país, condición indispensable para aspirar a la presidencia. « Soy más mexicana que el mole», ha contestado ella para desmentir la teoría de la conspiración mientras compartía su certificado de nacimiento en Instagram.

La historia de amor que entró en campaña

En los 10 meses que tiene por delante, tendrá que demostrar perfil propio sin descuidar su afiliación con López Obrador, que se acerca al final de su mandato disfrutando de altos índices de aceptación. «Dicen: 'Va a ser una copia de López Obrador'. Pues claro que no. ¡Claro que no somos una copia! Pero claro que vamos a defender los mismos principios», ha defendido.

México celebrará sus elecciones federales el 2 de junio de 2024, pero antes de esa fecha, es probable que Sheinbaum pase por el altar. Casada en 1987 con el político mexicana Carlos Imaz y divorciada en 2016, la candidata anunció en noviembre su boda con el doctor en física Jesús María Tarriba. Ahora, su increíble historia de amor se ha convertido en un elemento más de la campaña.

Se conocieron mientras los dos estudiaban Física en la universidad y salieron juntos durante un año y medio. Pero tras su ruptura, estuvieron más de 32 años sin verse. Ella se casó, tuvo hijos y trabajó en la administración pública; él vivió en Madrid durante 18 años mientras hacía carrera en el sector financiero y formaba su propia familia. Después de sus respectivos divorcios, reconectaron a través de Facebook. «La descuidé, la perdí y me arrepentí», ha explicado él. Ahora, está a punto de casarse con la que podría convertirse en la primera mujer en presidir el gobierno de México.