Una serie podría hacer temblar el amor que profesan los británicos a la monarquía, The Crown. La tan ansiada temporada 5 está a las puertas de estrenarse. Para hacer más amena la espera, Netflix ha ofrecido un adelanto: la batalla mediática y el divorcio del entonces príncipe de Gales (y actual Carlos III del Reino Unido ); y Lady Di .
A pesar de la muerte de Isabel II , se han negado a realizar algún cambio. A partir del 9 de noviembre, los seguidores podrán ver 10 episodios que rescatan la historia de los Windsor y los tormentos entre el matrimonio de la realeza, a principios de los 90.
Aparece futuro soberano, representado por Dominic West, que admitía ante en las pantallas y ante Jonathan Dimbleby su romance con Camilla Parker-Bowles . Si bien comienza asegurando que era leal, añade: «Fui fiel hasta que tuve claro que nuestro matrimonio, estaba irreparablemente roto». Además, según The Daily Mail, se llegó a excusar: «Lo que me ha pasado a mí le ha ocurrido a la mitad del país».
La princesa de Gales, encarnada por Elizabeth Debicki, le responde con la grabación de un programa televisivo para contar su verdad. Ella saldó cuentas con su marido y la casa real en Panorama, de la BBC. Y responde a las declaraciones de su esposo. «Éramos tres en mi matrimonio, una multitud», sentencia.
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Por estos acontecimientos, se trata del periodo menos halagüeño para Carlos III. Se le acusó de todas las tragedias que sufría el Palacio de Buckingham. El fracaso de su matrimonio se miró con lupa y aún más de cerca fue el escrutinio a Camilla Parker-Bowles.
La preocupación por las consecuencias de la serie se extienden en la casa real británica. «Netflix no tendría reparos en manchar la reputación de las personas, incluso la de la difunta reina», dijo alguien cercano al rey a The Telegraph.
«Lo que olvidamos es que estas son personas reales y vidas reales en el centro de todo». Según el Daily Mail, Buckingham consideraría «medidas», todavía pobres, para «proteger la reputación del rey». «La serie es una ficción y no un documental», insiste una fuente del palacio.
La estrategia de Carlos III es hacer oídos sordos, disimular, hacer ver que ni conoce The Crown. Nunca ha hecho una declaración públicamente sobre la serie. Quien sí se ha atrevido ha sido Camilla Parker-Bowles. La reina consorte invitó a su doble en la pantalla, Emerald Fennell, a una recepción en Clarence House para el Día de los Derechos de la Mujer, el 8 de marzo de 2022. Su objetivo era rebajar las tensiones de un proyecto que podría romper récords de audiencia.
El fallecimiento de la reina conmovió a Peter Morgan, el productor de la serie The Crown. Compartió su decisión de parar un tiempo el rodaje a pocas horas del anuncio de la muerte de la reina Isabel II en la revista Deadlinen. « The Crown es ante todo una carta de amor a la Reina. No tengo nada que añadir en este momento, solo silencio. Me imagino que dejaremos de filmar la serie por ahora, por respeto«. Lo que ha asegurado es que el resultado final serán 6 temporadas.
A Netflix no le intimida la monarquía, pero el Príncipe Harry está dispuesto a rectificar. El duque de Sussex, quiere bajar el tono de sus fulminantes memorias, según con firma el Telegraph. El libro verá la luz en otoño
De regreso a California, ha decidido opacar revelaciones que pueden perjudicar a su difunta abuela y a su padre, recién coronado como monarca. En el Daily Mail, una fuente cercana hace una aclaración: «Quiere que se cambien secciones ahora. No es una reescritura total, ni mucho menos».
La situación se complica por varios factores difíciles de resolver. El duque ya ha recibido un anticipo de 20 millones de dólares, el manuscrito ya ha sido aprobado por la editorial Penguin Random House (aunque no se ha formalizado una fecha de publicación).
De momento, lo que pesa más es el dinero ya invertido en la autobiografía del Príncipe Harry. El Telegraph expone la posible solución que van a llevar a cabo: que la editorial se oponga a la atenuación de ciertas revelaciones y en su lugar le ofrezca añadir detalles sobre eventos familiares tras la muerte del soberano.
La editorial Penguin Random House califica la autobiografía de «íntima» y «sincera». En cambio, según The Mail on Sunday, en una revisión, el editor tachó su manuscrito de « demasiado sentimental» y centrado en exceso en problemas de salud mental.