Mosaico de cerámica situado en la fachada de la pensión de Lavapiés, donde Picasso se alojó cuando estudiaba.

ruta turística

Sigue los pasos de Picasso por Madrid: museos, una tienda de capas y cena en el Palace

Las huellas de un joven Picasso se pueden encontrar tanto en el Madrid bohemio de principios del siglo XX como en los populares Rastro y Lavapiés y, por supuesto, en sus museos más emblemáticos.

El genio de Picasso era demasiado grande para una sola ciudad. Nacido en Málaga, criado en A Coruña, se formó en Madrid antes de trasladarse a Barcelona y luego a París. En el año que se celebra el 50 aniversario de su muerte, el recuerdo de Picasso está presente en las numerosas exposiciones organizadas en todo el mundo, pero también en las calles y lugares de Madrid que recorrió y en las que aprendió siendo joven.

El Paseo del Prado en un día estival de lluvia fue el recuerdo de su primera visita familiar a Madrid, en 1895, plasmó en un dibujo. Paseo que frecuentó a los 16 años, cuando se escapaba de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la calle Alcalá, donde estudiaba para visitar el Museo del Prado. Allí acudía a copiar a los maestros Goya y Velázquez, sin saber que en 1936 el Gobierno de la República le nombraría director del museo (aunque no llegó a viajar nunca a Madrid para ejercer como tal antes de que la guerra le destituyera de facto).

Acta de nombramiento de Pablo Ruiz Picasso como director del Museo del Prado. / © Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

Pintaba también en el Retiro y acudía a las sesiones de desnudos del natural del Círculo de Bellas Artes, y a las tertulias de los cafés de Numancia o del Prado. Pero también también conoció el Madrid popular del Rastro y la verbena de San Antonio de la Florida. Los frescos de Goya en la ermita del santo fascinaron al joven pintor. Se alojaba en una pensión en la calle de San Pedro Mártir 5, en Lavapiés, cerca de la plaza de Tirso de Molina. Compartió escalera con un niño de 11 años que años después daría la bienvenida a los americanos como alcalde en la película Bienvenido Míster Marshall. Una colección de azulejos en la fachada del edificio recuerda actualmente la amistad de Pablo Picasso y Pepe Isbert.

La buhardilla bohemia de Picasso en Madrid

Después de tres años entre Barcelona y París, Picasso volvió a Madrid en 1901. Residió entonces en una humilde buhardilla de la calle Zurbano, en el castizo barrio de Chamberí, que sirvió también de redacción de la revista Arte Joven que creó junto al escritor Francisco de Asís Soler.

Es la etapa en la que vivió, y retrató en un centenar de oleos, pasteles e ilustraciones de la revista, el Madrid bohemio, anarquista, literario y nocturno. Desde el desaparecido Café de Madrid (sede de la tertulia de Pío Baroja, Azorín y Unamuno), al París-Salón de la calle Montera donde asistió al debut de la Bella Chelito, y las zonas de Atocha, Lavapiés o Caballero de Gracia, donde vivía Soler. Algunos de los cuadros que pintó entonces se pueden ver en el Museo Centro de Arte Reina Sofía, que exhibe también su obra más emblemática, el Guernica, encargado por el Gobierno para la Exposición Internacional de París de 1937.

Pablo Picasso, Mujer en azul (1901). Óleo sobre lienzo 133 x 100 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía / © Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023.

No duró mucho su estancia en la capital, a la que solo viajó ocasionalmente pero donde no volvió a residir. Regresaba para acudir a su tienda de capas favorita, Capas Seseña, en la calle de la Cruz, cerca de Sol. Le gustaban tanto las prendas de esta tienda, que sigue en activo, que fue enterrado con una de ellas.

Ruta guiada y menú Picasso en el Palace

El hotel The Westin Palace, junto a la Plaza de Neptuno, guarda en su libros de registro la prueba de sus distintas pernoctaciones. Para conmemorar el 60 aniversario del fallecimiento de Picasso (que se cumplió el 8 de abril) organiza, junto con Insider's Travel, un recorrido guiado por los lugares que frecuentó que se puede completar con un almuerzo o cena en el restaurante La Rotonda del hotel. El menú Picasso en el Palace, diseñado por el chef ejecutivo José Luque, se inspira en su vida y en sus obras.

Pavlova rellena de crema de absenta y frutas, del menú Picasso en el Palace. / westin palace

Comienza con la Sangría de Els Quatre Gats en texturas, en honor a la famosa taberna barcelonesa que frecuentó Picasso. Un carpaccio de ternera y sandía con tofu y AOVE recuerda a Las señoritas de Avignon, la obra con la que nació el movimiento cubista, técnica utlizada también en un estofado con patatas al cubo, inspirado por la obra Casas en una colina. Mientras otros platos recuerdan su infancia malagueña y su periodo azul, la pavlova rellena de crema de absenta de postre es un guiño a su etapa como diseñador de los telones, los carteles y el vestuario de Los Ballets Rusos.