Alisado permanente: cuál es el mejor, cómo cuidarlo y cuánto dura

Todos los tipos de pelo tienen bad hair days y para ponerles solución, un alisado permanente puede ser la respuesta. Entre el encrespamiento, la poca manejabilidad y la aspereza al tacto que suele tener nuestra melena, es imposible conseguir que mejore su aspecto. No quiere colaborar. Por eso, con un tratamiento de peluquería como este diremos adiós de golpe a esos problemas para disfrutar siempre de un cabello de anuncio.

Aunque, no es tan fácil como ir a tu salón de confianza y pedirlo. Hay cosas que debes saber antes de realizártelo, como cuánto tiempo dura y los diferentes clases de alisado que existen. En función de esto, decidiremos si nos compensa hacerlo y ajustaremos la técnica a nuestro tipo de cabello y necesidades. Así que, si estás pensando en hacerte un alisado definitivo, tienes que conocer específicamente qué es, cómo se hace y toda la información útil que necesitas y te descubrimos.

El alisado permanente es una técnica profesional que modifica la estructura capilar para que quede completamente lacia, mediante la rotura de los enlaces y su reconstrucción por un proceso químico y el sellado en última instancia. Más o menos consiste en lo mismo que una permanente rizada , pero en vez de darle forma al cabello, se alisa.

Pero, este método no solo es bueno para conseguir una melena lisa de peluquería. También ayuda a combatir el encrespamiento , realza el brillo del cabello que queda pulido con efecto liquid hair y suaviza al máximo. Es decir, que se trata de una opción perfecta para aquellas que no quieran estar utilizando continuamente planchas y tener su pelo siempre bien peinado.

La duración del alisado definitivo depende una lista de factores como la porosidad y textura de pelo que tengamos, el tipo de tratamiento realiza o el mantenimiento que llevemos una vez realizado. Por aproximar, el efecto liso en el cabello suele mantenerse de entre tres a seis meses como máximo. Y, el procedimiento para hacerlo también varía según la clase de alisado que escojamos.

Al ser un procedimiento tan popular en peluquerías, cada vez hay más variedades de alisado definitivo y lo que las diferencia es el tipo de productos que se utilizan, así como el acabado que pretendemos conseguir, dentro de si priorizamos más una faceta u otra del cabello. Entre los tipos de alisado que más se emplean o destacan están el alisado japonés, el brasileño o de keratina y el francés o la taninoplastia.

Aunque, hay muchas otras clases como el alisado marroquí para cabellos rebeldes y muy encrespados, los alisados orgánicos que han ido cobrando relevancia en los últimos años por no ser tan agresivo como otros y la enzimoterapia que además repara la melena. Pegunta a tu profesional de confianza cuál es el que mejor te iría para asegurarte los mejores resultados.

No existe un alisado permanente mejor que otro. Todo depende de tus preferencias, aunque si lo que buscas es dañar el cabello lo mínimo posible, los alisados orgánicos o que usen productos menos agresivos serán los más recomendables. De todas formas, es muy subjetivo y por eso es necesario informarte bien y dejarte aconsejar por profesionales para tu caso específico.

Lo más importante de todo es acudir a un centro certificado con expertos que realicen el tratamiento con productos de calidad y siguiendo el protocolo adecuado. No te dejes agasajar por los precios bajos u ofertas, porque es siempre mejor invertir tu dinero en algo caro y bueno, que estropear tu melena irremediablemente sin saber el acabado que vas a obtener.

Una vez nos hayamos realizado el alisado, es necesario esperar más o menos tres días antes de lavar el cabello. Cuando llegue el momento, usarás productos con fórmulas muy hidratantes y reparadoras, así como lo secaras sin restregones, solo a toques, con toallas de microfibra u otro tipo de tejido recomendado.

Tampoco conviene usar agua caliente en el lavado (mejor templada y terminar con fría para potenciar el brillo) ni herramientas de calor como secadores o planchas ya que deteriorarán aún más las fibras capilares y las resecarán, volviéndose ásperas y quebradizas. Además, para reponer la hidratación, usarás una mascarilla nutritiva una vez a la semana, de unos 10 a 20 minutos según tu pelo lo requiera.

Otra de los consejos para reducir el daño y no fastidiar tu alisado (y la melena en general) es dejar de utilizar gomillas elásticas y otros accesorios de peinado que puedan ocasionar fricción, recomendándose como alternativa los scrunchies de tejido satinado. Y, a la hora de dormir, mejor hacerlo con pelo suelto sobre una funda de seda para almohada .