Consejos prácticos para pasarse al pelo rubio sin estropear el cabello y llevarlo más brillante que nunca

Cuando se trata de pelo, los cambios radicales son una decisión realmente a sopesar ya que no hay vuelta atrás y cortes o coloración dependen mucho tanto de nuestra edad, tono de pelo base y profesional que los ejecuta. Sin embargo, año nuevo pelo nuevo. Debemos refrescar y rejuvenecer nuestro look para derrochar energía y atractivo con pelazo. Piensa que el cabello crece y por qué no presumir de un flequillo que enmarque nuestro rostro , unas luminosas mechas o una media melena con mucho volumen .

Siempre hay un momento en la vida en el que el cuerpo nos pide algo diferente y la mayoría nos decantamos por un rubio hollywoodiense. Si estás en ese punto, pero te da miedo que el resultado no sea de tu agrado, no temas. Una melena en tonos claros y saludable que ilumina la cara y le quite años de encima es posible si sigues el proceso adecuado. Di adiós al rubio de bote con estos consejos que harán que tu tinte quede perfecto.

Lo primero que debes saber es que pasarse al rubio implica un largo proceso. No se consigue con ir una sola vez a la peluquería. Te llevará dos o tres sesiones alcanzar el color que deseas y, una vez teñido, es conveniente visitar a tu profesional de confianza cada seis u ocho semanas para retoques y tratamientos. El mantenimiento con decolorado es fundamental si no quieres arruinar tu pelo, ya que se suele ir más rápido al ser más poroso.

Un cambio radical como este supone una gran inversión de dinero y tiempo. Si tu estilo de vida actual te lo impide, lo mejor es que planifiques el momento idóneo para que tu presupuesto y tus ratos libres coincidan.

La elección del tono es otro factor importante. No cualquier rubio sienta bien a todas. Depende del tono de piel y color de los ojos. Puedes llevar fotos al estilista para que ambos lleguéis a un acuerdo en cuál es el mejor tipo de rubio para ti. Recuerda que como profesional, tu peluquero sabrá darte las mejores indicaciones y los subtonos son decisivos para el resultado final.

A la hora de aplicar el tinte, hay que tener en cuenta el color de base. Si tu pelo tiende a dorado o a cobrizo, descarta los tonos vivos. En este caso habrá que decolorar y aplicar mechas desde la raíz, o bien, difuminar el color para un acabado más natural.

La decoloración y aplicación de tintes se traduce en un gran estrés para tu pelo. El cuidado diario con productos nutritivos y poco agresivos ayudarán a conservar el tono y a no dañar la melena que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Es recomendable utilizar champú y acondicionador con aceites naturales para mayor suavidad y brillo (o los aconsejados por el peluquero). También funcionan los tratamientos de Olaplex, los protectores de calor y un buen sérum aplicado en las puntas.

¡No te olvides de las cejas! En ellas reside la expresión de tu rostro. Ahora es tendencia llevar las cejas más oscuras que el color del pelo. Sin embargo, si prefieres aclararlas debes decantarte por un subtono ceniza y no más de dos tonos por debajo de tu color actual. ¿Preparada para tener un rubio de infarto?