Abuso del sol, embarazos o la llegada de la menopausia son algunas de las razones que pueden empeorar la apariencia de la zona del escote. Un área con una piel muy delicada, a la que tenemos que prestar especial mimo y cuidados. La prevención antes de que aparezcan estos daños es esencial, pero, si no hemos prestado atención, podemos encontrarnos con un escote envejecido que muestre una edad que no se corresponde con la real.
¿Qué cambios se producen y cómo debemos cuidar esta zona? Consultamos a las expertas para saber qué podemos hacer. La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica en Elena Clinic; la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira + Cueto y la doctora Pilar de Frutos, cirujana plástica y estética y fundadora de la Clínica Pilar de Frutos nos dan las claves.
El embarazo y la llegada de la menopausia son dos de los principales eventos que afectan a la zona del pecho y del escote. Tal y como explica la doctora Mar Mira, «el evento que mayores cambios puede provocar en la piel de la mujer durante la madurez sexual es el embarazo. Hay cambios fisiológicos (hiperpigmentaciones, arañas vasculares), otros son dermatosis de repercusión estética (melasma, estrías, acrocordones) y, por último, el efecto que tiene el embarazo en otros procesos preexistentes (acné, dermatitis atópica, psoriasis). Sin embargo, la mayoría de ellos involucionan los meses posteriores al parto».
Si hablamos de la menopausia, la profesional explica que «se sufren varios cambios funcionales y fisiológicos, todo lo que iba en una velocidad constante y gradual, de repente sufre un bajón con la menopausia, por lo que se considera que los cambios sufridos en esta etapa son mayores ya que permanecen en el tiempo».
Para la doctora Elena Jiménez, es esencial la prevención. «Si tú previenes la exposición solar, que es la principal causa de envejecimiento en el escote, cuando llegues a los 50 tendrás un escote que será mucho más joven que si te has expuesto al sol. En el escote vamos a encontrar principalmente los siguientes cambios. Por un lado, vamos a tener cambios de coloración, vamos a tener manchas, vamos a tener agrupaciones melánicas, vamos a tener una pérdida de textura de la piel, ya sea con arrugas más o menos finas o con unas arrugas más mantenidas». La doctora destaca también que «en los casos de exceso de exposición al sol, vamos a tener la aparición de lo que se llaman lesiones actínicas, que son lesiones que hay que controlar bastante porque pueden precancerosas». Para la doctora, «lo ideal es la prevención. Ahora, si no hemos realizado esa prevención y nos encontramos con estos cambios, se pueden realizar una serie de tratamientos específicos para la zona».
Coincide la doctora Pilar de Frutos con sus compañeras y añade otro factor que no se tiene tan en cuenta para el envejecimiento de la zona y es «el hecho de dormir de lado». El motivo de esto es que «favorece que el escote envejezca más rápido y aparezcan más arrugas». Los cambios principales que se producen en el escote con la menopausia, los explica Mar Mira, codirectora en la Clínica Mira + Cueto.
• «Cambios cutáneos provocados por la exposición solar a lo largo de la vida. Aparecen manchas de sol, fragilidad capilar, arrugas finas y la piel se adelgaza. Las manchas aumentan y se ve un tono más apagado.
• Sequedad: la piel pierde la capacidad de retener agua y se vuelve más seca y áspera.
• Disminuye el sebo cutáneo, baja el grosor de dermis y epidermis.
• Se produce una pérdida de la producción de colágeno y elastina en, aproximadamente, un 30% lo que genera una piel más fina, flácida y con pérdida de rigidez que, aunado a los movimientos repetitivos del cuello, forman líneas, arrugas, surcos y pliegues profundos, los cuales antes sólo los veíamos al ajustarnos el pecho con sujetadores y en estas edades son permanentes.
• La gravedad contribuye al descolgamiento y flacidez de la piel, así como los factores genéticos inherentes a cada persona.
• Seguimos perdiendo soporte graso y óseo en la cara. La queja principal en esta edad son las líneas de marioneta y la pérdida del contorno facial.
• Son muy pocas las mujeres (menos del 10% en España) que tratan la menopausia con terapia hormonal sustitutiva, que se ha demostrado que su uso puede mejorar la producción de colágeno y mejorar síntomas vasomotores, pero también presentan riesgos como la producción de melasma, oscurecimiento o crecimiento de nevos melanocíticos, aumento de telangiectasias».
La modelo Nieves Álvarez en el desfile de Stéphane Rolland.
Hemos hablado de cambios hormonales pero el sol es otro de los grandes causantes del envejecimiento en la zona del escote. La doctora Pilar de Frutos considera que «es una de las que más sufre, ya que está muy tapada en invierno y luego en verano la tenemos muy al aire; está muy expuesta y, además, se nos olvida aplicar protección solar a diario, por lo que, si nos acordamos siempre de proteger la cara, es más que recomendable hacerlo siempre también en el escote como rutina diaria».
Otros factores que también van de la mano con la exposición solar, los desgrana la doctora Mar Mira. «La piel es más delgada y delicada, está en exposición constante al sol, a la contaminación, al contacto con perfumes rociados. Presenta daño acumulativo, ya que, con el tiempo, hace que aparezcan hiperpigmentaciones, manchas solares, arrugas y piel rugosa. Solemos buscar tratamientos para mejorarlo una vez que ya están instaurados todos estos cambios».
Para la doctora, la fotoprotección es esencial porque «la radiación solar se compone de distintos espectros, rayos UVB, UVA, luz visible, luz azul (tablets, móviles) y luz infrarroja. Los rayos UVA pueden quemar la piel y desestructurar el colágeno, provocando flacidez, estos tienen la capacidad de atravesar las nubes, por lo que en días nublados también tenemos que aplicar fotoprotección, atraviesa el cristal incluso el de las ventanas, se refleja en la arena y el agua, por lo que al ir a la playa debemos de aplicarlo, a pesar de que estemos bajo la sombrilla». La experta recomienda elegir «una fotoprotección de amplio espectro (PA++++) que tiene una protección alta contra rayos UVA. Lo ideal es renovarlo cada dos horas, sobre todo si estamos en lugares al aire libre o sudando. Se puede también asociar fotoprotección vía oral en verano. Utilizar sombreros y no exponerse en las horas de máxima intensidad solar».
Con la llegada de la menopausia, explica la doctora Elena Jiménez se pueden producir telangiectasias que es un agrandamiento de los vasos sanguíneos debajo de la piel. La experta explica que estos «están un poco a medio camino entre la acción directa del sol y el envejecimiento que va a producir el mismo a nivel piel, porque va a afinar o va a hacer que el colágeno sea de menor calidad. Por lo tanto, no sólo el colágeno que da el grosor de la piel sino el colágeno de los vasos sanguíneos y todo el colágeno intersticial se va a ver dañado por el sol». La experta concluye que «esto se va a unir al cambio que produce la menopausia también en la calidad del colágeno».
La doctora Elena Jiménez, de Eleca Clinic, considera que «la luz pulsada es fantástica para la piel del escote». El motivo es que «en el escote, cuando se aplican ciertos láseres que son más potentes, como es el láser CO2, aunque sea fraccionado y muy fino muchas veces la recuperación es lenta. En el caso de la luz pulsada, «nos permite eliminar la zona de manchas, unifica la piel dejando una piel muy regular y va a eliminar también toda la zona que corresponde a las telangiectasias, puntos rubíes o zonas donde hay un mayor acúmulo de vasos». La profesional considera que con la luz pulsada «se podrá trabajar tanto en el espectro melánico, como en el espectro de color de manchas y también en el de telangiectasias o venitas».
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Pilar de Frutos recomienda también, para mejorar la calidad de la piel, «los estimuladores de colágeno Redensity para redensificar la piel del escote o por los polinucleótidos que generan producción de colágeno, y, eso tiene como el resultado el engrosamiento de las capas de la piel y relleno de las arrugas de la zona».
Otros tratamientos a tener en cuenta, son los que recomienda la doctora Mar Mira como «la mesoterapia con skinbooster de ácido hialurónico y vitaminas que hidratan en profundidad a nivel dérmico y reparan el tejido sin aportar volumen, la micropunción con apertura de múltiples canales o los peelings químicos que mejoran la textura y tono de piel». En el caso de la flacidez y para producir colágeno, la experta recomienda « ultrasonidos focalizados».
Unidos a los tratamientos, podemos realizar otro tipo de cuidados a la zona del escote para que no nos delate la edad. Las doctoras Elena Jiménez y Pilar de Frutos coinciden en recomendar sujetadores de noche, también conocidos como Pillow Bra, que colocan el pecho mientras dormimos y que evitan la aparición de pliegues en la zona del escote.
Añade la doctora Mar Mira, que podemos « exfoliar una o dos veces por semana en casa». El motivo es que «la limpieza ayuda a abrir los poros y que los siguientes productos que se apliquen penetren más eficazmente». La profesional recomienda también «hidratar cada noche con cosmética específica de cuello y escote, cremas nutritivas que contienen activos reafirmantes y tonificantes (como silicio, DMAE, retinol o cafeína) y que hidratan la piel en profundidad».
No podemos olvidarnos de la protección solar, «cada mañana protección solar SPF50 todo el año, el sol produce fotoenvejecimiento, aparición de léntigos solares y desencadena la destrucción del colágeno, con la consiguiente atrofia y deshidratación de la zona».
Al igual que en la piel del rostro, tenemos que utilizar activos específicos para la zona del escote. La doctora Elena Jiménez considera «principalmente las cremas de retinol y que también se podrán utilizar sérums con vitamina C, que lleven nucleótidos y una serie de activos celulares que penetren hacia las capas profundas de la piel».
Por su parte, la doctora Mar Mira considera que «en las pieles maduras, debido a la influencia hormonal sobre las estructuras cutáneas, nos obliga a cubrir ciertas necesidades: hidratación, antioxidantes, estímulo de producción de colágeno y fotoprotección».
La experta recomienda «una buena crema hidratante con acción nutritiva (si lleva ácido hialurónico o factores de crecimiento, mejor) para las pieles más secas y prevenir el daño oxidativo con vitamina C por la mañana». En cuanto a los antioxidantes, recomienda «la vitamina C que mejora la síntesis de colágeno, evita inflamación y manchas y se ha visto que su efecto cutáneo es 30 veces más potente a nivel de piel que la que ingerimos vía oral». También apuesta por «el ácido ferúlico, que además de ser antioxidante, también estimula la producción de elastina y colágeno y evita la producción de manchas». Por último, la niacinamida «que también atenúa manchas y ayuda a controlar la producción de sebo en pieles grasas o mixtas».
La fotoprotección, como se comentaba anteriormente es importante y esencial, pero, también cree la doctora Mar Mira que tienen que formar parte de la rutina activos transformadores. «Principalmente retinoides, capaces de aumentar la síntesis de colágeno y renovación celular, aplicándolos de forma progresiva hasta conseguir retinizar la piel. Además, podemos conseguir una acción renovadora de la capa córnea usando hidroxiácidos (como el ácido glicólico), pudiendo alternarse en la rutina de noche con los retinoides».
Otros activos interesantes a incorporar en la rutina para el cuidado del pecho serían «los activos despigmentantes como hidroquinona, ácido kójico y ácido tranexámico». Por último, «activos que estimulan la producción de colágeno y tienen un efecto de renovación celular como las células madre, los péptidos y factores de crecimiento».
Como comentaban las expertas, el escote es una de las zonas más olvidadas. ¿Podemos utilizar los mismo activos en rostro y escote? La doctora Pilar de Frutos afirma que «hay productos adaptados como los reafirmantes de la zona del escote, y, dentro de los mismo, productos de la rutina de la piel con principios activos como el retinol que producen un rejuvenecimiento de esa piel». Para la doctora Mar Mira, codirectora en la Clínica Mira + Cueto, «además de las necesidades específicas de la piel de cada paciente, los productos que utilizamos en cada rutina cambian. En el cuello y escote nos enfocaremos a hidratar, nutrir y fotoproteger la piel por encima de todo».
La doctora Elena Jiménez considera que «pueden ser los mismos productos, pero los ritmos van a ser distintos. Si en una cara podemos llegar a aplicar un retinol con una cierta concentración prácticamente todos los días, en el escote el ritmo es mucho más lento, puesto que es más reactivo, la piel es más fina, va a penetrar con más facilidad y esto es muy importante». La profesional también destaca que hay que tener cuidado con tratamientos que combinen «retinol, vitamina C y nucleótidos».