Descubrimos la clave del éxito de Lancôme, la marca de lujo francesa que pasa de madres a hijas

Apuntan a la sonrisa como fuente de la belleza, sumada a una tecnología puntera que la convierte en líder del mercado de lujo.

De izquierda a derecha, Melanie Turlay, Juana Acosta y Alexandre Bianco. / Ana Abril

Cantal Ceña
Cantal Ceña

Alexandre Bianco, Melanie Turlay y Juana Acosta. Tres nombres que convergen en una misma familia beauty , la de Lancôme. El primero es su director general desde el pasado mes de julio y, casi al mismo tiempo, llegó Melanie para hacerse cargo de la comunicación.

Juana Acosta es la más veterana porque es el segundo año que ejerce de orgullosa embajadora de una marca que cuenta con todo tipo de mujeres en sus campañas. «Me encanta que apuesten por mujeres que pasan de los 40, me parece muy importante. Las cosas están cambiando, lo que entendemos por belleza también está cambiando. Ahora tiene mucho que ver con el bienestar, con sentirse cómoda cada una en su piel y, en mi caso, eso ha pasado según he ido cumpliendo años», confiesa.

La marca optimista

Alexandre Bianco apunta precisamente ahí cuando habla de los propósitos de Lancôme. «Queremos conseguir transmitir el espíritu francés a todas las mujeres del mundo para hacerlas brillar por dentro y por fuera. Calidad, elegancia, confianza en innovación son algunos de los valores que hacen que las mujeres elijan la marca, porque cuidar de uno mismo es un acto de felicidad y tenemos la convicción de que la felicidad es la mayor fuente de belleza que existe«.

«Como dijo su creador, Armand Petitjean, las mujeres vienen a Lancôme para ser más bellas y se van más felices. Y una de esas mujeres es Juana Acosta: de sonrisa infinita y con numerosos éxitos a lo largo de su carrera en teatro, cine y televisión. Es una inspiración para muchas mujeres», asegura.

Un sentimiento optimista al que se suma su responsable de Comunicación, Melanie Turlay. «En Lancôme siempre queremos compartir con nuestras consumidoras una ola de generosidad y felicidad marcada por un optimismo permanente y una actitud positiva. Una conexión cercana con las mujeres que contribuye a hacerlas más felices en su día a día. Por eso para nosotros es tan importante la nueva campaña de La vie est belle : una celebración de mujeres apoyándose e inspirándose mutuamente a través de una declaración conjunta de felicidad», explica.

El perfume que supuso un antes y un después en la historia de la perfumería moderna y que, junto con la reformulación de su base de maquillaje más icónica, Teint Idôle Ultra Wear, y la ampliación de su línea Rénergie con la crema H.P.N 300-peptides Cream suponen los tres proyectos más importantes de la marca para este 2023. Tanto que La vie est belle ha tenido su propia pop-up store en el centro de Madrid.

De madres a hijas

«Lancôme tiene un vínculo muy fuerte con sus consumidoras, intergeneracional y con un cariño especial. La marca posee un fuerte legado de generosidad y felicidad con un reconocido savoir-faire: productos eficaces, de excelente calidad y valores sólidos como la innovación y la elegancia entre ellos», apunta Bianco.

Un director general que lo tiene muy claro, seguramente por su larga trayectoria en el lujo. «Empecé mi carrera hace 17 años en L'Oréal, principalmente en marketing, en Lancôme Francia, en Benelux... Llegué a España hace poco, en julio de 2022 para dirigir Lancôme. Pero hay una cosa que tiene clara. «Lancôme es la marca en la que más confían las españolas porque desde siempre se anticipa y responde a las necesidades de sus consumidoras. Nuestra ambición es mantener este liderazgo en innovación y especialmente a través de la beauty tech».

Nuevas tecnologías que se adaptan a las tendencias y a las necesidades de esas nuevas clientas que han heredado de sus madres el amor por la marca. Y que entienden la belleza de otra manera. «Yo lo veo mucho con mi hija que es una adolescente de 16 años. Y no solo el concepto de belleza, sino el concepto de todo en la vida: belleza, sexualidad, géneros. Vienen con una fuerza y con una mirada completamente diferente a la nuestra», asegura Juana Acosta.

La actriz habla desde el corazón y sin perder la sonrisa. «Lancome tiene algo que me gusta mucho que tiene que ver con creer en el valor de la felicidad, la que viene de dentro y se transmite por fuera. Y yo creo que hay algo en mí, posiblemente mi carácter, que está muy conectado con la alegría de vivir. Yo soy una mujer muy optimista, muy positiva. Algo de eso habrán visto en mí, conectamos en ese valor y, sinceramente, desde el primer momento hemos ido creando un lazo muy bonito y muy profundo».

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