
Dicen que los 50 son los nuevos 30 y que llevan una actitud implícita que los convierte en una de las décadas en las que la mujer se siente estupenda, con vitalidad y con ganas de cuidarse. Es el momento en el que muchas mujeres saben lo que quieren y son conocedoras de cómo se ven más favorecidas. Además, tienen interés por el mundo de la belleza y muchas apuestan por realizarse retoques estéticos que sean sutiles y que ayuden a mejorar su apariencia. ¿Cuáles son los más demandados? Nos lo explican Pilar de Frutos, cirujana plástica y experta en medicina estética; la doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y directora de Eleca Clinic y la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira + Cueto.
Naturalidad, sutilidad y simplicidad son tres de las claves de los procedimientos estéticos que seleccionan las mujeres a partir de los 50 años. Esta década lleva implícitos cambios físicos y preocupaciones añadidas. Tal y como explica la doctora Pilar de Frutos, «su mayor preocupación suelen ser los cambios que la piel suele sufrir, sobre todo en la tersura, con los cambios hormonales de la menopausia». Este momento va ligado a la «pérdida de volúmenes, contorno y aparición de flacidez».
La doctora Pilar de Frutos considera que «en la mujer madura se busca una belleza más natural, huyendo de los excesos y de la sensación de cara rellena. El principal objetivo que se busca es envejecer bien, recuperar unos años si podemos y, sobre todo, envejecer de una manera natural, compensada».
Por su parte, la doctora Elena Jiménez destaca que « la belleza es más relajada. Los pacientes buscan una mejoría de su aspecto, pero, son más conscientes de no buscar un cambio más intenso». Una diferencia sustancial frente a pacientes más jóvenes, de los que la experta destaca «quieren modificar su labio, solicitan un aumento de dicho volumen marcado y sobre todo que se vea el labio más aumentado y natural».
¿Qué ocurre a partir de los 50? La experta destaca que es «justo lo contrario, los pacientes notan pérdidas de volumen en su cara y en su labio y quieren volver a lo que tenían». Como explica la doctora Jiménez, «en algunos casos, los tratamientos son más amplios para favorecer la naturalidad y en muchos casos, hay que trabajar en unidades estéticas faciales. También toleran mejor la inflamación o el hematoma, ya que como pueden disponer de su tiempo con más control, se programan mejor el momento del retoque».
Como hablábamos, las mujeres a partir de los 50 años son más conscientes y seguras de sí mismas, algo que reafirma la doctora Elena Jiménez: «suelen estar más seguros de lo que quieren y por la experiencia vital, expresan sus deseos acompañados de sus dudas de forma más coherente». Prosigue matizando que «sin embargo, no siempre se puede conseguir todo lo que les gustaría porque los cambios tanto faciales como corporales son a varios niveles y no todos se pueden tratar. Por ejemplo, el acúmulo de grasa intraabdominal genera un abdomen con volumen que no siempre se puede corregir con una liposucción y necesita un cambio de hábitos alimenticios y un aumento de la fuerza muscular de la zona».
Cuando hablamos de lo que buscan las mujeres de más de 50 años, la profesional considera que «hay todo tipo de pacientes, desde las que deciden cuidarse porque se han reducido las cargas de trabajo familiar, los hijos ya están en la universidad o casi, a las pacientes que quieren seguir con su cuidado diario» afirma la doctora Elena Jiménez de Eleca Clinic.
Julianne Moore. /
La profesional considera que «en el caso de la cirugía es cierto que quieren un cambio para volver a cómo ellas eran antes». La experta considera que «actualmente se ve un aumento de pacientes en torno a los 30 años que comienzan con retoques estéticos muy sutiles, buscando empezar a restar los cambios que se notan. Es lo que se pueden llamar cambios estéticos preventivos y, aunque puede parecer que es muy temprano, nuestro rostro empieza a envejecer desde los 25 años, así que sí que se puede considerar una opción».
Las expertas nos explican cuáles son los tratamientos más demandados en sus clínicas y los procedimientos más populares a partir de los 50 años. Estos procedimientos van de la mano con preocupaciones específicas que surgen en esa década y, que muchas de ellas, van ligadas a la menopausia. Considera la doctora Mar Mira, codirectora de Mira + Cueto, que, «en esta década hay cambios más evidentes que afectan a planos más profundos. En la mujer hay cambios relacionados con la menopausia: se acelera la pérdida de colágeno, la piel se vuelve más flácida, aumenta la sequedad, las arrugas son mucho más evidentes, preocupan muchísimo las líneas de marioneta».
Añade la experta que «también las ojeras están mucho más marcadas, los pómulos se aplanan lateralmente y se pierden los contornos faciales. En este punto, lo más importante es tratar la flacidez y el descolgamiento y con hialurónico podemos conseguir dar soporte y remodelar, para suavizar surcos, definir pómulos y ángulo de la mandíbula».
Por su parte, la doctora Elena Jiménez destaca que, aunque «podemos diferenciar como clásicamente hacíamos dos grupos: las cirugías y los procedimientos de medicina estética. Actualmente, no se realizan tratamientos únicos, si no que se buscan la combinación de ambos, que es lo que proporciona naturalidad al resultado».
Una de las cirugías más demandas es «la blefaroplastia con aporte de volumen en las zonas cercanas al ojo y en la misma cirugía se realiza una transferencia de grasa» considera la doctora Jiménez. «En ese mismo paciente hemos preparado previamente la zona con neuromodeladores, para relajar la contracción muscular y un relleno con hialurónico para reposicionar la ceja y modificar la zona deprimida de la sien». Con este procedimiento se consigue « un cambio en la mirada más integral, más joven y con un resultado de cirugía más duradero y natural». La experta destaca también otras cirugías como «el minilifting facial, la cirugía de la papada o el lip lift, que cada vez está más de moda».
Si hablamos de procedimientos no quirúrgicos, las expertas coinciden. Elena Jiménez de Eleca Clinic destaca que «nos aportan ese plus que hace que tengamos buena cara, seamos jóvenes y que sobre todo no se noten». En su clínica, los más frecuentes son «voluminizadores con rellenos, activadores del colágeno y neuromodeladores».
Coincide Pilar de Frutos, de la Clínica Pilar de Frutos y los explica: «los neuromodeladores para corregir todo lo que es arruga de expresión en el tercio superior facial. La recuperación del óvalo facial con reposición de volúmenes que es un tratamiento que se realiza con ácido hialurónico. Recuperación del tercio medio facial y línea mandibular», que, en su clínica se trabaja con un tratamiento exclusivo de Lifiting de 5 puntos.
El cuello es también una preocupación porque es uno de los principales indicadores del envejecimiento. Por ello, existen tratamientos específicos como «Láser Blue Lift de la Clínica Pilar de Frutos, en combinación con tratamiento regenerativo de polinucléotidos o estimuladores del colágeno».
Los láseres sería otra de las técnicas a las que se recurre para mejorar la piel a partir de los 50 años, son tratamientos, como matiza la doctora Jiménez que «se combinan con rutinas diarias de cuidado facial con tratamientos de regeneración con láser de CO2 y de matización e iluminación facial con luz pulsada».
Considera Mar Mira, de Mira + Cueto, «al Láser Elektra para tratar flacidez, arrugas finas y producir un efecto tensor en el rostro y tratamientos miomoduladores para tratar el tercio superior y lograr abrir la mirada, mitigar arrugas y relajar los gestos». Considera la doctora también «los láseres fraccionados ablativos porque llegan hasta la dermis y logran mejorar la textura de la piel y las arrugas».
Por último, a nivel corporal, afirma la doctora Elena Jiménez que «entre las cirugías más frecuentes encontramos las de mama ya sea aumento, elevación y en algunos casos reducción», destacando también las de «reducción y las de contorno corporal, como la abdominoplastia con especial atención a la diástasis muscular y la liposucción de espalda, cintura o flancos».
La experta considera que, dentro de estas cirugías más populares, «en muchos casos se asocian dos tipos de cirugías en una que es el conocido mummy makeover» que sería «la intervención en el pecho con la cirugía del abdomen. Añade que también se asocia la «lipoabdominoplastia 360 que consiste en la liposucción de espalda y flancos con o sin transferencia de grasa y la cirugía abdominal».
Coinciden las expertas consultadas en que estos retoques tienen una recuperación rápida, para poder retomar su rutina diaria. Además, la medicina estética ha evolucionado, tal y como afirma la doctora Pilar de Frutos: «la recuperación en los tratamientos de medicina estética, con las técnicas avanzadas actuales es prácticamente inmediata. Nuestra paciente puede volver a su vida normal en el momento, aunque simplemente en algunos casos puede tener una ligera inflamación o algún pequeño hematoma, que desde el día siguiente al tratamiento se puede cubrir con maquillaje».
Añade la doctora Jiménez de Elena Clinic que «las recuperaciones de las cirugías no exceden los 15 días. Para ello, se acompañan de sesiones de recuperación y de una preparación tanto con aparatología como con nutrición. En el caso de un retoque sin cirugía no suele tener ninguna recuperación. De hecho, las nuevas técnicas para realizar los rellenos han disminuido de forma considerable la aparición de los posibles hematomas».
¿ Qué ocurren con los láseres? La profesional destaca que «hay mucha diferencia entre la luz pulsada, que permite una incorporación a la vida normal casi inmediata, frente a un CO2 que requiere al menos siete días de recuperación».
Existen, más allá de los procedimientos estéticos, otras técnicas o tratamientos que se pueden realizar. La doctora Pilar de Frutos destaca que «podemos potenciar los resultados y conseguir un mayor efecto antienvejecimiento con un buen cuidado de la piel con tratamientos de limpieza facial avanzada», la médico recomienda Diamong Glow de su clínica, y apuesta por «complementar con tratamiento domiciliario con ingredientes como el retinol por las noches y la vitamina C, antioxidantes y protección solar por las mañanas para mejorar y prevenir la aparición de manchas de envejecimiento facial».
Para la doctora Jiménez, el retoque estético «tanto de cirugía como no quirúrgico tiene dos aliados fundamentales: el tratamiento de la piel y la nutrición». ¿Por qué? La experta explica que «por parte de la piel es muy importante los que las pacientes nos comentan de cara más iluminada, el color más uniforme, no tener arañas rojizas en la cara». ¿Cómo se consigue? «Con cremas adecuadas y activos a nivel facial, con retinol adecuado, vitamina C y antioxidantes. En casos específicos asociaciones con antinflamatorios o factores de crecimiento».
La cirujana plástica recomienda antes de un láser «preparar la piel de forma específica para obtener mejor resultado y evitar pigmentaciones». Además, considera que «ln hace que el resultado de reposición de volumen, uso de neuromoduladores o de cirugía sea más completo».
Si hablamos de procesos a nivel corporal, la profesional destaca que «es muy importante la nutrición con complementos de colágeno antes de una cirugía, pero también otros componentes que ayudan en el complemento. El uso de triptófano o de ciertas vitaminas ayuda y acelera a la desaparición de hematomas o bajada de la inflamación». También apuesta por «el uso de radiofrecuencia o de endermología para conseguir mejores resultados, más estables y en menos tiempo».