En el cuidado facial, todos los factores son importantes. Tipo de piel, orden en el que se aplican los cosméticos, tipos de texturas , ingredientes, concentraciones , pH... Todo confluye, trabaja de determinada manera y es decisivo para la eficacia. Cometer errores en alguno de los anteriores no solo significa invalidar los resultados que pueda obtener el producto, sino la posibilidad de provocar efectos adversos nocivos para nuestro rostro. El problema más frecuente que tendemos a reiterar es el exceso.
Esa ansia por conseguir un cutis impecable de forma rápida como si de un look no makeup se tratara, nos lleva a sobrecargar la tez con activos ultra potentes o mezclas que no son nada convenientes . Lo único que conseguimos con esto es provocar hipersensibilidad en nuestra piel y con ello rojeces, congestión, sequedad, inflamación, brotes o descamación que llevan a que los componentes antiedad de nuestro organismo, como el colágeno, se deterioren, y a que los factores ambientales dañinos sean más perjudiciales, con mayor propensión a la aparición de manchas o arrugas, al estar la dermis desprotegida. Para evitarlo, surge la tendencia de las microdosis.
Retinol Skin-Renewing Daily Micro-Dose sérum de Kiehl's /
El objetivo de la microdosificación es que la piel obtenga todos los beneficios que prometen las fórmulas, de forma segura, sin efectos secundarios. Es un método sencillo y respetuoso con el cutis que a largo plazo asegura mejores resultados. No significa que dejemos de usar ingredientes poderosos como el retinol, ácidos AHA o BHA y vitamina C, sino que se empleen en porcentajes suaves pero efectivos.
Booster antienvejecimiento Super C15 Resist de Paula's Choice /
Utilizar los activos potentes en dosis bajas tiene una explicación fundada. Si los componentes que promueven la renovación celular se utilizan con demasiada frecuencia, la piel no podrá producir células nuevas a ese ritmo, lo que daña la barrera cutánea, el microbioma y la capa de hidratación del cutis, eliminando los aceites naturales que lo nutren y dejándolo desprovisto de protección. Básicamente, origina fotoenvejecimiento, la rotura de las fibras de colágeno y la disminución de su producción, la falta de circulación y la creación de hiperpigmentación.
Clinique Smart Clinical Repair Wrinkle Correcting Serum /
Vídeo. Las mejores cremas hidratantes naturales con beneficios antiedad
Los tratamientos de microdosis hacen que los ingredientes sean más tolerables y se absorban mejor en la piel a lo largo del tiempo. Las propiedades antiedad continúan, pero en vez de sufrir de un rostro plano y apagado, que conseguiríamos con formulaciones demasiado altas en porcentajes, obtenemos mayor suavidad, aspecto radiante y jugoso, y conservamos la hidratación, porque le da a la piel la cantidad justa que necesita para regenerarse.
The Microdeivery Resurfacing Solution de Philosophy /
Pero, cómo sabemos cuáles son los porcentajes adecuados en los que utilizar un ingrediente. Te lo explicamos. En primer lugar, la vitamina C, que normalmente debe estar entre un 10% y un 20% para resultados óptimos, pero si experimentas ardor u hormigueo, busca otras versiones que no sean ácido ascórbico u opta por encapsulaciones o fórmulas en aceite y procura que siempre indique que es estable. En el retinol, debemos empezar de un 0,25 a 0,5% y si nos va bien, continuaremos, pero, si notamos que nos hace falta un impulso, después de un mes, pasaremos a productos entre un 1% y un 2% (como máximo). Para los ácidos, dependen del tipo, pero normalmente funcionan desde el 0,5 al 2%, dependiendo de su poder exfoliante.
Retinol Serum 1% in Squalane de The Ordinary /
La consistencia del cosmético también es clave y debe ser correcta para tu tipo de piel. Texturas en gel, untuosas, líquida o libres de aceite. Escoge la que mejor te vaya.
Es el turno de que pruebes este tipo de tratamiento que conserva la salud de tu cutis con los mejores beneficios. Recuerda, menos es más.