Por delante de toda la información que tengamos sobre cómo se borran las manchas (porque puede que nunca aparezcan si lo hacemos bien con la protección solar), hay una preocupación de peso que deberíamos plantearnos mucho antes de padecer los primeros signos del envejecimiento. Porque de la pérdida de firmeza en el rostro nadie se libra.
Y sí, la farmacéutica Izaskun Ruiz Amestoy, experta en dermocosmética y autora de la cuenta de Instagram @dermoskinfar , confirma que se puede prevenir teniendo en cuenta que no hay cremas efecto bótox milagro. Pero empecemos por el principio.
«Forma parte del proceso de envejecimiento cutáneo y está condicionado por el estilo de vida. Con el paso del tiempo ️la actividad de los fibroblastos se reduce️ y disminuye la síntesis de colágeno y elastina, la dermis se atrofia️ y la degeneración de la red de fibras elásticas hace que aparezca la temida flacidez que tanto nos preocupa», explica la experta.
Uno de los síntomas más comunes para detectar el principio de flacidez, es el llamado triángulo de la belleza. «Si dibujamos un triángulo sobre la cara de una persona joven, tendremos los vértices en los pómulos altos y la cima en la zona mandibular. Con el paso del tiempo los tejidos empiezan a descolgarse y este triángulo se invierte».
Con este cambio se puede apreciar cómo la cima del rostro se encuentra en la zona de la nariz, y los vértices pasan al óvalo facial, a la parte mandibular. Además, otros detalles que lo acentúan es el hundimiento del surco nasogeniano.
Como adelantábamos al principio, sí se puede prevenir. Y para ello, hay que tener en cuenta la elastosis solar, que es el proceso acelerado de la degración de la piel por la pérdida de colágeno y elastina debido a la exposición solar y a la acumulación de rayos ultravioletas.
«La radiación solar produce una acumulación de elastina en la dermis y el colágeno se ve reemplazado por estas fibras elásticas engrosadas que forman masas amorfas. Después estas fibras se degradan y pierden la capacidad de sostén del tejido adiposo, provocando así la flacidez cutánea», cuenta Izaskun.
En este sentido resulta imprescindible utilizar protección solar a diario. Así como utilizar algunos activos que suman y previenen, pero no eliminan. Los ingredientes transformadores con mayor evidencia científica son: el retinol, la vitamina C, los hidroxiácidos o los péptidos.
Todos ellos estimulan los fibroplastos aumentando las reservas naturales de colágeno y elastina, aceleran el recambios celular, engrosan la piel y la fortalecen.