La modelo Natalia Vodiánova. /
El descolgamiento del óvalo facial, las arrugas del cuello y la aparición de la papada es una de esas triadas que van a suceder en algún momento de nuestra vida. Especialmente si uno de nuestros hábitos diarios es el de estar pegados a los dispositivos en una mala postura.
«Mirar hacia abajo al teléfono o al ordenador durante largos periodos de tiempo, puede contribuir a la flacidez del cuello, por pérdida de fuerza de los músculos submentonianos», nos introduce la Dra. Raquel Moreno especialista en medicina estética y CEO de Medicina Estética Eres. También hay otro factor que depende de nosotras mismas como «la exposición al sol, que daña la piel y acelera el proceso de envejecimiento», dando paso a la caída del óvalo , explica la experta.
Algunas de las causas más comunes en la aparición de la papada, generando una sensación de doble mentón, son el envejecimiento natural y la genética, que determinan una pérdida de elasticidad en mayor o menor tiempo, un exceso de grasa que se acumula en esa zona, falta de tono muscular (puede producirse por una pérdida de peso repentina) o falta de soporte óseo.
«La mandíbula es la estructura ósea que da forma al mentón y al óvalo facial, un mentón pequeño o retraído determinará una mayor flacidez en la zona del cuello o submentón. Lo más importante es realizar un diagnóstico adecuado y personalizado para valorar qué tratamiento es el más adecuado para cada casos«, nos cuenta la doctora.
Uno de los tratamientos para eliminar la papada sin cirguía, que se vende como uno de los más eficaces del mercado y que arrasa en Estados Unidos, es el Emface Submentum, «un tratamiento no invasivo que utiliza una combinación de dos tecnologías para reducir la papada y mejorar el contorno facial«, explica la Dra. Raquel Moreno.
Por un lado, combina radiofrecuencia sincronizada (RF), que «calienta la dermis y provoca un estímulo para la producción de colágeno y la elastina. Esto ayuda a tensar la piel y mejorar la flacidez. Por otra parte, la radiofrecuencia en esta zona está también diseñada para producir un calentamiento en el tejido graso submentoniano y así provocar la apoptosis o destrucción del tejido graso».
Así es la aparatología que se coloca bajo el mentón. /
Por otro, «la tecnología HIFES estimula el músculo digástrico, que es el principal responsable de la firmeza del mentón. Esta estimulación muscular ayuda a tonificar el músculo y mejorar la definición del óvalo facial», aclara la especialista.
Su aplicación no duele, no requiere de ningún tipo de anestesia o indicación, y es perfectamente compatible y complementario con otros tratamientos. «Es una sensación extraña, pero no duele, y la mayoría de las personas experimentan poco o ningún tipo de molestia. El paciente sentirá una sensación de calor y hormigueo en la zona tratada», advierte la experta.
El tratamiento tiene un precio elevado y se necesitan un mínimo de sesiones para ver resultados a largo plazo. «Normalmente se recomiendan entre 4 a 6 sesiones, una a la semana. Los resultados en muchas ocasiones son visibles después de cada sesión, aunque va mejorando gradualmente a lo largo del tratamiento. Los resultados máximos se observan al mes o dos meses después de terminar las sesiones», cuenta Raquel Moreno.
El precio oscila entre los 1.300 y 1.500 euros el bono de cuatro sesiones.
Es un tratamiento perfecto para hacer a partir de los 30, tanto en hombres como en mujeres, ya que es la edad a la que empieza a perderse el colágeno y la elastina. «Sin embargo, Emface Submentum es una buena opción para personas de todas las edades que buscan reducir la papada, o mejorar la definición del cuello y óvalo mandibular«, cuenta la Dra. Raquel.
Para finalizar, le preguntamos a la doctora por el mantenimiento al terminar todas las sesiones recomendadas y sobre todo, si podría volver a aparecer la papada al cabo de un tiempo.
«Es imprescindible estudiar cada caso para garantizar los resultados y valorar la indicación del tratamiento. En general, los resultados son mantenidos en el tiempo, pero sin el cuidado o mantenimiento adecuado, el problema podría volver a aparecer. Por ello se recomienda estudiar cada caso particular y seguir las recomendaciones oportunas del médico de referencia«, contesta.