Cómo combatir la rosácea para conseguir la mejor versión de tu piel

Hay muchas afecciones e imperfecciones que pueden afectar a la piel y que en ocasiones no sabemos cómo afrontarlas. Tendemos a incluir todo tipo de productos en nuestra rutina de skincare , lo que hace que se acabe agravando la situación, y sea peor el remedio que la enfermedad.

Por ello, es clave saber qué es lo que nos pasa y cómo podemos solucionarlo de forma eficaz, sin caer en malos hábitos de cuidado . Una de las más habituales es la rosácea, que afecta a 1 de cada 10 personas. Te contamos qué es, sus características y cómo puedes tratarla de forma eficiente.

La rosácea es una afección cutánea que se caracteriza principalmente por episodios de enrojecimiento facial: pequeñas venas visibles, inflamación, y en los casos más severos, puede llegar incluso a producir protuberancias rojas que pueden confundirse con brotes de acné .

Su origen está en una hiperfunción de la glándula sebácea, que hace que el sebo se genere más fluido, por lo que es menos obstructivo, pero sí más irritante. Esto produce un grave desequilibrio de la función de la piel, alterando la barreta cutánea y haciendo que sea mucho más sensible.

- Enrojecimiento facial: es la característica más habitual de la piel con rosácea, que se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales de la piel que provocan ese tono rojizo en el rostro.

- Pápulas y Pústulas: En casos más avanzados de rosácea, pueden aparecer en la piel afectada. Estas protuberancias rojas suelen ser confundidas con el acné, pero a diferencia de este, no están asociadas con la formación de puntos negros.

- Piel con textura: con este tipo de afecciones, como bien te comentábamos, la piel sufre mucho y esto se nota especialmente en el tacto. La tez deja de ser suave, pasando a ser más áspera y desigual.

- Sensibilidad: la piel afectada por la rosácea tiende a estar inflamada, y esto se traduce en una mayor sensibilidad. Esto siempre puede agravarse si no utilizamos los productos de cuidado adecuados o por hechos tan simples como una exposición solar.

Con spf15, protege la piel del daño solar y está formulado específicamente para piel con tendencia a rojeces normal o mixta, y una triple protección para hidratar y reducir la aparición diaria de rojeces. La Roche Posay (23,75 euros).

Crema para pieles sensibles y/o reactivas asociadas al enrojecimiento cutáneo. Es compatible con tratamientos dermatológicos, calmando la piel rápidamente y reduciendo la sensación de calor debido a la acción antiinflamatoria. Bioderma (19,95 euros).

Este tratamiento de corrección de color de tonos verdes podría ser su remedio para la piel propensa al enrojecimiento. Enriquecido con extracto de centella y Cicabond 5000ppm (una mezcla de extracto de hiedra y minerales), calma y refresca la piel irritada y sensible con su textura cremosa. Dr.Jart+(34,50 euros).

El protector solar es clave, aunque no tengas rosácea, pero especialmente importante si la padeces. Este SPF50+ es producto de muy alta protección específico para pieles sensibles, con rojeces o rosácea. Cuenta con una textura ligera, difumina las rojeces y unifica el tono. Cantabria Labs (28,90 euros).