La herencia envenenada de Alain Delon: un testamento desigual a favor de su hija y un patrimonio a la venta de 100 millones de euros

Alain Delon, la última gran estrella de la época dorada del cine francés, fallecía a los 88 años el pasado domingo, dejando tras de sí un magnífico legado cinematográfico, pero también un sustancioso patrimonio personal. Convertido en hábil hombre de negocios, aprovechó su imagen para acumular una fortuna que se calcula en unos 100 millones de euros, pero que algunas fuentes elevan incluso hasta los 300.

Preocupado por cómo se repartirían sus descendientes su fortuna, ya en 2018, durante el motivo del entierro de su gran amigo Jean Paul Belmondo, declaró: «Quiero irme en paz. Ya he tomado mis decisiones. Ya he preparado mi funeral«. Entre esas decisiones estaba vender parte de su patrimonio y acordar el reparto del dinero entre sus tres hijos. Su supuesto cuarto hijo, Christian Aaron Boulogne, nunca fue reconocido por el actor y murió el año pasado víctima de una sobredosis.

No es extraño que Alain Delon quisiera dejarlo todo atado y bien atado, ya que en los últimos años sus hijos han protagonizado una serie de mediáticas acusaciones, demandas e insultos con su padre como epicentro. En primer lugar, Anthony Delon, el hijo de 59 años de la actriz Nathalie Delon, concedió una entrevista a 'Paris-Match', en la que acusó a su hermanastra menor, Anouchka, de «mentir» y «manipular» al tratar de ocultar los resultados de las pruebas cognitivas realizadas a su padre.

Anouchka, de 33 años e hija de la modelo holandesa Rosalie van Breemen, contraatacó en un comunicado emitido por su abogado, afirmando que Delon no podía «soportar más la agresividad de su hijo, que le dice constantemente que está senil«. A continuación, ambos se insultaron mutuamente en apariciones en la televisión francesa, antes de que el tercer hijo, Alain Fabien, de 29 años, interviniera en Instagram, poniéndose de parte de su hermanastro y reproduciendo una grabación secreta de Anouchka en la que, según él, conspiraba con su padre contras ellos.

Anouchka siempre fue la favorita de Alain Delon. De ella dijo en 2008: «A ninguna otra mujer le he dicho tantas veces 'te quiero' como a ella». Por eso, pero también para evitar disputas entre ella y sus hermanastros, dispuso en su testamento que l a mitad de su herencia fuera para ella y la otra mitad se repartiera entre Anthony y Alain Fabien.

Los tres parecen estar satisfechos con este aparentemente muy desigual reparto. «Se acabó, se acabó el conflicto, no hay guerra por la herencia, todo eso no existe«, aseguraba Anthony Delon a principios de este año. La unidad entre los tres descendientes vivos del actor se hacía patente también cuando unían sus fuerzas para denunciar a Hiromi Rollin, el ama de llaves (o amante, según su versión) de su padre.

La japonesa empezó como asistenta en los rodajes de Alain Delon en 1992 y llegó a ser su cuidadora en la mansión que el actor se había hecho construir en Douchy, en una finca boscosa a 120 km al sureste de París. Por miedo a que pudiese manipular la voluntad de su padre, decidieron despedirla. Pero ella luego interpuso una demanda contra los tres por, supuestamente, poner en peligro la vida del intérprete al negarle medicamentos.

El actor supo explotar con éxito la marca Delon y su imagen durante años. La producción de artículos de lujo resultó ser un éxito. En Asia se vendían cigarrillos, alcohol y perfumes con su nombre. La marca de perfumes de lujo utilizaba fotos del actor de los años sesenta en sus anuncios. Pero durante los últimos quince años, el actor vendió sus coches, colecciones de arte y valiosos vinos en subastas. «Prefiero dejar dinero a mis hijos», dijo a AFP en 2017, añadiendo que odiaba las «ventas póstumas».

Delon era un apasionado del arte. Ya en los años 60 empezó a coleccionar cuadros, esculturas y relojes caros. La magnitud de su fortuna puede deducirse de las obras de arte que puso a la venta antes de morir. Por ejemplo, un cuadro de Eugene Delacroix, el representante más destacado del romanticismo en el arte europeo. Otro cuadro, de Raoul Dufy, estaba valorado en más de un millón de euros. Cuando Delon subastó por primera vez parte de su colección de arte, recaudó unos 10 millones de euros.

En 2000, el actor obtuvo la nacionalidad suiza, con las ventajas fiscales que conllevaba. Además de tener una casa en Ginebra, el actor era un gran coleccionista de armas. Parte de este arsenal fue confiscado en Douchy en febrero de 2024. La propiedad contaba con un campo de tiro, pero el actor no tenía permiso para estas armas y no las declaró.