CONFESIONES DE INFLUENCER

Las 10 intimidades más secretas que le ha contado Alexandra Pereira a Vicky Martín Berrocal: «En la industria de la moda soy un gnomo»

Teníamos que analizar con lupa una de las poquísimas entrevistas que concede Alexandra Pereira, la influencer española más querida. Se la dio a Vicky Martín Berrocal.

Alexandra Pereira y Vicky Martín Berrocal, durante la grabación del podcast de la diseñadora. / INSTAGRAM

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La química entre Alexandra Pereira y Vicky Martín Berrocal existía mucho antes de que se sentaran frente a frente en 'A solas con', el podcast que la diseñadora sevillana dirige en Podium. Allí se han confesado muchos famosos que no se ponen a tiro de periodistas fácilmente, caso de Victoria Federica , pero la influencer antiguamente conocida como Lovely Pepa adujo otra razón para sentarse con Vicky : «Sabes escuchar y eso facilita mucho las cosas».

Sin embargo, tenemos que adivinar algo más en esta visibilidad extra del personaje Alexandra Pereira, ahora también en entrevistas como esta con Vicky Martin Berrocal . No nos extrañaría nada que la influencer ampliara su negocio hacia emprendimientos más allá de las redes, acaso de autoría propia, en la línea de lo que han hecho Kim Kardashian o Chiara Ferragni . Sin duda, si hay una influencer que está lista para convertirse en toda una mujer de negocios es ella. La van a seguir miles, millones de personas.

1. Por qué prefiere no hablar con periodistas

«Las entrevistas siempre imponen, porque pueden sacar ciertas preguntas que pueden resultar incómodas o con las que no te sientes del todo segura a la hora de contestar. Yo he querido mantenerme muy al margen de las polémicas a lo largo de los años y cuando das entrevistas hay ciertas cosas que se pueden sacar de contexto. Asusta un poco dar entrevistas, en general. Cuando estás en un ambiente así te sientes más cómoda».

2. El mundo de la moda es clasista

«Me gusta estar en casa, soy muy introvertida, aunque no lo parezca. Soy una mujer que se ha hecho a sí misma y con muy poca ayuda a mi alrededor. Vengo de una familia muy normal, trabajadora, de clase media, sin ningún tipo de contacto en la industria de la moda, lo cual es un reto añadido. Especialmente en este mundo, que es clasista y elitista, me jacto de decir que nunca me he pegado a nadie para ganar visibilidad y seguidores. Siempre he ido muy a mi bola».

3. Ser influencer no es trabajar en la mina

El término influencer está bastante denostado porque se dicen muchas banalidades, gente del sector que habla de este trabajo como si fuera ir a picar a la mina. Hay que ser consciente de la suerte que tenemos en esta vida. Hay que ser justos. (…). Yo soy muy consciente de mi situación de privilegio en la vida y cuando hablo quiero ser muy cuidadosa con toda esa gente que no tiene los mismos privilegios que tengo yo».

4. Se llama influencer a cualquier cosa

«No me identifico con muchos personajes que se dedican al mismo proyecto profesional que me dedico yo. Se llama influencer a cualquier cosa, es verdad. Y hay una densidad de influencers en este país que es fuerte. El mundo de internet se abre a todo el mundo y cualquiera puede tener una cuenta en Instagram o TikTok. Eso tiene su belleza, pero también su lado negativo. Hay de todo».

5. Iba a ser una flor mustia en una oficina

«Empecé estudiando una carrera que no me apasionaba para nada, Derecho y Economía. Hasta llegué a hacer practicas en un banco. Estaba encaminada a hacer algo en mi vida que no me llenaba al cien por cien. Iba a ser como una flor mustia en una oficina. Siempre he tenido un lado muy creativo, siempre me he sentido un poco diferente. No encajaba nunca en los sitios, algo fallaba. Cuando encontré este trabajo o este trabajo me encontró a mí, di con mi lugar en el mundo. Comencé a construir mi propia historia«.

Un momento de la entrevista de Vicky Martín Berrocal a Alexandra Pereira. / D.R.

6. En la industria de la moda soy un gnomo

«Yo nunca me he sentido acomplejada con mi altura. Mido 1,60 y soy una mujer en miniatura. Soy una tía que me sé sacar partido para lo normal que soy. Con el paso de los años una se hace sus cositas y se deja ideal, pero no soy Jennifer Aniston. En la industria del cine las actrices suelen ser todas de mi altura, más o menos pequeñitas. En la industria de la moda yo soy un gnomo. Soy super pequeñita. En fotos, obviamente, estás con mujeres muy altas y yo no soy de llevar mucho tacón. Mi madre me dice: 'Ponte un buen tacón' y no lo hago porque a mí no me importa la altura».

7. La remuneración en el lujo no es tan alta o es inexistente

«Yo elijo mucho mis trabajos. Muchas veces tenemos charlas fuertes en el equipo porque tenemos que elegir entre elevación del perfil versus dinero. Es una dilema muy heavy, porque yo vivo de esto. Necesito pagar mis facturas, mi casa, mi coche, el colegio de mi hijo y es una decisión complicada, sobre todo cuando tienes una familia. Mi carrera ha discurrido en esa dualidad, pues el mundo del lujo te hace vivir experiencias maravillosas que el común de los mortales no llega a vivir, pero a nivel de remuneración o no es tan alta o es inexistente. Tienes que moverte con mucho cuidado alrededor de estos dos polos: tratar de no ser demasiado comercial ni demasiado elitista. Se factura mucho más cuando es un producto de alto consumo».

8. Lo sabe todo sobre Ghassan, su marido

«Ghassan es maravilloso. Cualquier persona que le conoce tiene un impacto de él súper positivo. También te digo que es Escorpio y que deberíamos hacer un club de afectados por los Escorpio en el mundo. Es complicado lidiar con los hombres Escorpio. Solo se muestran tal y como son con una persona, y la afortunada soy yo. Yo lo sé todo de él. La cualidad más grande que tiene mi marido es la lealtad, es extremadamente leal y eso los Aries lo valoramos mucho. Pero también tiene un carácter brutal. Es una persona que conmigo se ha abierto en cuerpo y alma. Él sabe casi todo de mí. Yo soy un poco más reservada. Las mujeres quizá tenemos un lado algo más privado. Es mi hermana la que lo sabe todo de mí».

9. Al conocerle, pensó que quizá tenía una familia secreta

«No perdonaría a mi pareja la falta de lealtad, que incluye la fidelidad. Tendría que verme en la situación, pero sería algo muy grave. No creo que pudiese ganar la confianza al cien por cien de nuevo y vivir con esa duda me mataría. Soy celosa, pero no enfermiza. Al principio de la relación, como no le conocía, yo decía ¿este tío por qué está soltero? Súper culto, con unas experiencia vitales tremendas, que ha vivido en Shanghai, en Canadá, que habla cinco idiomas, imponente fisicamente, sabe cocinar, muy limpio… En un momento dado pensé que quizá tenía mujer e hijo en el Líbano y no lo sabía. No sé, se escuchan historias de estas raras… Pensaba: 'Este tío tiene que estar pillado, Algo no está claro'. Entonces empecé a cotillearle el teléfono, porque necesitaba esa reafirmación de que no estaba pasando anda raro detrás. La verdad es que tampoco tenemos tiempo de ser infieles».

10. Ha tenido síndrome del impostor en el lujo

«Me considero una persona con una gran capacidad de adaptación y podría reconducirme en muchas cosas a nivel profesional. Tengo un conocimiento del sector que poca gente tiene y podría hacer muchas cosas detrás de los focos. Pero no tengo miedo. Al principio tenía síndrome del impostor. Me acuerdo cuando me fui a vivir al primer piso que era de un estilo de vida un poco más elevado aquí en Madrid, cuando me cruzaba con la gente de la comunidad, decía: 'Qué hago yo aquí'. Esa sensación no la tengo ahora. Estoy aquí porque tengo que estar aquí».