El número 1

La familia de Carlos Alcaraz: madre sevillana, abuelo ajedrecista y su segundo padre

El murciano Carlos Alcaraz se ha convertido en el número uno mundial. Parte de ese éxito se lo debe a la gente que le ha apoyado siempre: su familia.

Carlos Alcazar junto a su familia en el Mutua Madrid Open. / / GETTY

Juanra López
Juanra López

Carlos Alcaraz ha demostrado ya que su tenis es muy efectivo en cualquier superficie. Le faltaba ganar un torneo en hierba y ya lo consiguió este domingo en Queen's, donde derrotó en la final por un doble 6-4 al australiano Alex de Minaur, su segunda victoria en dos enfrentamientos. Un triunfo que vale su peso en oro porque le devuelve al número uno del mundo por delante de Novak Djokovic. Un logro que ha celebrado con toda su familia y su entrenador, Juan Carlos Ferrero.

Al igual que ocurre con Rafael Nadal , una de las claves del éxito del murciano es estar muy bien rodeado y asesorado por su familia, que le ha dado una educación en valores, muy útiles en la vida, pero también en las canchas de tenis. No en vano él mismo confesaba recientemente, por ejemplo, que sus finanzas están en manos de sus progenitores, que le dan libertad para darse ciertos caprichos, como palos de golf, deporte al que es muy aficionado, pero no para hacer otro tipo de gastos más desorbitados.

Según datos oficiales de la ATP, tras haber ganado 11 torneos en el circuito en su todavía incipiente carrera (cumplió 20 años el pasado 5 mayo), sus ganancias ascienden a 16,734,337, sin contar los ingresos publicitarios que pertenecen a su ámbito privado. Aun así quienes mejor le conocen, sigue siendo un chico sencillo, y cuando llega a su casa en El Palmar, lo que más le gusta es disfrutar de una pringá y salir a dar un paseo con sus amigos.

De su padre biológico a su segundo padre, Juan Carlos Ferrero y sus cuatro hermanos

Carlos Alcaraz escenifica el sueño que se le escapó a su padre, Carlos Alcaraz González, quien llegó a ser subcampeón de España de tenis y tuvo que renunciar a las costosas clases del prestigioso club de tenis Bruguera, unas 80.000 pesetas de la época, y asumir que a veces no se puede tener todo. O darse cuenta de que a veces la vida recompensa con creces, como está sucediendo con su hijo, Carlitos, Carlos o Charly, los tres apelativos con los que el jugador se siente a gusto.

El padre de Carlos Alcaraz está vinculado al Real Sociedad Club de Campo El Palmar, donde dirige desde hace 30 años la escuela de tenis en la que dio sus primeros pasos el tenista hasta que se puso en manos de otro número uno del mundo, Juan Carlos Ferrero, en su Equelite Sport Academy, en Villena, Alicante. El padre de Carlos consideró que debía disociar su relación personal con la profesional de su hijo y dejarlo en manos de Ferrero, ganador de Roland Garros en 2003 quien se está encargando de moldear a su pupilo.

Carlos Alcaraz junto a su hernano mayor Álvaro Alcaraz. / INSTAGRAM

Dotado de un físico espectacular (mide 1,85 y pesa 72 kilos), Carlos Alcaraz es el segundo de cuatro hermanos, todo chicos: Álvaro, Sergio y Jaime. Este último, a punto de entrar en la adolescencia, es quien parece más volcado en el tenis y quien próximamente podría dar grandes alegrías a los aficionados. Aunque en realidad toda su familia es fanática de este deporte desde generaciones, especialmente su abuelo paterno, que se llama como él.

Un abuelo aficionado al ajedrez y una madre sevillana

Carlos Alcaraz, estupendo de salud a sus 87 años, manifestaba en una entrevista en La Verdad hace un año que tenía sentimientos encontrados porque ahora estaban recogiendo los frutos en su nieto, después de no haber podido enviar a su hijo a Barcelona como le habría gustado.

Carlos fue aparejador en la empresa Bernal Pareja y secretario de la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar, pero cuando le despidieron de la mencionada empresa tuvo que hacer lo imposible para reinventarse: trabajó en la construcción y como jefe de obra, después abrió una inmobiliaria y su mujer, Paquita, regentó la Librería 2000 de El Palmar. A todos sus nietos les ha enseñado a jugar al ajedrez y acuñó la popular frase de las tres «c» con las que aconsejaba a Carlitos Alcaraz para triunfar en la pista: «Cabeza, corazón y cojones».

La madre de Carlos Alcaraz ha sido clave en su educación y en la formación de su personalidad. Nacida en Sevilla, sus raíces más profundas están en esta provincia que abandonó su padre, Manuel Román Garfia Cano, cuando desde el El Corte inglés, donde trabajaba le trasladaron a Murcia. Ya fallecido, formaba parte de una familia muy numerosa, que en su mayoría ha seguido viviendo en Andalucía. El abuelo de Carlos siempre tuvo muy presente su Sevilla y fue el fundador de la hermandad de El Rocío de Murcia.

Carlos Alcaraz ya demostraba de pequeño su pasión por el tenis. / INSTAGRAM

Alcaraz sigue afianzando su mito deportivo, las principales publicaciones y jugadores históricos ya se han rendido de él, y lleva su vida sentimental muy al margen de los medios de comunicación. Tuvo una relación, que nunca confirmó, con la tenista María González, del Murcia Club de Tenis, y posteriormente se le vinculó con Ana Mena . Según parece, se conocieron a través de las redes sociales, quedaron en diversas ocasiones, algunas de ellas acompañados, y no tuvo mayor recorrido, según publicó ¡Hola!.