Murió hace dos años

Las locas fiestas de Mila Ximénez en Marbella, donde se codeaba con la duquesa de Alba, Sean Connery y Cristina Onassis

Se cumplen dos años de la muerte de Mila Ximénez, quien vivió sus tiempos más salvajes después de separarse de Manolo Santana

Mila Ximénez y Manolo Santana, en los años en los que eran pareja. / gtres

Juanra López
Juanra López

Este 23 de junio han querido los astros que coincidan tres aniversarios relacionados entre sí. Dos años se cumplen de la muerte de Mila Ximénez, uno de los rostros claves del programa Sálvame , que también llega a su fin en Telecinco, y 70 cumple Paolo Vasile , el que fuera Consejero Delegado de Mediaset bajo cuyo mandato este programa fue líder de audiencia casi indiscutible.

La pequeña pantalla rescató a Mila Ximénez de sus peores años y devolvió a la mujer rápida de reflejos, ácida, inteligente y mordaz que ya se vislumbraba en una entrevista concedida en 1989 a Canal Sur en la que hablaba de sus años de esplendor en Marbella , que acabarían con la llegada a la alcaldía de la ciudad de la Costa del Sol de un Jesús Gil que no supo conservar el glamour ochentero que dio la vuelta al mundo.

Su gran padrino fue el irrepetible Jaime de Mora y Aragón

Mila Ximénez fue uno de los nombres claves de lo que se dio en llamar la jet set marbellí, en la que fue introducida con honores por unas más insignes figuras de la época, Jaime de Mora y Aragón , a la sazón hermano de Fabiola, reina de los belgas. Fue este actor ocasional y bon vivant por excelencia quien la acogió bajo su protección y se encargó de convertirla en la estrella mediática que fue en esa época.

Durante su matrimonio con Manolo Santana, con quien tuvo a su hija Alba , vivió años en los que la palabra «problema» no entraba en su vocabulario, como ella misma reconocía treinta años más tarde de la mencionada entrevista, en Sálvame Deluxe. Por la mañana se iba al club de tenis con su pequeña, por la tarde al Marbella Club y muchas noches salía a cenar con Lolita.

Tras su ruptura matrimonial con Manolo Santana, Mila Ximénez tuvo una relación con Antonio Arribas, quien a su vez había sido novio de Lolita. Fue esa etapa en la que más se prodigó en fiestas donde coincidió con figuras como Lola Flores , que tenía su base de operaciones en el chalet de Los Gitanillos, Sean Connery, Gunilla von Bismarck , Luis Ortiz, la duquesa de Alba y Carmen Ordóñez, con quien Mila participó en un desfile el mismo día que falleció Paquirri. Por supuesto, en aquellas fiestas no podías faltar Alfonso de Hohenlohe, gran artífice del milagro de Marbella junto a José Banús.

Los chorys, cuatro amigos que se bebieron la noche en Marbella

Unos de los grandes dinamizadores de las noches marbellíes era el grupo de «los chorys» del que formaban parte Luis Ortiz, Yeyo Llagostera, Jorge Morán y Antonio Arribas que era especialista de cine y falleció prematuramente a los 49 años, víctima de un infarto, en junio de 1994. Llagostera y Ortiz han contado numerosas anécdotas de las aventuras y desventuras de este grupo al que también se conocía como «los cuatro mosqueteros», que se bebieron la vida en sentido real y figurado.

Mila Ximénez y Agatha Ruiz de la Prada, en un momento del desfile del programa Sálvame. / mediaset

No podemos dejarnos en el tintero a otros nombres como la princesa Soraya, quien fuera mujer del Sha de Persia; Deborah Kerr, mítica protagonista de Narciso Negro, y su marido, Peter Viertel, guionista de La reina de África; Kashoggi, en cuyas fiestas se degustaban cantidades ingentes de caviar de beluga; Linda Christian, madre de Romina Power, y Cristina Onassis , hija del célebre armador griego Aristóteles Onassis.

Bajo el ala protector de Mila Ximénez y las represalias de la locutora

Mila Ximénez era también cronista de esa época a través de su colaboración radiofónica con Encarna Sánchez y tuvo una sección de entrevistas, Café con Mila, en Abc, donde realizó entrevistas a grandes personalidades nacionales e internacionales. El fin de su relación profesional con la locutora, a la que atribuyen represalias y vetos contra su persona, fue un punto de inflexión muy importante.

Posteriormente comienza una decadencia personal y profesional que le lleva incluso a renunciar a la custodia de su hija Alba, para que pudiera tener una mejor vida al lado de su padre, Manolo Santana. Fueron años difíciles en los que llevó a vender pieles y joyas para sobrevivir. Unos años en los que cometió algunos excesos y en los que tuvo amistades muy cuestionadas como el abogado Rodríguez Menéndez.

Su resurrección profesional en televisión con Sálvame

La vida le dio una segunda oportunidad a través de la televisión, primero en Crónicas Marcianas, pero, sobre todo, en Sálvame, donde anunció que padecía un cáncer que le costó la vida. Se marchó después de haber disfrutado muy intensamente del amor de su hija Alba y del cariño del público que la seguía fielmente en el espacio de Telecinco.

En 2005, publicó su autobiografía, Perdón si no hablo de mí, y en la presentación evocó sus años de grandes juergas marbellíes. Lo descubrió como un mundo tóxico, amoral e inmoral, y admitió que su vida se había convertido en una noria de fiestas y excesos. Según afirmó, no encajaba en los códigos de conducta de la gente que le rodeaba con mujeres que buscaban una gran casa, un marido importante y una sociedad que les sirviera de refugio. Un mundo que, en definitiva, le aburría.

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