La original boda de Carmen Ballesteros Botín: finca familiar, moda de lujo y recuerdo especial a su padre

Carmen Ballesteros Botín y Juan Diego García se han casado . El pasado sábado 11 de mayo la finca familiar de los Botín en Puente San Miguel, a tan solo 30 kms de Santander y con vistas a su pintoresca bahía, se convirtió en escenario de la bonita boda entre la nieta del desaparecido banquero Emilio Botín y el farmacéutico cántabro.

La novia, vestida de Rosa Clará, quiso que el recuerdo de su padre, el inolvidable campeón de golf Severiano Ballesteros fallecido en 2011, tuviera una presencia muy especial. Y además de dedicarle su ramo de flores y de contar con una tarta con su figura, celebró al preboda en la casa-museo de Pedreña, lugar natal del campeón.

Además de su madre, Carmen Botín, su tía y madrina Ana Patricia Botín y su abuela Paloma O'Shea, la novia estuvo acompañada por toda su familia –tiene dos hermanos– y amigos, con los que disfrutó de una fiesta posterior a la altura de su carácter siempre alegre y optimista. Y donde tampoco faltó Capitana, la perra que comparte con su ya marido y que es una más en la familia.

La novia, que en su preboda el día anterior lució un bonito traje de chaqueta blanco con blazer escotada y con cinturón, optó para el día de su boda por un vestido de Rosa Clará. Con escote corazón y en encaje bordado con pedrería, para la ceremonia religiosa incorporaba una cola larga y muy voluminosa y un velo clásico, además de una chaquetilla también bordada. Una vez comenzó el baile, Carmen Ballesteros se despojó de la cola y el velo y su vestido nupcial se transformó en un diseño de silueta sirena y manguitos ideal para una fiesta que duraría hasta altas horas de la madrugada. Animada por varios DJ's, el «musicón» hizo que ni los novios, que se mostraron felices y muy enamorados, ni sus invitaros dejaran de bailar en toda la noche.

La celebración, discreta pero en la que se reunió lo más granado de la élite financiera y empresarial de nuestro país, estuvo llena de detalles con los que los contrayentes quisieron agasajar a sus invitados, ademas de mantener muy presente el recuerdo de Severiano Ballesteros, fallecido en 2011 a consecuencia de un tumor cerebral. Las mesas, por ejemplo, llevaban los nombres de los campos de golf más relevantes en la carrera del inolvidable Seve como Augusta o St. Andrews, y estaban identificadas con acuarelas de la ilustradora Loreto Ceballos. Además, hubo una espectacular tarta con la figura del histórico golfista sobre su amado green, obra de Pavlova, y Carmen le dedicó su ramo de novia con peonías a su querido padre.

La madre de la novia, Carmen Botín O'Shea, lució un look en color crema formado por sorprendente vestido plisado y por encima de la rodilla de la diseñadora polaca Magda Butrym, y que complementó con unos zapatos totalmente tendencia: tipo slingback, con tacón kitten y realizados en red y con puntera en forma de corazón, se trata de un atrevido diseño de la exclusiva maison Alaïa. Su tocado, amplio y elegantísimo, estada decorado con plumas a tono. También Capitana, la perra labradora color chocolate que la pareja siente como otro miembro más de la familia, tuvo su protagonismo en la celebración.

Carmen Ballesteros Botín es la menor de los tres hijos que Carmen Botín O'Shea, hija y hermana de banqueros, tuvo con Severiano Ballesteros, de quien se separó en 2004. Se lleva de maravilla con sus hermanos mayores, Juan y Miguel, admira profundamente a su tía y madrina Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander. La novia, una consumada deportista domina en especial el golf, cómo no– y de carácter muy alegre y optimista, estudió Marketing y Relaciones Públicas en la Universidad Americana de Londres Richmond.

En la actualidad trabaja como lifestyle manager de Yûgen Group y, como sus hermanos, mantiene un papel muy destacado dentro de la Fundación Seve Ballesteros, creada por el golfista poco después de conocer que padecía el tumor cerebral que acabó con su vida en 2011. Su deseo era que a través de esta institución se pudiera recaudar dinero para la investigación de cáncer oncológico, además de proporcionar clases de golf a niños enfermos y vulnerables.

Sin duda, otra presencia destacada fue la de la matriarca del clan, Paloma O'Shea, viuda de Emilio Botín. A sus 86 años, la conocida filántropa, melómana y mecenas artística, además de primera marquesa de O'Shea, lució un elegante total look de Prada , casualmente, o no, también una de las firmas favoritas de su nieta Carmen. En él, destacaron el vestido con escote tipo capa y print de flores en tonos empolvados (cuesta 3.200 € y es de la actual colección de P/V), aderezado con unas modernas sandalias de plataforma y bolso de mano en piel plateada. Todo de la lujosa firma de moda italiana. Sin olvidarnos del imprescindible tocado, por supuesto.

Esta boda es la culminación de la bonita relación que Carmen Ballesteros Botín y Juan Diego García han mantenido desde hace siete años. Y aunque rompieron en una ocasión, la celebración del pasado 11 de mayo confirma que los jóvenes se adoran y que comienzan una nueva etapa en sus vidas que estaban deseando compartir. Ambos tienen intereses comunes como el deporte y los viajes, además de su adorada perra Capitana. Y su pasión por Cantabria, una tierra que tanto para la familia Botín como para la del inolvidable golfista Severiano Ballesteros es muy querida. ¡Felicidades!