Quién es Diego, el Botín que cambió la banca por el mar y estará en los Juegos Olímpicos de París 2024

El santanderino Diego Botín, de 30 años, es uno de los miembros más desconocidos de la extensa saga Botín. Pero en el mundo de la vela, al que pertenece desde bien pequeño, el joven es un deportista muy conocido y reconocido por sus logros. Entre ellos, dos participaciones olímpicas –va camino de la tercera–, y dos Campeonatos de Europa.

Con la proximidad de los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán en la capital francesa este próximo verano, vuelve a la actualidad deportiva el nombre de Diego Botín. Nieto de banquero e hijo de armador, pertenece a una saga en la que la pasión por la banca y el mar siempre han estado unidas.

Aunque intentó seguir una de las tradiciones de la familia comenzando sus estudios en Dirección y Administración de Empresas, pronto asumió que lo suyo era el mar, la vela y el surf. Y optó por dedicarse a esta otra pasión que también comparte con su padre, armador, y con uno de sus tíos, diseñador de barcos.

Diego Botín-Sanz de Sautuola Le Chever nació el 25 de diciembre de 1993 en Madrid, pero ha vivido siempre en Santander, lugar de procedencia de la famosa saga de banqueros. Es nieto de Jaime Botín, presidente de Bankinter entre 1986 y 2002 y hermano del expresidente del Banco Santander, fallecido en 2024 Emilio Botín; e hijo del armador Gonzalo Botín, primo hermano de Ana Patricia Botín , actual presidenta del Banco Santander. Su tío, Marcelino Botín, es también un prestigioso diseñador naval que ha creados importantes veleros como el ganador del trofeo Louis Vuitton de la conocida Copa América.

Con solo siete años comenzó una prometedora carrera en la vela, ingresando en en el Centro de Alto rendimiento de Vela Príncipe Felipe de Santander. Empezó a estudiar Administración de Empresas, pero pronto asumió que su pasión eran la vela y el mar, y comenzó a formarse en el ámbito de la náutica como el diseño de barcos, la hidroaerodinámica y la meteorología. Botín es también un experto surfista.

Ha representado a España en dos ocasiones en los Juegos Olímpicos: en Río de Janeiro 2016, quedando noveno en la general de la clase 49er. (Ese mismo año se proclamó campeón de Europa, logro que repitió en 2018). Y en Tokio 2020, con un magnífico cuarto puesto. Además, ha ganado dos medallas de plata entre 2020 y 2022, y cuatro medallas en el Campeonato Europeo entre 2016 y 2022. a principios de este mes de mazo ha ganado el bronce en el Campeonato del Mundo celebrado en Lanzarote.

En una reciente entrevista a la revista ¡Hola!, el regatista reconoce que participar en unos Juegos Olímpicos «ha sido un sueño desde que tenía seis o siete años, cuando veía a los regatistas olímpicos entrenar en Santander. Fue una suerte vivir allí, que era donde el equipo olímpico español entrenaba, porque me hizo verlos trabajar y conocer el camino que había que seguir para llegar a ello. Representar a tu país en un escenario como los Juegos Olímpicos es un placer, un honor y una responsabilidad».

Sobre su ilustre apellido, vinculado a una de las sagas de banqueros más importantes del mundo, y la más destacada de España, Botín reconoce en la mencionada publicación que al comenzar en la vela «me preguntaban mucho más, ahora apenas me preguntan». Y sobre si se siente una persona con suerte, el joven deportista confiesa al misma revista que se considera «afortunado por haber conseguido hacer de mi pasión una profesión. Va dentro de mí, pero todavía no tengo el sentimiento de haber llegado donde quiero, espero seguir cosechando éxitos«.

Jaime Botín, abuelo de Diego, fue noticia hace unos años a cuenta de un valioso cuadro de Pablo Picasso. El exbanquero compró en 1977 Busto de mujer joven, pintado por el célebre artista malagueño en 1906. Quiso subastarlo en la sede de Londres de Christie's, pero la Secretaría de Estado de Cultura denegó la autorización al haber sido considerado inexportable por el Ministerio de Cultura y Deporte. El 31 de julio de 2015, el yate del baquero en el que «viajaba» la obra del autor del Guernica, fue interceptada en Córcega por la Guardia Civil y el servicio de aduanas de la isla francesa. Jaime Botín fue acusado de contrabando y condenado a tres años de cárcel, una pena que evitó finalmente con el pago de un multa de 91,7 milones de euros. Hoy, la obra de Picasso es exhibida en el Museo Reina Sofia de Madrid.