Carmen Ballesteros y su tía, Ana Patricia Botín. /
La joven Carmen Ballesteros Botín, hija pequeña del recordado Severiano Ballesteros y Carmen Botín, se casará en los próximos meses. Y este pasado fin de semana ha celebrado una divertida despedida de soltera en Roma rodeada de amigas. Un acontecimiento que ha coincidido, curiosamente, con la despedida de otra de las novias de la temporada: Teresa Urquijo , prometida del alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida .
Carmen es la menor de los tres hijos que tuvo la pareja formada por el recordado golfista Severiano Ballesteros y Carmen Botín, hija y hermana de banqueros. Adora a sus hermanos mayores, Juan y Miguel, y pasa todo el tiempo que puede con su madre Carmen y con su 'tía Ana' ( Ana Patricia Botín , actual presidenta del Banco Santander), de la que es ahijada y a la que admira profundamente. Tía y sobrina se adoran, se tratan como amigas e intercambian numerosos mensajes de cariño a través de las redes sociales.
Los padres de Carmen se conocieron cuando 'Seve' era profesor de golf de Carmen, hija del famoso y rico banquero Emilio Botín . Se enamoraron con locura y, a pesar de que su padre al principio no vio con buenos ojos esta relación, la intervención de su madre, Paloma O'Shea, hizo que la pareja siguiera adelante con el romance. Se casaron en 1988 y ya nunca se separaron hasta la muerte del golfista, en 2011 a consecuencia de un tumor cerebral.
La joven Carmen ha tenido una sorpresa muy especial este pasado fin de semana. Y es que sus amigas le habían preparado una despedida de soltera llena de detalles y diversión en Roma, la ciudad favorita de la novia. Una escapara a la capital italiana en la que no han faltado los originales disfraces que ha llevado la hija de Severiano, ambos relacionados con dos de sus pasiones. El primero, un chándal retro de llamativos colores en alusión a su adoración por el deporte.
Carmen Ballesteros Botín y su futuro marido, Juan Diego García. /
El otro, una bata blanca con el texto «Farmacia Diego», en alusión a la profesión de su futuro marido, Juan Diego García, que es farmacéutico y tiene una botica en la localidad cántabra de Muriedas. Acompañaban este divertido look un velo de novia y un maletín de médica. La novia, que estudió Marketing y Relaciones Públicas en la Universidad Americana de Londres Richmond, es una joven muy sociable, con un carácter optimista y alegre y disfruta mucho con sus amigas. Así lo ha demostrado en todo momento en su despedida de soltera en la que lo han pasado de maravilla a juzgar por las fotos que ha compartido en su Instagram.
Y otro de los detallazos preparados por sus amigas ha sido la sudadera blanca que han lucido todas y que estaba decorada con la silueta de una golfista, en este caso Carmen, y en claro homenaje a la ya icónica imagen de Severiano Ballesteros con su mano derecha en alto en señal de éxito. Tanto la novia como sus siete acompañantes han podido disfrutar de un fin de semana de buen tiempo y celebraciones entre las que no han faltado el aperitivo bajo el sol romano ni cena y copas en algunos de los locales más cool de la Ciudad Eterna.
Tanto Carmen, que es una enamorada de la moda, especialmente de la firma italiana Prada , como su prometido Juan, son grandes amantes de la naturaleza, el deporte, los viajes y, también, de los animales. Tienen una perrita llamada Capitana, una labradora de color chocolate a la que adoran como a un miembro más de la familia y con la que viajan a todas partes. Además, el animal tiene un apartado de fotos muy especial en el perfil de Instagram de Carmen, demostrando lo mucho que la quiere y cuida. Y aparte del golf, la pareja practica fitness, esquí y todo tipo de deportes acuáticos con los que disfrutan mientras se preparan para el gran acontecimiento de sus vidas.
Además, Carmen Ballesteros ha seguido los pasos de su famoso padre no solo en su amor por Cantabria, sino también en el mundo del golf. Se dedica en cuerpo y alma a la Fundación Seve Ballesteros, creada en 2009 por el recordado golfista, poco después de que le diagnosticasen el tumor cerebral que acabó con su vida el 7 de mayo de 2011. Sus tres hijos tomaron entonces el relevo de su padre y centran sus esfuerzos en mantener viva, activa y útil esta institución que con tanto cariño fundó su progenitor y que mantiene su legado.
La fundación se dedica a recaudar fondos para la investigación del cáncer en colaboración con el Centro de Investigaciones Oncológicas, y proporciona clases de golf a niños hospitalizados. Otro de los objetivos es emplear este deporte con fines sociales y siempre basado en los valores que tan bien representaba él mismo: la humildad, el respeto, el esfuerzo y la tolerancia. Carmen combina su trabajo en al fundación con sus ocupaciones en la empresa de alquiler y venta de aviones, casas y barcos de lujo Yûgen Group.