Abogada y madre
Abogada y madre
Soraya Sáenz de Santamaría volvía hace unos días al primer plano de la actualidad de manera involuntaria. Sin duda, fue una imagen insólita ver a la que fuera vicepresidenta con Mariano Rajoy como vocal de una de las mesas electorales del colegio Sagrada Familia de la calle Jorge Juan de Madrid. La primera en conseguir este scoop informativo fue la periodista María Becerril, que compartió una imagen en las redes sociales y después serían los informativos de TVE los que se desplazarían hasta allí el domingo 23 de julio para recabar sus impresiones.
«Es una experiencia distinta. En la vida hay que acumular experiencias», manifestaba muy sonriente Soraya que se despidió de la política activa en 2018 tras ganar las primarias del Partido Popular, pero quedó apartada de su camino hacia La Moncloa después de que Pablo Casado contara con los apoyos de la candidata María Dolores de Cospedal.
En septiembre de 2018, Soraya Sáenz de Santamaría comunicaba a Pablo Casado su decisión irrevocable de dejar la política y en un comunicado a la agencia EFE mostraba su profundo agradecimiento al Partido Político por sus 18 años de andadura conjunta. Pablo Casado le deseaba públicamente grandes éxitos en su nueva andadura profesional, como así ha sido.
Fue en marzo del año siguiente cuando se desvelaron los planes de Soraya Sáenz de Santamaría, acordes a su formación y a su trayectoria, más allá de la política. El prestigioso bufete de abogados Cuatrecasas anunciaba su fichaje como socia en el área de Mercantil, con la finalidad de liderar la práctica de Corporate Governance y Compliance, además de incorporarse al consejo de administración: «Estoy encantada de volver a ejercer la abogacía y de hacerlo junto al magnífico equipo de profesionales de Cuatrecasas, de cuya experiencia espero seguir aprendiendo en los últimos años», manifestaba en un comunicado.
Desde 2019, las apariciones públicas de Soraya Sáenz de Santamaría no han sido demasiadas, lo que no significa que no haya seguido apoyando al que ha sido su partido cuando su presencia ha sido necesaria. Tal es el caso en los últimos comicios regionales y municipales, en los que se mostró al lado del que finalmente es alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, en coalición con Vox.
La semana pasada volvimos a ver a Soraya Sáenz de Santamaría, esta vez en la inauguración de La Galería de las Colecciones Reales, que alberga un edificio de hormigón, roble y cristal diseñado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, y situado frente al Palacio Real. El acto, presidido por los reyes Felipe y Letizia antes de iniciar sus tradicionales vacaciones en Marivent, nos permitió ver a la que fuera vicepresidenta y portavoz del gobierno en animada charla con la que fuera ministra de Cultura socialista Carmen Calvo.
Otra de las cuestiones importantes en la vida post-política de Sáenz de Santamaría es la relativa a su salud, sobre la que ella no se ha pronunciado públicamente (ni desmintió) y tampoco ha desvelado la naturaleza del problema que padeció. Cuatro meses después de que surgieran estas informaciones, algunas un tanto alarmantes y alejadas de la realidad, la exvicepresidenta reapareció en un acto celebrado en su bufete de abogados, en plena forma y con un estupendo aspecto al que ella misma aludió con sus palabras cuando se le preguntó sobre el asunto.
Soraya inauguraba ese día el X Foro Empresarial España-Estados Unidos, organizado por la Cámara de comercio España-Estados Unidos, en la sede madrileña de Cuatrocasas: «De mi salud no voy a hablar, pero ya ve cómo estoy», afirmó, según recogía Informalia en marzo del año pasado y aludía a fuentes de su entorno que tras la intervención quirúrgica a la que había sido sometida «había podido con ello».
La abogada siempre ha sido muy discreta en lo que su vida personal se refiere y quedó de manifiesto hasta en la forma en la que contrajo matrimonio. Sáenz de Santamaría se casó en 2006 (tres años después de conocerse) en Brasil con el abogado del Estado de la promoción de 1996 Iván Rosa Vallejo. En una ceremonia civil muy íntima oficiada por el cónsul, amigo de la pareja, ante tan solo 32 personas, de la que apenas han trascendido detalles. Son padres de un niño, Iván, que nació en noviembre de 2011 en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Más allá de que viven en una casa en la colonia Fuente del Berro de Madrid y que él es un consumado atleta, son pocos los datos que trascienden de su vida personal. Iván Rosa es extremeño y va junto a su mujer a Badajoz a visitar a su familia con bastante frecuencia. En 2012 saltó a la prensa cuando fichó por Telefónica como asesor jurídico de la división internacional de la empresa. Por este motivo solicitó una excedencia de su plaza en el ministerio de Hacienda.