Demi Moore, nominada al Oscar como mejor actriz, en una imagen reciente. GTRES

Las tragedias personales de Demi Moore, la estrella de los 90 que puede ganar su primer Oscar a Mejor Actriz por La sustancia

Es curioso que una película como La sustancia haya significado la resurrección de Demi Moore. La actriz más taquillera, y criticada, de los 90 va a por su primer Oscar. Su historia es de cine.

Ángeles Castillo

Ella misma lo soltó al recoger el Globo de Oro . Cuando Demi Moore subió al escenario para agradecer el galardón relató: «Hace 30 años, un productor me dijo que era una actriz palomitera. En aquel entonces, aquello significaba que no me estaba permitido conseguir algo así. Podía hacer películas que triunfaban en taquilla, pero no sería reconocida. Y yo lo acepté. Me lo creí». Ocurrió tal cual. En los 90 no había película comercial sin la bella y tonificada Demi Moore. Ghost, Algunos hombres buenos, Una propuesta indecente, Acoso o La teniente O'Neil. La actriz mejor pagada de la década salía en todas. Como no podía subir más alto en aquel Olimpo, en los 2000 tocó bajar.

Pero el segundo plano nunca fue para Demi. Ella siempre dio que hablar. Cuando no era su pasado, con una madre alcohólica que la prostituyó a los 15, eran sus adicciones. Y cuando no, su siempre publicitada relación con el actor de la Jungla de cristal, el adorado Bruce Willis , igual de taquillero que ella o más. Y si no, ahí estaban sus presuntos pactos con el diablo. Todo alimentaba un insaciable show.

La paradoja es que una actriz veterana como ella, que trabajó con Jack Nicholson, Robert Redford o Michael Caine, se ha convertido de pronto en la actriz revelación. Más de cuatro décadas en el oficio para acabar siendo reconocida a los 62. Demi Moore goza ahora de una segunda juventud, si es que agotó la primera. Todo muy estrella de Hollywood. Es verdad también que siempre fue carne de Razzie, los anti-Oscar, encargados de premiar lo peor.

Pero ha tenido que llegar una película como La sustancia, con un argumento tan a su medida, para que haya sido nominada a los Oscar, esta vez sí. De hecho, su Globo de Oro, por sorprendente que parezca, es su primer trofeo: «Estoy en estado de shock. Llevo mucho tiempo en esto, más de 45 años, y es la primera vez que gano algo como actriz. Me siento muy agradecida», confesó emocionada al recibirlo. Después, el Critics Choice, el Satellite y el SAG, este último otorgado por sus compañeros. Resumiendo, cada vez más favorita para el gran premio de la Academia, que se disputará con Mikey Madison, Fernanda Torres, Cynthia Erivo o Karla Sofía Gascón.

Los momentos clave en la carrera de Demi Moore

Pero la vida de Demi Moore parece seguir un guion. En lo cinematográfico, el que la ha devuelto a los cielos lo firma Coralie Fargeat, la directora de La sustancia, donde la vemos metida en la piel de Elisabeth Sparkle. Una estrella de la tele en decadencia que consume un suero revolucionario capaz de generar su mejor versión, Sue (Margaret Qualley, hija de Andie MacDowell ), desatando así los mecanismos del body horror y, de paso, una crítica descarnada a la obsesión por la juventud. La sustancia no habría sido igual sin Demi, que lleva la película, ya de por sí kafkiana y con mucho de Dorian Gray, a otro nivel. Brutal, posmoderna, feminista, grotesca, pegajosa, deslumbrante o salvaje son solo algunos de los muchos adjetivos desplegados por la crítica.

Rob Lowe y Demi Moore, el reencuentro. / INSTAGRAM @demimoore

Todos los éxitos en el cinde Demi Moore

De vuelta a la realidad, Demi Moore es una actriz nacida del frenesí taquillero de los 90, en aquellos ingenuos años sin plataformas. Antes de debutar en el cine con un pequeño papel en la película juvenil Decisión (1981) había ejercido de modelo y posado desnuda en revistas masculinas. Pero la fama con todas sus consecuencias le vino con una comedia superficial, Lío en Río (1984), que firmaba el veterano Stanley Donen y en la que salía Michael Caine. Y con la ochentera por antonomasia, St. Elmo's Fire (1985), con Emilio Estévez, que sería su novio, y el ídolo juvenil Rob Lowe . Era la Demi Moore que nadaba entre dólares, la misma de la fiesta sin fin y la cocaína. Y eran los años del Brat Pack, como se conocía a estos jóvenes y «mocosos» actores.

Los noventa la recibieron igualmente con los brazos abiertos. La prueba definitiva es Ghost, junto a Patrick Swayze. Un melodrama sobrenatural romántico que compitió nada menos que con Pretty Woman y que fue tachado precisamente de «insustancial». Entonces, todo era así de pop, con la Moore cociéndose en su salsa. Como en Algunos hombres buenos (1992), un drama jurídico-militar en el que se batía en duelo con Jack Nicholson y un también eternamente joven Tom Cruise, gritando aquello de «¿ordenó usted el código rojo?».

Las películas que hicieron famosa a Demi Moore

Y cómo no citar Una proposición indecente (1993), con Robert Redford, que la catapultó a los bajos fondos de la profesión como cómplice de un culebrón doméstico que se tildó de sexista, relamido y banal, firmado por el director de Nueve semanas y media, Adrian Lyne. La edad dorada de los yuppies regaló a la actriz, por si fuera poco, otro melodrama erótico henchido de morbo en el que ella ejercía de femme fatale, Acoso (1994), esta vez con Michael Douglas y Donald Sutherland.

Demi Moore estrella de los noventa. / INSTAGRAM @demimoore

Aún estaba por llegar el enésimo hito de estos tiempos, y otra alegría para su cuenta corriente. Striptease (1996) fue elegida con toda la saña la peor película del año y calificada sin miramientos como cine basura. Ya en ese momento, hace casi treinta años, se bautizó como anuncio de clínica de cirugía plástica. A película por año, la siguiente fue La teniente O'Neil (1997), de Ridley Scott, junto a Viggo Mortensen . Inolvidable su cabeza rapada, olvidable la película. Se ganó el Razzie a la peor actriz y el apodo Gimme More (dame más) a cuenta de sus caprichos. No obstante, Woody Allen la puso de psiquiatra en su corrosiva comedia Desmontando a Harry ese mismo año.

Tras un parón para dedicarse a sus niñas, volvió a los ruedos con Pasión por vivir (2000), pero no recuperó la popularidad hasta el taquillazo de Los ángeles de Charlie: Al límite (2003), con Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu. Con películas más o menos afortunadas, independientes o no, a sus espaldas, su nuevo regreso lo protagonizó en 2024, también con la miniserie Feud: Capote vs. The Swans, midiéndose con Diana Lane o Naomi Watts. Era el preludio de la épica Landman, al lado de Billy Bob Thornton y John Hamm.

De Bruce Willis a Ashton Kutcher: los amores de Demi Moore

Cabe recordar que Demi Moore nunca quiso llevar el apellido de su padre, Charles Harmon, que había abandonado a su madre, Virginia (Ginnie), antes de que ella naciera. Demi vio la luz en 1962 en Nuevo México, aunque se crio en los suburbios de Pittsburgh con su padrastro, Dan Guynes, que se suicidó en 1980. Así pues, tomó el de su primer esposo, el músico Freddy Moore (1950-2022), a quien conoció en un club nocturno de Los Ángeles a los 17. Se separaron a los tres años de casarse, en 1983.

Demi Moore con Ashton Kutcher, su ex Bruce Willis y las hijas de ambos en una foto de 2003 / GTRES

Tras una fugaz relación con Timothy Hutton y un compromiso que no se culminó con Emilio Estévez, conoció en 1987 en un estreno a Bruce Willis, con el que contrajo matrimonio en cuestión de meses en Las Vegas y con quien tuvo a sus tres hijas. Su exposición mediática llegó a su cumbre en 1991 cuando apareció desnuda, y embarazada de siete meses de su hija Scout LaRue, en la portada de Vanity Fair. Detrás del objetivo, la ilustre fotógrafa Annie Leibovitz . Nadie podía dar más. El amor con Willis, sin embargo, no cruzó el milenio. Hablamos del conyugal; el otro continúa intacto. Más desde que el actor de Luz de luna fue diagnosticado de afasia y demencia frontotemporal. Son una piña.

Willis dio el relevo en las cosas del corazón a un joven Ashton Kutcher (1978), con quien Moore estuvo casada desde 2005 hasta 2011, llegando a quedarse embarazada aunque sin éxito. Una relación que la actriz definió en su desgarrador libro Inside Out: Mi historia (2019) con una palabra muy familiar: adicción. De hecho, la ruptura desembocó en un ingreso hospitalario por ingesta abusiva de drogas y alcohol. El amor a lo grande no volvió a llamar a su puerta, que sepamos, hasta la primavera de 2022. El afortunado fue el chef suizo Daniel Humm, estrella de otro cielo, el gastronómico. No pasaron del otoño.

Quiénes son las tres hijas de Demi Moore

Demi Moore presume, eso sí, del amor de sus tres hijas. La primogénita, Rumer (1988), también ha encontrado su lugar en el mundo del espectáculo. Debutó en el cine en 1995 con la película Amigas para siempre y ha participado en series como Empire y Sensación de vivir: La nueva generación. Además, no le hizo ascos a la televisión «danzando con las estrellas» en 2015, se atrevió con el musical Chicago en Broadway y se ha convertido en adalid de la salud mental. Es mamá de una niña, Louetta Isley (Lou), que tuvo con su ex, el músico Derek Richard Thomas, y se presenta como «doula de las artes femeninas» en sus redes, una mezcla de biografía y creatividad.

Scout, Tallulah, Demi y Rumer, por este orden, en la première de La sustancia en 2024. / GTRES

La segunda es Scout LaRue, actriz, cantante y activista social. Salió de pequeña en La letra escarlata (1995) con su madre y en Bandidos (2001) y Moonrise Kingdom (2012) con su padre. Es la más misteriosa de las tres y la que más huye de la fama. Bohemia como las demás y gran amante de los animales. Estudió artes en la Universidad de Brown y ha publicado un disco con su nombre en clave de folk y soul. Lo suyo, según parece, es la música, de lo que hace gala en sus redes sociales. Bueno, y las performances activistas y la fotografía boudoir. Se ha declarado bisexual.

Nos queda la pequeña, Tallulah (1994), que se crio también en el rancho familiar de Idaho. Nunca llevó bien la fama, lo que desembocó en trastornos alimenticios y depresión, y la metió en una espiral de drogadicción. Terminó ingresada por decisión propia en una clínica de desintoxicación. En 2024 reveló que había sido diagnosticada de autismo ya de adulta. Ahora está centrada en el diseño de moda y sale con el músico Justin Acee, con quien se comprometió la última Navidad. En sus redes se define como «un pájaro raro».