Amor y Estopa: quiénes son Mari Paz y Paloma, las discretas mujeres de David y José que les mantienen los pies en la tierra

Igual que un baptisterio romano del siglo I, ¿a quién no le va a gustar Estopa? Los hermanos José y David Muñoz llevan 25 años siendo uno de los grupos musicales más queridos de nuestro país a base de carisma, humildad, buen rollo y un talento musical que arrancara con aquella 'Raja de tu falda' que comenzó a sonar en 1999.

Ni siquiera su reciente controversia por haber usado Inteligencia Artificial para confeccionar la portada de su último álbum –algo por lo que luego se disculparon– les ha hecho perder crédito a los catalanes. Y de que la fama no les haya cambiado un ápice tienen mucha culpa sus esposas, Mari Paz y Paloma.

Las dos son naturales de Zarza-Capilla, el pueblo pacense de donde son originarios los padres de los músicos, que se criaron no obstante en Cornellá de Llobregat. Fue allí, trabajando en una empresa encargada de producir piezas para automóviles, donde los hermanos Muñoz comenzaron a escribir canciones en sus descansos y cuenta la leyenda que el nombre de su dúo musical surgió de las voces que les pegaba el encargado para que trabajaran, diciéndoles: «¡Dadle estopa!».

Tras lograr cierta popularidad en circuitos alternativos y con una maqueta bajo el brazo con 40 temas grabados en un cuatro pistas en casa de un amigo, con ese mismo nombre lanzaron su disco de debut. Vendieron nada menos que dos millones de copia y saltaron a una fama que no han abandonado.

Por entonces ya estaban a su lado sus novias de adolescencia, que más tarde se convertirían en sus esposas y en madres de sus hijos. Algo que les convierte en cierta manera en las 'rara avis' de un mundo del espectáculo donde tantas veces estamos acostumbrados a escándalos, infidelidades y divorcios.

Los secretos más íntimos y familiares de estos adalides de la rumba catalana veían la luz en 2020, cuando Estopa lanzaba uno de sus proyectos más ambiciosos: un libro, en colaboración con el crítico musical Jordi Bianciotto. En él, además de deleitar a sus fans con anécdotas de su vida hasta entonces desconocidas, David y José no dudaron en hablar de los dos grandes amores de su vida.

«Primero, Mari Paz, y luego, Paloma. A ambas las conocieron en Zarza-Capilla, de donde eran originarias sus familias, si bien Mari Paz vivía en Madrid, y Paloma, en Badajoz. Novias de juventud, sí, ligues veraniegos que irían a mayores y se convertirían en compañeras para siempre. David y Jose son fieles en su círculo de afectos, empezando por sus parejas y siguiendo por sus amigos, colaboradores, management, músicos... Todo suele durarles mucho», se puede leer en las páginas de 'El libro de Estopa'.

David relata de este modo el inicio de su relación Mari Paz, que se remonta a 1992, mucho antes de que soñaran con ganarse la vida con la música. «Al principio, el papá no me dejaba, pero cuando me comenzó a dar permiso, cada 15 días iba yo a Madrid y cada 15 días venía ella a Barcelona», cuenta el mayor de los dos hermanos.

Mari Paz hizo también las funciones de representante del grupo en sus comienzos: «A Mari Paz le encantaban las canciones y decidió ir a todas las discográficas con la maqueta. Así que podríamos decir que ella fue nuestra primera manager. Llamaba a las discográficas y se presentaba allí», añade David en el libro.

Cuando le toca el turno a José de describir cómo saltó la chispa con su Paloma, asegura que «comenzó de un modo parecido, como un ligue del pueblo que fue a más. Comenzó en 1998 o 1999. Vivía en Badajoz capital e iba los veranos a Zarza-Capilla, que era el pueblo de sus padres».

Su suegro, al que tampoco le sentó muy bien en un principio la relación de su hija con el futuro artista, tiene fama en la zona ya que es el catedrático Pablo Muñoz, una figura importante en Zarza-Capilla que estuvo muy implicado en la creación del Sindicato de Enseñanza de Comisiones Obreras en Extremadura.

En una visita al programa de Jordi Évole para celebrar sus cinco lustros de carrera, David echaba la vista atrás para recordar cómo fue su muy discreto enlace hace 24 años con Mari Paz. «Yo me casé en el año 2000, teníamos concierto esa misma noche en Plasencia. Por la mañana me casé y por la noche hicimos el concierto», decía con naturalidad.

Una década después se daban el 'sí, quiero' José y Paloma. El enlace civil, al que acudieron familiares y amigos íntimos, se celebró en Sant Feliu de Llobregat y fue oficiado por el alcalde. Según reseñaba la crónica social de la época, el músico lució traje, corbata «y la rasta de siempre».

A Évole ambos le contaron también que ya conocían a sus novias de la época «pre-fama» y cómo para ellos, Mari Paz y Paloma «han sido nuestra raíz, lo que nos ha agarrado al suelo. Quizá tú estás muy flipado con algo y ellas te dan su perspectiva».

Dando otra pincelada de su vida familiar, añadían entonces: «Llegas del Palau Sant Jordi y entras en casa y tu mujer te pregunta por los deberes del niño». Ambos matrimonios tienen un hijo cada uno. David y Mari Paz tuvieron en 2007 a un pequeño al que bautizaron como a su padre y José y Paloma se convirtieron en 2012 en padres de Pablo, que lleva el nombre de su abuelo.