Gauthier Destenay y el Primer Ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, el día de su boda / gtres

Quién es Gauthier Destenay, el marido del presidente de Luxemburgo que hizo historia en su país (y tiene una conexión secreta con Carolina de Mónaco)

La boda homosexual entre Gauthier Destenay y Xavier Bettel supuso un hito gay para las fotos oficiales de las Primeras Damas en eventos como la cumbre de la OTAN.

En la casa real se reparten las tareas, y la de la reina Letizia esta semana es agasajar a las parejas de los mandatarios que acuden a la cumbre de la OTAN. Pero entre todo ese variopinto equipo de partenaires del poder destaca un nombre: el marido del primer ministro de Luxemburgo, Gauthier Destenay.

Gauthier Destenay es una figura atípica en las fotos oficiales pero siempre bienvenida. Su boda en 2015 con Xavier Bettel le convirtió en el involuntario protagonista secundario de la primera boda gay de un líder político de un país de la Unión Europea y ello conllevó asumir una exposición mediática para la que no estaba preparado.

Arquitecto de profesión, Gauthier Destenay y Xavier Bettel llevan juntos desde 2007 y en 2010 se convirtieron en pareja de hecho. En aquel momento el político era solo alcalde y antes de ese cargo un diputado más. Pero en 2013 dio el salto a la gran política y se convirtió en Primer Ministro de Luxemburgo.

El enlace celebrado a los pocos meses de igualar por ley los derechos de las uniones de parejas homosexuales con los de los matrimonios heterosexuales fue un acontecimiento histórico en este pequeño país europeo de fuerte tradición católica.

Pero a pesar de la expectación, pocos detalles trascendieron de aquella ceremonia civil celebrada en el Ayuntamiento de Luxemburgo en 2015 y oficiada por la alcaldesa de la ciudad, Lydie Polfer. Como cotilleo podemos afirmar que al enlace acudió uno de los mejores amigos de la pareja y una de las personas que mejor conoce todo lo que se cuece en la familia de Carolina de Mónaco, el periodista Stéphane Bern.

A pesar de la discreción de la ceremonia posterior el anuncio del enlace fue de todo menos discreto: lo realizó el propio Xavier Bettel en una entrevista que concedió en 2014 a un medio norteamericano. Entre grandes titulares quedó retratado para la posterioridad que Gauthier Destenay le había pedido en matrimonio y su respuesta había sido «sí, quiero».

Y es que desde su entrada en el mundo de la política el esposo de Gauthier Destenay tuvo muy claro que no iba a mentir sobre con quién quería compartir su vida. «Me dije: si quieres hacer política y ser honesto en política, tienes que ser honesto contigo mismo y por lo tanto aceptarte a ti mismo».

La pareja ya estaba formalizada previamente inscrita como PAC (una figura similar a la de pareja de hecho española) desde 2010 y la boda supuso el broche de oro del lema de Bettel «no me pienso esconder». Eso sí, la ceremonia llegó en un año complicado para los contrayentes, con amenazas de muerte al primer ministro en Facebook por plantear en un referéndum que los extranjeros residentes en Luxemburgo pudieran votar en las elecciones generales del país.

Desde aquella boda a la cumbre de la OTAN de esta semana se puede decir que el tímido arquitecto de Arlon que es Gauthier Destenay ha aprendido mucho sobre lo que conlleva ser «First Gentleman». Su bautismo de fuego se produjo en 2017, cuando compartió cena oficial con Melania Trump y otras ocho partenaires femeninas de jefes de estado en la cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas.

Allí descubrió que a Melania Trump le preocupaba la ciberseguridad y el acoso en internet y al día siguiente comprobó que le habían recortado de las fotos oficiales que se publicaron en la prensa belga.

Vídeo. Los looks de gala más espectaculares de la reina Letizia

Ahora ya nadie le recorta de las fotos y su presencia en las mismas se considera una buena señal, como cuando el Papa le invitó al Vaticano junto a otras 26 esposas de líderes europeos. Su día a día no ha variado, no posee agenda oficial, sigue paseando por las mismas calles, vive en la misma casa, nada presión ni de paparazzis, solo oportunidades increíbles de coincidir con la creme de la creme.

«Si mi presencia puede ayudar a cambiar mentalidades, tanto mejor», aseguró en el París Match. No aspira a más y disfruta del momento. En un mundo en el que cualquier gesto, peinado, vestido y zapato es analizado hasta la extenuación es extraño encontrar a First Gentleman relajado y siempre sorprendido por su lugar en esta historia: aún hoy afirma que resiste las ganas de pellizcarse para comprobar que esas citas con reinas y ministros en palacios son reales o un sueño.