Apenas asiste a actos públicos, jamás ha concedido una entrevista y solo existen unas pocas fotos de ella y, sin embargo, Hortensia Herrero es una de las mujeres más poderosas de España. No solo porque es dueña de una fortuna estimada en más de 1.900 millones de euros, sino también porque, pese a su legendaria timidez y habilidad para permanecer lejos de los focos, es la vicepresidenta de Mercadona , la cadena de supermercados más importante de nuestro país.
Casada con Juan Roig desde hace cinco décadas, posee el 27,71% del accionariado de la compañía, pero también es una de las coleccionistas de arte más importantes de España. De hecho, a finales de este año inaugurará en Valencia un museo con su nombre. Pese a todo, la discreción es la marca de la casa. «Son muy reservados. No les gusta aparecer en prensa. No quieren enemistarse con nadie y por eso, tampoco conceden entrevistas. Su argumento es que si dan una, tienen que dar 40», explica una fuente valenciana con acceso a su entorno.
Aunque pertenece al Consejo de Administración de Mercadona y sigue siendo la vicepresidenta de la compañía, Herrero está desligada de las operaciones diarias de la empresa. Tampoco es habitual que se deje ver en los eventos de la cadena de supermercados. Aunque ha hecho algunas excepciones. «Ha asistido a algunas inauguraciones importantes, por ejemplo cuando Mercadona entraba en una nueva comunidad autónoma. Pero nunca ha tenido cargos de gestión de Mercadona. Eso sí, siempre se ha dicho que tenía mucha capacidad de influencia sobre su marido. Desde luego, si opina es con conocimiento de causa, porque ella también es economista».
Hija de un teniente coronel del Ejército de Tierra, Hortensia Herrero (Valencia, 1950) conoció a Juan Roig a principios de los años 70 cuando los dos estudiaban en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Valencia. «Fui un estudiante regular-flojo, hasta que llegué a la Facultad de Económicas y tuve la suerte de conocer a Hortensia, mi mujer. Era mucho más estudiosa que yo y eso me motivó a estudiar más si quería salir con ella. Así pasé de ser un estudiante regular-flojo a un estudiante regular-bien. Nunca te lo he agradecido bastante, Hortensia. Muchas gracias», recordó el presidente de Mercadona cuando en 2007 fue investido Doctor Honoris Causa de la institución académica.
Se casaron poco después de abandonar la facultad, el 20 de octubre de 1973, y tuvieron cuatro hijas: las mellizas Carolina y Hortensia, Amparo y Juana, la más pequeña del clan y la que parece estar llamada a convertirse en la heredera del imperio Hacendado . También son abuelos de once nietos.
Más allá de ocupar la vicepresidencia de la cadena de supermercados más importante de España, con una cuota de mercado superior al 25%, desde 2012 su actividad se concentra en la fundación que lleva su nombre y que está dedicada al impulso de «acciones sociales que ayuden a compartir la sensibilidad, usando el arte y la cultura como ejemplo». En el patronato de la fundación, en la que Juan Roig ostenta la vicepresidencia, le acompañan sus cuatro hijas.
Además de apoyar la danza o la cultura contemporánea, en los últimos años la Fundación Hortensia Herrero ha destacado, sobre todo, por su labor en la conservación del patrimonio artístico valenciano a través de la restauración de varios templos religiosos como la iglesia San Nicolás, el Colegio del Arte Mayor de la Seda, la ermita de Santa Lucía o la Iglesia de los Santos Juanes.
Muy apegada a su tierra, su labor filantrópica siempre ha perseguido una misión muy concreta: convertir a la Comunidad Valenciana en un foco cultural de referencia en todo el mundo, como ella misma explica en una carta publicada en la web de su fundación. «Como tantas veces he repetido, una de las finalidades que guía la actividad de la Fundación es que los valencianos no tengan que trasladarse a ciudades como Nueva York, París o Londres para ver exposiciones de arte de gran nivel, sino que Valencia acoja una oferta artística del mismo nivel que estas capitales». Con esa idea, Herrero ha organizado exposiciones de artistas contemporáneos tan reconocidos como Jaume Plensa, Tony Cragg, Ron Arad o Manolo Valdés.
«En Valencia están muy bien considerados porque ganan mucho dinero, pero se lo gastan todo aquí. Él, por ejemplo, está construyendo un nuevo pabellón de deportes y lo está pagando de su bolsillo, sin pedir ayuda a nadie. Aquí siempre sorprenden mucho los ataques de algunos líderes políticos contra ellos», explican las mismas fuentes. Por eso, el compromiso de Herrero ha sido reconocido por las instituciones públicas valencianas con distinciones como el nombramiento como hija predilecta de la ciudad de Valencia o la concesión, en 2017, de la Orden de Jaime I el Conquistador, una alta distinción otorgada por la Generalitat Valenciana.
Su proyecto más ambicioso tomará por fin forma este año con la inauguración del Centro de Arte Hortensia Herrero, prevista para el próximo mes de noviembre. Después de adquirir el Palacio Valeriola, un edificio de estilo barroco del siglo XVII que en su día perteneció a la viuda del general golpista Alfonso Armada, la fundación ha restaurado el inmueble, que albergará la colección privada de la vicepresidenta de Mercadona y que exhibirá obras de artistas como Andreas Gursky, Anselm Kiefer, Georg Baselitz o Anish Kapoor. De la rehabilitación del palacio, que se encontraba en estado ruinoso y en cuya ubicación se han hallado restos de un circo romano y de la antigua judería de la ciudad, se encarga ERRE Arquitectura, el estudio de Amparo Roig, la tercera hija del matrimonio.
Más allá de la fundación y la empresa familiar, Los Roig forman una familia tan unida como discreta. «Viven en un piso en Valencia, que será grande y de lujo, pero no deja de ser un piso», cuentan quienes conocen su vida social en la ciudad. El empresario y su mujer también tienen una finca en Pobleu Nou, una pedanía de la capital valenciana. Aficionada a la ópera y a la música clásica, la empresaria, que siempre ha presumido de sus raíces valencianas, también es conocida por su vinculación a las Fallas. « Son muy falleros. Pertenecen a la Falla del Convento de Jerusalén, que en Valencia es conocida por ser la falla de los ricos, donde va la gente más pudiente y guapa. No es una falla de barrio. Se mueven muchas relaciones sociales, empresarios de la ciudad... Es casi como el palco del Bernabéu».
Las aficiones de su marido también son de sobra conocidas: además de practicar running, Juan Roig es dueño del Valencia Basket y un habitual del palco en los partidos del equipo en casa. Este otoño, el matrimonio celebrará sus bodas de oro casi al mismo tiempo que Hortensia Herrero culminará su proyecto más personal. Por si fuera poco, Mercadona ha batido este año un récord histórico de facturación superando los 31.000 millones de euros. A eso se le llama un año redondo.
20 de enero-18 de febrero
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