entrevista

José Miguel Fernández Sastrón, ex marido de Simoneta Gómez-Acebo: «La infanta Pilar me acogió como a un hijo en su casa»

'¡Menos protocolo y más patatas!' es el título de la novela que acaba de publicar José Miguel Fernández Sastrón, ex marido de Simoneta Gómez-Acebo. En ella disecciona con mucho humor la alta sociedad española e internacional.

Jose Miguel Fernandez Sastron, en una imagen de su album personal. / CORTESIA

Juanra López
Juanra López

Aunque sea con humor, siempre se corre el riesgo de que alguien se dé por aludido y no se sienta reflejado como le gustaria en un personaje de ficción. José Miguel Fernández Sastrón no ha dejado que le paralice esta variable a la hora de escribir la novela '¡Menos protocolo y más patatas!' . El humor y la ironía son claves en este retablo de personajes de la alta sociedad que desfilan por un relato muy divertido con el aliciente de intentar adivinar quién se esconde, si es que se esconde, detrás de la historia.

Inevitablemente, su figura está ligada a su pasado matrimonio con Simoneta Gómez-Acebo , prima del rey Felipe VI , pero su carrera ha prevalecido finalmente sobre esta circunstancia. Músico curtido en mil batallas, fue el artífice de la cabecera del mítico programa 'Sorpresa, sorpresa', regaló una canción a los príncipes de Asturias con motivo de su boda, de la que se cumplen ahora 20 años, y ejerció como presidente de la SGAE. Licenciado en Derecho, ha diversificado siempre sus actividades, que responden a este principio que nos desvela y que le define: « La calma me suele durar poco. Enseguida se me ocurre algo más que hacer. Tengo otros proyectos, parado no suelo estar nunca».

Es casi un género en sí mismo esas novelas que son casi un juego de máscaras y el lector juega a descubrir quién está detrás de los personajes. Se me ocurren 'El Giocondo' de Francisco Umbral, 'Garras de astracán' de Terenci Moix y 'Plegarias atendidas' de Truman Capote. ¿Tuviste presentes este tipo de referentes?

En realidad no. De hecho estaba escribiendo una novela mucho más complicada, un thriller. Había terminado la primera parte y me quedaba la segunda. Me tomé un momento de relax. Me apetecía cambiar de chip, escribir algo fácil y divertido. No me planteé nada en concreto.

Empieza fuerte, la primera cita que leemos en el libro es la siguiente cita: «Lo que llamamos buena sociedad no es, en su mayor parte, más que un mosaico de caricaturas refinadas». ¿Habrá alguien que se dé por aludido?

Cualquiera que se tome tan en serio como para ofenderse por eso se lo merece. Todas las ramas de la sociedad, todos los estratos, tenemos los mismos problemas, las mismas emociones, los mismos conflictos en grados diferentes y con diferentes posibilidades de solucionarlo, no cabe duda. Al final somos todos iguales.

El título, '¡Menos protocolo y más patatas!' hace referencia a esas formas algo artificiosas que requieren ciertas situaciones. ¿Crees que el protocolo a veces juega en contra de quienes lo ejercen?

Sí, porque el protocolo pasa de ser una norma de convivencia razonable en determinadas circunstancias a ser un corsé y al final se pierde lo fundamental.

Jose Miguel Fernandez Sastron, en una divertida foto personal. / CORTESIA

Cuqui Bordallo, la madre del protagonista, me hace pensar en Mona Jimenez o Cuqui Fierro, ¿has participado en alguna ocasión en esas veladas legendarias que organizaban estas mujeres en cuyos banquetes se hacían negocios y se arreglaban matrimonios?

Lo que aparece en el libro es inevitable que no sea fruto de experiencias personales. Escribir sobre lo que se desconoce es una osadía. He vivido muchas situaciones de ese tipo, cenas, comidas, eventos. Conozco a las dos personas que mencionas, pero no son exactamente ellas. Hay alguna más que encajaría en lo que ha inspirado el personaje.

Ya has manifestado que la duquesa de Villa Florida, la madre del protagonista, no está inspirada en la que fuera su suegra, la infanta Pilar. Ella también daría para un buen personaje, por sus vivencias y por ser una mujer con una personalidad muy fuerte y carismática.

Ella era un personaje en sí misma, lo que ocurre es que necesitaría muchísimas más páginas para hablar de lo que fue mi suegra. Fue una mujer maravillosa.

Siempre has hablado sobre ella con mucho cariño.

Como no puede ser de otra manera. Mi suegra me recibió como un hijo en su casa y tuve una relación estupenda con ella. Personalmente la he admirado mucho.

La duquesa es muy complaciente con su hijo Tristán, sin oficio ni sin beneficio, pero, sin embargo, muy leído. ¿Es el refinamiento el último refugio de los que solo tienen apellido y viven de las rentas?

El último refugio o una opción de vida. Todo el mundo aprovecha sus circunstancias lo mejor que puede. Si tú tienes una circunstancia que te permite hacer del ocio tu día a día, ese ocio hay que rellenarlo de alguna manera. Y qué mejor manera que cultivar el espíritu.

La portada del libro de Jose MIguel Fernandez Sastron. (Cortesia)

Tristán presume de no haber querido aprender a ganar dinero sino a gastarlo. En la novela también hablas de la gente con ambición desmedida, que busca el poder por el poder. ¿Has priorizado disfrutar de la vida respecto al beneficio económico?

Al final lo que tienes que hacer es ser lo más feliz posible, lo que ocurre es que a veces las circunstancias son hostiles y no te permiten esa felicidad. En la medida que puedo, lo hago. Convertir la vida en una contínua carrera contra ti mismo y una ambición desmedida me parece una pérdida de tiempo. La vida es muy corta.

En tu caso fuiste muy consciente de ello a una edad muy temprana, pues sufriste un linfoma como el que costó la vida al que fuera tu suegro, Luis Gómez-Acebo, marido de la infanta Pilar.

Hay claramente un antes y un después de eso. A mí me ocurrió con 42 años, creo recordar. Es una edad muy crítica en sí misma y me marcó. En un determinado momento te encuentras en una encrucijada y te dices: «Hasta aquí he podido llegar». Te niegas a que eso ocurra. Tu vida y tus prioridades cambian bastante.

La vida tras su divorcio de Simoneta Gomez-Acebo

Al protagonista le rodean una galería de señores un poco crápulas que después de divorciarse parece que tienen que recuperar el tiempo perdido a todo gas… ¿Te sucedió algo similar a ti al separarte de Simoneta Gómez-Acebo?

Seguramente sí. Ocurre siempre, sales de una situación de estabilidad y al final esa inestabilidad te envuelve. Lo que ocurre es que suele durar poco. Si bien con 20 años es es un objetivo en sí mismo, con más años comprendes rápidamente la vacuidad de esa circunstancia. Enseguida intentas afianzarse un poco más en el sentido común. La frivolidad tiene un momento en la vida y de vez en cuando está bien dedicarle un poco de tiempo, pero no demasiado.

Describes con ironía cómo la alta sociedad colocaba a los más inútiles en los consejos de administración de las grandes empresas. A ellos el ascensor social siempre les lleva a la planta más alta del edificio…

Entrar en mundos de gestión debe conllevar una preparación y una capacidad. Cuando eso se hace de otra manera, es frecuente encontrar a personas que no tienen ni las capacidades ni la formación suficientes. Si es cierto que durante mucho tiempo los consejos de administración eran una reunión de gente para hablar de muchas cosas que en ocasiones no tenían qué ver con la compañía. Un consejero que fuera divertido y poco molesto estaba muy cotizado en esos tiempos. Eso ha cambiado bastante porque hoy en día la responsabilidad de un consejero es mayor. Hay que pensárselo muy bien.

La musica ha sido la gran pasion profesional de Jose Miguel Fernandez Sastron.

Quiero destacar una frase de Cuqui a propósito de Mick Jagger, «Hoy hacen sir a cualquiera», a propósito de Mick Jagger. Suena un poco a El Gatopardo y describe cómo la aristocracia se resiste a perder su influencia.

Toda transformación que altera tu entorno en principio la rechazas. Efectivamente, esa alta aristocracia ve cómo la nueva aristocracia la forman otras personas que tienen méritos en otros ámbitos. En otros tiempos el aristócrata lo era porque o bien había ganado mil batallas o bien porque había prestado grandes servicios a la Corona. Hoy la relevancia social se mide por otros factores. Ahora ocupan ese lugar futbolistas o quienes hayan destacado en otros entornos sociales por haber hecho algo meritorio.

¿Crees que se sentirán identificadas las personas que acuden al Rastrillo Nuevo Futuro con la descripción del mercadillo benéfico en el que actúan hasta los de El Río?

No pensaría solo en el Rastrillo Nuevo Futuro, porque hay muchos otros. Ese tipo de iniciativas dan buen resultado, ayudan. Los promueven personas que tampoco tienen la obligación de hacerlo, no es su responsabilidad la prosperidad social. A veces aportan su granito de arena y se les critica por ello. No me parece justo. Lo hacen porque quieren, de la manera que pueden y aportan lo que consideran. No creo que sea criticable y no espero que nadie se dé por aludido.

La boda de Paulina Rubio y Colate Vallejo-Nagera en Xcaret, Mexico

Me ha resultado imposible no pensar en la boda de Paulina Rubio con Nicolás Vallejo-Nágera, cuando describes en la novela a la estrella mexicana que se casa con un español en Xcaret, donde contrajeron matrimonio ellos. Otra pista que das es el nacimiento de la infanta Sofía, también ese 2007. ¿Qué recuerdas de aquel gran evento al que asististe con Simoneta?

Recuerdo muchas cosas. No te voy a negar que pueda estar un poco inspirado en ella. El evento lo merece porque fue una boda memorable.

En diferentes entrevistas has defendido al rey emérito y el protagonista, Tristan, dice que ese término no le gusta. También se afirma en la novela que Mallorca se llenaba de personas que querían estar cerca del rey Juan Carlos, ¿resulta fácil identificar a los advenedizos?

No necesariamente tienen que ser advenedizos. El poder en el sentido más ornamental de la palabra atrae. No cabe duda que la gente se sentía atraída por esa circunstancia. El sol normalmente tiene satélites a su alrededor. La vocación de satélite está muy extendida.

En la novela un personaje denomina a Sotogrande como Tostón Grande por su falta de ocio nocturno y se describe el polo, del que es una de las grandes catedrales, como un deporte en que el esfuerzo lo realiza el caballo detrás de la bolita no el jinete. ¿Has frecuentado este entorno?

Lo conozco bien y tengo muchos amigos allí. He estado muchas veces. Nunca he pasado veranos completos, pero sí algunos días seguidos. Es lo que toca en ese momento. Hablo de un sitio en el que se suele estar en periodos vacacionales . Todo gira en torno al ocio, no cabe duda.

José Miguel Fernández Sastrón y Simontea Gómez-Acebo. / gtres

Otro personaje que nos encontramos es el de la condesita influencer, ya ha aclarado usted que no pensaba exclusivamente en Victoria Federica. ¿Qué opinión le merece ese mundo digital y que se apunten a él como manera de vivir personas con determinado linaje?

No es Victoria Federica necesariamente. Hablo de toda una generación que vive pegada a un móvil y a las redes sociales. Cada uno desde su lugar dentro de ese escenario las utiliza. La figura de una condesita puede representar a varias. En todo caso, Victoria Federica sería una más …Hoy en día se ha convertido en un modo de vida para toda una generación que aspira a eso. Las redes sociales son un altavoz de la sociedad, lo que hacen es divulgar lo malo y lo bueno. Puestos a ello no me parece mal conocerlo directamente sin que nadie me lo tenga que contar.

En la novela se plantea la venta de una empresa familiar. ¿Tuviste muy presente lo que sucedió en la tuya cuando se vendió Galerías Preciados, que fue fundada por tu abuelo?

Sin duda alguna, porque lo llevo en la memoria y en los genes. También he pensado en otras compañías de amigos y conocidos. Se ha hablado mucho de la Transición política, pero muy poco de la económica. Se produjo a la vez. Consistió en que un tejido empresarial que era muy familiar, incluso muy feudal podríamos decir, estancado en el tiempo, se vio invadido por los usos y costumbres del empresariado europeo y anglosajón. Les pilló con el paso cambiado y casi todo este tipo de empresas familiares pasaron a ser propiedad de bancos. Todo eso entró en España de una manera muy rápida y muchos empresarios se vieron superados por la dinámica mercantil moderna de ese momento.

Cuando se escribe se busca a los lectores… Laura Ponte ya se lo ha leído, según has declarado.

Sí, se lo mandé y ha sido de las primeras. Con Laura Ponte me llevo fenomenal. Me ha dicho que se ha reído mucho con la novela.

¿Qué les ha parecido a tus hijos?

Se han reído mucho también. Me regañan por otras cosas, por la metodología. Por ejemplo, me dicen que lo ponga en las redes sociales. En cuanto al contenido no me han puesto pegas, se han reído porque conocen el ambiente que refleja.

Se nota mucho el trabajo que has hecho en los diálogos para adaptarlos al lenguaje de una generación que no es la tuya. ¿Te han ayudado tus hijos en este aspecto?

Si, ahi también me han ayudado mucho.