una vida llena de éxitos

Retrato íntimo de Luis Gómez-Acebo, marido de la infanta Pilar: de su relación con el barón Thyssen a su intento de secuestro

Luis Gómez-Acebo, marido de la infanta Pilar, no contaba con la aprobación de don Juan de Borbón para casarse con su hija.

La infanta Pilar de Borbón, con su marido, Luis Gómez-Acebo, y su hijo Fernando. / GETTY

Juanra López
Juanra López

La prematura muerte de Fernando Gómez-Acebo a los 49 años hace inevitable la comparación con el similar destino de su padre, Luis Gómez-Acebo, que falleció a los 56 años el 9 de marzo de 1991. En el caso del primero, arrastraba problemas respiratorios desde hacía muchos años y su salud se complicó, primero con el covid, y posteriormente con la gripe A. En el caso del segundo, le diagnosticaron un cáncer linfático en un chequeo rutinario en Nueva York siete años antes de su deceso.

Luis Gómez-Acebo, como su mujer, la infanta PIlar , fallecida el 8 de enero de 2020, afrontó el cáncer con estoicismo y humor. Solo así se explica una entrevista en el diario ABC en la que aseguraba que tenía tres pelucas distintas para distintas circunstancias de su día a día. Esa socarronería y ese aparente desapego por el sufrimiento coincide con el estoicismo con el que su viuda asumió el cáncer de colon que padeció durante un año. La hermana del rey Juan Carlos no ocultó su dolencia ni las manifestaciones físicas de los efectos secundarios de la quimioterapia. En el rastrillo Nuevo Futuro, del que fue promotora, dijo, divertida, que lo único bueno de la enfermedad es que le había hecho perder unos kilos que le sobraban.

El marido de la infanta Pilar no era una figura deseada por don Juan de Borbón para su hija. Y pese a esta oposición frontal acabó convirtiéndose en una de las figuras más queridas por la familia real y los familiares del rey. Era un hombre carismático, culto, divertido y con una especial sagacidad para los negocios que llevaba en los genes. No en vano, su padre, Jaime Gómez-Acebo y Modet había sido presidente del Banco Español de Crédito. Su madre, Isabel Duque de Estrada y Vereterra, marquesa de la Deleitosa, y representaba todos los valores que se atribuían a mujeres de su rango y de esa época en la que le tocó vivir.

Luis Gómez-Acebo, cuarto de los hijos del matrimonio, estudió en el colegio del Pilar, al que tradicionalmente han acudido las élites de nuestro país, y en el colegio de los jesuitas de Areneros, en Madrid. Entre los alumnos más ilustres se encuentran José Bono, expresidente de Castilla-La Mancha, Enrique Barón Crespo, quien fuera presidente del Parlamento Europeo, e Íñigo Cavero, ex ministro de Justicia.

La trayectoria profesional de Luis Gómez-Acebo

Gómez-Acebo se licenció posteriormente en Derecho y Literatura Moderna, en Madrid y en la Universidad de Lille, respectivamente. Su primer y trascendental paso profesional fue comenzar a trabajar para la petrolera Esso, que le destinó a Nueva York. Fue una experiencia transformadora que le permitió familiarizarse con una casta empresarial mucho más avanzada que la española, en plena autarquía por la dictadura franquista.

En Estados Unidos, por cierto, aprovechó para especializarse en Ciencias Empresariales, conocimientos que le resultaron muy útiles para su desempeño profesional posterior. Su siguiente gran paso laboral fue ser designado presidente del Consejo de Administración de Korn Ferry, una de las mayores consultoras del mundo, cuya labor principal era encontrar directivos para las principales empresas a nivel global.

Su nombre irrumpió en el foco mediático por su relación sentimental con la infanta Pilar de Borbón, hija de los Condes de Barcelona. Don Juan de Borbón, exiliado en Estoril, deseaba otro futuro para su hija, al lado nada menos que de Balduino de Bélgica, quien acabaría casándose con la también española Fabiola de Mora y Aragón . Doña Pilar apostó por el amor frente a la conveniencia y renunció a sus derechos sucesorios para casarse con el gran amor de su vida.

La infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, con tres de sus hijos. / GETTY

El flechazo surgió en casa del exiliado y depuesto rey Simeón de Bulgaria (fue zar entre los años 1943 y 1946), que está casado con Margarita Gómez-Acebo, prima hermana de Luis. Tras muchos tiras y aflojas, doña Pilar y Luis se casaron el 5 de mayo de 1967 en el histórico monasterio de los Jerónimos de Bélem de Lisboa, donde la última boda real que se ha celebrado ha sido la de María Francisca de Braganza, hija del aspirante al trono portugués, Dom Duarte.

Fruto de ese matrimonio nacieron cinco hijos: María de Fátima Simoneta, Juan Filiberto Nicolás, Bruno Alejandro y Fernando Humberto. Previamente y con motivo de la boda, el padre del rey Juan Carlos concedió a su hija el título de duquesa de Badajoz. Un título que Francisco Franco, mediante un decreto ese mismo año, estableció que la infanta podía utlizarlo en España. Esta prerrogativa la confirmaría posteriormente su hermano Juan Carlos al convertirse en rey de España. Luis Gómez-Acebo, por su parte, rehabilitó el título de vizconde de la Torre, también con la venia de Franco.

Durante sus años de casado, Luis Gómez-Acebo desplegó una muy intensa carrera profesional. Fundó diversas empresas en nuestro país y formó parte del consejo de administración de otras internacionales como Plus Ultra, compañía de seguros del grupo Norwich, Philips Ibérica, Laboratorios Merck y Cartier Internacional, a la que ha seguido vinculada su hija mayor, Simoneta Gómez-Acebo.

En el bautizo de Borja Thyssen en Nueva York

Respecto a su labor filantrópica, podemos destacar que fue presidente de la Fundación para la Investigación y Formación de Oncología, presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado, presidente de la Real Fundación de Música de Cámara y consejero de la Fundación Thyssen, en la que siguió su mujer, la infanta Pilar, después de su fallecimiento. Fue crucial, además, para que la colección del barón se quedara en España, todo un hito si tenemos en cuenta que se trata de l a pinacoteca privada más importante del mundo.

Luis Gómez-Acebo era muy amigo del barón Thyssen , lo que explica la presencia de los duques de Badajoz en el bautizo de Borja Thyssen, hijo de Carmen Cervera, a quien el multimillonario había adoptado después de casarse con la que fuera mujer de Lex Barker y Espartaco Santoni. El sacramento celebró en la emblemática catedral de San Patricio de Nueva York y con ese motivo el barón le regaló a su hijo el cuadro de Goya 'Una mujer y dos niños junto a una fuente'.

Años más tarde se subastó en Christie's para que el hijo de la baronesa hiciera frente a sus necesidades financieras. Debemos recordar también que en la Ciudad que nunca duerme los duques de Badajoz recibieron en noviembre de 1987 un homenaje del Spanish Institute por su contribución a la cultura española en el hotel Waldorf Astoria.

Un momento especialmente complicado en la vida de Luis Gómez-Acebo

Un capítulo muy duro de la vida de Luis Gómez-Acebo lo desveló la infanta Pilar cuando apareció una sociedad a su nombre en los denominados papeles de Panamá. Tres días después, la cuñada de la reina Sofía emitió en Europa Press un comunicado en el que explicaba que Luis Gomez-Acebo se planteó en 1974 emprender actividades fuera de nuestro país «a raíz del frustrado intento de la banda terrorista ETA del secuestro simultáneo de mi padre y de mi esposo».

La infanta Pilar, con su hijo, Fernando Gómez-Acebo. / GTRES

Asimismo, afirmaba que su amigo Alecko Papamarkou, padrino de su hijo Bruno Gómez-Acebo, le había cedido la titularidad de una sociedad que éste había constituido en 1969. En ese momento consideraron que era lógico que apareciera la propia Infanta Pilar en la junta directiva por lo que la vida pudiera depararles. Cuando su marido enfermó de cáncer se centraron en que intentara superar la enfermedad y finalmente se disolvió la sociedad cinco días después de que su sobrino, Felipe VI, llegara al Trono. Según su relato, esta sociedad, en la que también figuraba uno de sus hijos se disolvió porque nada justificaba ya su existencia y también por una necesidad de liquidez. Asimismo, subrayó que no había vulnerado la legalidad ni ocultado su existencia.

Cuando murió la infanta Pilar falleció fue enterrada junto a su marido en el cementerio de San Isidro de Madrid. Desestimó el pabellón de los infantes de El Escorial, contrariamente a lo que se esperaba por la posición que ocubaba. Una decisión que sirve como metáfora de cómo doña Pilar y Luis Gómez-Acebo vivieron su historia de amor.