José Mota y su mujer, Patricia Rivas. /
Es una de las máximas estrellas del humor de nuestro país y una vez más lo ha vuelto a refrendar con su último especial navideño, emitido en la pasada Nochevieja. El décimo desde que José Mota regresó a La 1 , ¡Un año de mierda! consiguió el liderazgo de manera aplastante con un 27.5% de cuota de pantalla y 3.112.000 espectadores, entre las 21:55 y 23:01 horas). El único pero es que fue el menos visto de los que ha emitido en número de espectadores, aunque no en share (bajó 1,3 puntos con respecto al del año pasado).
Sea como fuere, el éxito es la seña de identidad del que fuera miembro del dúo cómico Cruz y Raya, con el que se convirtió en estrella. En paralelo a sus especiales televisivos, José Mota ha desarrollado una notable carrera en los escenarios y en el cine. No en vano, acaba de terminar una nueva película, Por tus muertos, dirigida por Sayago Aysi, en la que trabaja, entre otros, con Jorge Sanz , Carles Francino y Marga Belenguer. Su fecha prevista de estreno es el 1 de marzo.
Pese a su enorme popularidad, José Mota ha hecho todo lo posible para que su vida personal quede apartada del foco público, aunque son muchos los elementos que han trascendido de ella. Por ejemplo, su relación de ida y vuelta con su mujer, Patricia Rivas. Debemos recordar que esta fue azafata del mítico concurso 'Un, dos, tres' y ha participado en algunos de sus programas de televisión.
Estuvieron separados algo más de un año , pero la reconciliación fue acertada. Posteriormente les llegó una noticia muy triste, porque perdieron el bebé que esperaban en la primavera de 2012, cuando la actriz se encontraba en el cuarto mes de gestación. Un año más tarde, sin embargo, llegó su segundo hijo en común, José, lo que les colmó de alegría.
Así lo manifestaba el actor en unas declaraciones realizadas en LOC: «Tener un hijo es lo más grande que te puede suceder en la vida. Todo lo demás circula alrededor. Al menos para mí». En esa misma entrevista, el intérprete de películas como La chispa de la vida, en la que trabajó con Salma Hayek , García y García, y Padres no hay más que uno 2: la llegada de la suegra, dejaba la puerta abierta a ampliar la familia más adelante.
En efecto, sería en 2015 cuando llegaría su hija, Valeria. Un hombre muy familiar, José Mota, quien además ha reivindicado siempre sus orígenes manchegos, ha recibido dos golpes muy duros, la pérdida de sus padres, a los que estaba muy unido y de los que estaba muy orgulloso.
José Mota, en una imagen del pasado otoño. /
Su padre falleció en 2012, precisamente cuando estaba inmerso en el rodaje de La chispa de la vida, que dirigió Álex de la Iglesia, y en febrero de 2019 perdió a su madre. Fueron las navidades siguientes las más difíciles de su vida, como él mismo reconoció a la agencia Europa Press: «En estos momentos, recordaré como nunca a mis padres, ya que faltan por primera vez este año y han sido mis referentes y seguirán siéndolo hasta que dejemos de estar aquí».
Otra de las cuestiones que quitó el sueño a José Mota fue el litigio que sostuvo contra la constructora Cospusa S.A., responsable de su casa familiar. No pararon de surgir problemas de toda naturaleza y finalmente los tribunales le dieron la razón al cómico: le tuvieron que indemnizar con 200.000 euros.
Fue un calvario tremendo y, si se nos permite un símil cinematográfico, no podemos evitar pensar en Esta casa es una ruina«, protagonizada por Tom Hanks. José Mota manifestaba su felicidad por la resolución judicial, pero avanzaba que quizás tuviera que añadir algo de su propio bolsillo para terminar de solucionar todos los problemas que albergaba su casa. Comentaba también que sus hijos habían sufrido neumonías, que se habían quedado muchas noches sin dormir y que, en definitiva, había sido un auténtico infierno.