Karla Sofía Gascón anoche, durante su intervención en 'El Hormiguero'. /
Pablo Motos se apuntó anoche el tanto de tener las primeras declaraciones de Karla Sofía Gascón tras el escándalo global por unos tuits polémicos que arruinaron sus posibilidades de ganar el Oscar a la Mejor Actriz. Había un morbo añadido por contemplar a la protagonista de 'Emilia Pérez' en 'El Hormiguero': su paso por el programa estrella de Antena 3 en noviembre dejó a Motos maltrecho, tras una incómoda entrevista en la que la actriz se demostró ingobernable. Ni había química, ni quiso caerle bien a Motos. Al contrario.
Si entonces Karla Sofía Gascón (KSG) vistió negro de cabeza a pies, anoche se presentó de papal blanco y haciendo ceremoniosos saludos budistas, la filosofía del desapego que rige su vida. Ha necesitado distancia del mundo, pues el tsunami de odio que recibió por sus tuits fue desproporcionado y, diríamos, calculado. Una versión que ella misma sostiene, a decir de lo que pudo contar en 'El Hormiguero'.
Anoche, por fin, Karla Sofía Gascón habló largo y tendido , sin ironías ni barreras defensivas, y hasta quiso reconciliarse con Motos. Sin disculpas: adujo que su anterior encuentro había sido interpretado como un choque de trenes cuando, en realidad, ella estaba de broma. Ejem. Antes de irse, le dejó un piropo que sonó un poco forzado: «Este señor es un profesional como la copa de un pino que lleva miles de año haciendo este programa. Ya quisierais los que le criticáis hacer un programa durante 19 años. Y no es hacer la pelota. Es la realidad».
«En una sola frase, diría: 'Se juntó el hambre con las ganas de comer'. Íbamos muy bien. Fenomenal. Hicimos una película maravillosa con unas actuaciones increíbles. Me emociona mucho, porque fueron tres años de mi vida dedicados a un proyecto maravilloso. Pero hubo gente que quiso destrozar esta película y, para hacerlo, tenían que destrozarme a mí. Se juntaron personas transfóbicas, de ultraderecha, que no nos pueden ni ver a las personas trans«.
«La película habla de unos temas que no soportan. Más, luego, la competencia de la película, los que que querían que no ganáramos y los países en competencia por las mismas películas. Incluso las personas que odian a los que triunfan. No hubo ni un lado por el que no nos dieran. Hemos sido víctimas de un sistema de odio, de envidias, de unas redes sociales que quisieron perjudicar nuestro trabajo».
«En verdad no tengo que defenderme de nada, porque todas las cosas que se han dicho sobre mí son absurdas. Ponerme a explicar los tuits uno por uno es realmente ridículo. Que me hayan tachado de racista me parece absurdo. Me ha tachado de transfóbica, de homofóbica, de misógina… Hasta de defender a Hitler. Unas tonterías…«.
«No he hecho nada malo en este mundo. Lo único que he hecho es apostar por la igualdad de todos los seres humano, luchar por la igualdad de las mujeres, de las personas LGBT. He luchado contra la extrema derecha, las extremas izquierdas, las dictaduras, las guerras, contra la gente que quiere hacernos mal, el terrorismo, el fanatismo…».
«Aún así, han salido noticias… 'Karla Sofía Gascón acusada de haber asesinado a siete personas e investigada por la Fiscalía'. Es absurdo. He visto a medios súper serios, 'repostear' cosas que eran de cuentas parodia. Tenemos un problema con las redes sociales muy, muy grave. Hay un control de nosotros a través de esas técnicas. Hay que ser sinceros: tras las redes no hay personas reales«.
«Cualquier empresa puede crear miles de comentarios, de 'likes'. Se hace un machaque constante de lo que no interesa. Es el auténtico 'Matrix'. La gran mentira. Nos están diciendo lo que tenemos que pensar, y no de manera subliminal. Si no pensamos como dicen, nos envían miles de 'bots' hasta que decimos que sí, hasta que pensamos lo que quieren. La deriva que han tomado las redes sociales es odio, tras odio, tras odio».
El odio en las redes sociales según Karla Sofía Gascón #KarlaEH pic.twitter.com/S4SX6Vn8hG
El Hormiguero (@El_Hormiguero) April 1, 2025
«Yo reconozco que soy bastante bruta, bastante 'bestieja' en mi formas de hablar. Cuando me vi en 'El Hormiguero', me recordé a Sofía Vergara. Se lo dije a ella misma cuando la encontré. Yo también iba de broma, pero como no nos conocíamos…».
«La realidad es esta: vivimos en un mundo en el que estamos dominados por el odio. Obviamente, yo pediré siempre disculpas por mis formas de expresarme, porque soy muy bestia. Pero de ahí a que yo sea xenófoba y todas las cosas de las que me han querido tachar… ¿Por tres tuits me van a llamar racista? Yo, que he trabajado en todos los continentes, con gente de todo tipo y colores de piel… Y con las personas musulmanas, igual. No tengo ningún problema con nadie».
«No me falta trabajo. Mi talento como actriz, como escritora, pintora, creadora o artista no depende de lo que la gente pueda pensar. Yo sé quien soy. Como dice Clint Eastwood, las interpretaciones son como el culo: todo el mundo tiene uno. Una cosa es lo que yo diga o sienta o piense, y otra cosa es lo que interpreta la gente».
«Hice un intento por explicarme, pero daba lo mismo. Cuando te tienen enfilada, da igual. Si no hubiera sido eso, se habrían inventado otra cosa. Como no tengo ni una multa ni me he peleado con nadie en mi vida… Soy más maja que un sol. Como no había nada, dijeron: por aquí».
«Confío en que ningún miembro de las academias que han votado una candidatura mía me haya valorado por una cosa que no sea artística. Para mí, la favorita para ganar el Oscar era yo. Eso es obvio. Suelo ser objetiva conmigo y cuando hago algo mal, soy la primera que se flagela. Pero creo que este trabajo ha sido algo inigualable en muchos aspectos».
«Estaba paseando por el Sena y pensé que realmente sería bueno que desapareciese. Afortunadamente, tengo una hija de 14 años maravillosa y no voy a dejar que me hunda nadie por nada. (...) Entré en una iglesia en París y entendí lo que pasó con esta persona para que la crucificaran, porque yo me sentí igual en ese momento».
«Si hay alguien en este mundo que piensa que me va a hundir, está my equivocado. Me impidieron luchar, que es lo que a mí me gusta. Ese fue un trabajo mío, interno, que tuve que hacer: estar callada y luchar contra mí misma en esos momentos de furia interna. Quería hablar, pero tenía que estar callada. Lo que me hubiera gustado es salir y hablar, pero me di cuenta de que daba lo mismo. En realidad, esto lo estoy sufriendo desde 2018, cuando empecé mi proceso de transición. Ha sido un no parar de insultos, de vejaciones».
«Me pasaron por donde entran las celebridades más grandes, como Steven Spielberg: por la cocina».