El lado desconocido de Lorena Castell: padres Djs, un trabajo muy extraño y sus fracasos matrimoniales

Con sus atrevidos estilismos, sus numerosos tatuajes (algunos hechos por ella misma) y su descarado desparpajo sin pelos en la lengua, Lorena Castell (Barcelona, 1981) es la imagen de un nuevo tipo de presentadora en la televisión del siglo XXI. Desde su debut en la cadena autonómica catalana TV3 con tan sólo 19 años hasta ganar la última edición de 'MasterChef Celebrity' y triunfar con su espectáculo 'Bingo para señoras', esta auténtica show-woman ha recorrido un largo y muy variado camino para llegar al éxito del que ahora disfruta.

Porque aunque ahora la conozcamos por su faceta de colaboradora en multitud de programas e incluso como actriz, Lorena tiene también un curioso pasado a sus espaldas. Para empezar, teniendo unos padres DJs, no es extraño que quisiera probar suerte en el mundo de la música.

En 2006 formó el grupo Lorena C junto a Carlos García Bayona, el hermano gemelo del prestigioso director Juan Antonio Bayona , con el que llegó a sacar un álbum: 'Sexykiller, morirás por ella'. Y en 2008 incluso se presentó para representar a España en el Festival de Eurovisión, un honor que finalmente recayó en el tan recordado Rodolfo Chikilicuatre.

Aunque su ocupación más curiosa antes de saltar al estrellato fue hacer piercings en un local de la ciudad condal. Así lo contaba ella misma en una visita a 'El hormiguero'. «Trabajé doblando ropa, haciendo pizza y poniendo piercings en un estudio», confesaba a Pablo Motos. «Es que no me gustaban los horarios y por eso cogí ese trabajo. Uno de los casos más curiosos fue el día que le puse dos pendientes a la vez a un chico en la lengua. Se le puso como una morcilla...», recordaba ella sobre su peor experiencia en aquel trabajo.

En su siempre divertida cuenta de Instagram, Lorena Castell nos deja asomarnos a su ajetreado día a día, pero también nos enseña imágenes de cuando era joven y lucía un aspecto radicalmente diferente al actual. Del mismo modo, también nos da pistas sobre su faceta más íntima, como cuando compartía fotos de su viaje a la India con su pareja, el actor Rubén Bernal.

Lorena y Rubén se conocieron a finales de 2021 en el plató de 'El desafío' y aunque un año después rompían su relación, parece que en la actualidad han decidido darse una segunda oportunidad y apostar por su amor. Así lo demostraba la presentadora compartiendo en sus redes unas bonitas fotos junto a él su hijo en Tenerife.

En lo que respecto a las relaciones sentimentales anteriores de la barcelonesa, se casó en el verano de 2013 en la playa de El Palmar con el artista Juanito Makandé, después de que este se lo pidiera durante la gala final del concurso televisivo 'Splash! Famosos al agua'. Sin embargo dos años y medio después se divorciaron.

Un tiempo después comenzó a salir con el empresario Eduardo Dabán y en 2019 la pareja dio la bienvenida a su primer hijo. Un año después, ponían punto y final a su matrimonio, asegurando que mantendrían una relación cordial por el bien del pequeño.

Sin problemas por hablar de cualquier tema sin tapujos, en su visita a 'La resistencia', Lorena Castell recordó sus tiempos de skater y patinadora, confesando a David Broncano que «salía con un novio grunge y como no he sido nunca la novia que mira, sino la novia que hace, pues iba al 'half' a hacerme la chula».

Por supuesto, la presentadora tampoco evitó responder a las dos preguntas más clásicas del programa sobre sus ahorros y sobre la frecuencia de sus relaciones íntimas durante el último mes. «No sé el dinero que tengo porque no me funciona la aplicación. Pero he llegado al punto en el que no miro los recibos a principios de mes. Tengo tranquilidad financiera, pero sabes cómo es esto, que a veces tienes mucho trabajo y otras menos», declaró sobre el primero de los dos puntos.

Respecto al segundo, tras reconocer que había tenido suerte de contar con «unos padres muy permisivos y con mucha confianza», quiso precisar que «hay que imaginarse los diferentes tipos de coito y tampoco hay que montar un circo». Finalmente no aportó una cifra exacta pero aseguró que «son bastantes y, sobre todo, de muy buena calidad, que es una cosa que se valora mucho».